ocuparse con vigilancia policiaca y el patrullaje de los pueblos y comunidades, blindando el territorio local.
Así­, mes con mes, Veracruz mantuvo el liderazgo nacional en feminicidios por encima de entidades más pobladas como el Estado de México y la Ciudad de México, donde en el año 2019 solo se registraron cuarenta crí­menes de mujeres frente a los 250 en Veracruz.
De acuerdo con el microscopio del académico Miguel íngel Barragán, los municipios con los focos rojos son los siguientes.
Xalapa, Coatzacoalcos, Veracruz, Córdoba, Emiliano Zapata, Minatitlán y Tuxpan.
Coatepec, Papantla, Tierra Blanca, Acayucan, Agua Dulce, Huatusco, Martí­nez de la Torre, Poza Rica, Rí­o Blanco y Tihuatlán.
En los 17, presidentes municipales de MORENA, PAN y PRI, sobre todo.
“La muerte, qué caray, tiene permiso” como reza el tí­tulo de la novela de Edmundo Valadés.

DOS. Estremecen mujeres a curitas
Hay un par de Alertas de Género y sin embargo, quizá solo sirva de consuelo, como de aliciente sirve, por ejemplo, un padre nuestro.
Algunas ONG quisieron otra Alerta de Género, pero fracasaron en el intento. ¿Pa´qué? habrí­a preguntado la autoridad.
Y es que de nada han servido cuando Veracruz ocupa el primer lugar nacional en feminicidios y cuando, además, y como en el siglo pasado, la autoridad “se lava las manos” repitiendo que el crimen de mujeres se debe a la violencia intrafamiliar, el marido macho macho asesinando a su pareja porque ella tiene la culpa, digamos, y como dijera aquel arzobispo, porque se visten de manera provocativa que hasta los curitas estremecen en sus entrañas.
El caso es que con todo y que el Secretariado Nacional de Seguridad Pública tiene ubicados a los municipios con focos rojos para la seguridad de las mujeres en Veracruz, los homicidios siguen como si a la autoridad le valiera.
Incluso, ubicados los 17 municipios es para programar a la Guardia Nacional y a la Fuerza Civil en tales demarcaciones para un patrullaje dí­a y noche.
La indiferencia y el desdén oficial resulta insólito, pero también, indicativo.

TRES. Feminicidio politizado
En Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica, por ejemplo, gobiernan presidentes municipales de MORENA, donde los derechos humanos son la prioridad.
Y por eso, resulta inverosí­mil que el cuarteto de demarcaciones ocuparan los primeros lugares estatales en feminicidios el año anterior.
Y más porque si el gobierno de Veracruz es de MORENA hay de por medio la confianza suficiente para integrar un operativo conjunto de la Guardia Nacional y los policí­as estatales y municipales pues se trata de la integridad de la población femenina en pueblos donde 6 de cada 10 ciudadanos son mujeres.
El pendiente también es de alcaldes panistas y priistas, algunos de los cuales han entrado en polémica con la secretarí­a de Seguridad Pública politizando el feminicidio.
Mal fario, pésimo karma, para las mujeres el año anterior, sin que ninguna lucecita alumbre el largo y extenso túnel de la inseguridad.
Bastarí­a recordar que en el sexenio priista de Javier Duarte, trece edecanes y modelos de Xalapa desaparecieron en el año 2013 hasta el dí­a de hoy luego de una fiesta en un rancho de Actopan con funcionarios públicos y carteles según trascendido en la cancha pública.
Y desde entonces, igual que hoy, la impunidad con los feminicidios.