Y aunque en pasadas administraciones se reformó la ley para que a la Universidad Veracruzana cada año se le destine una cifra que garantice la autonomí­a presupuestaria, con la Cuarta Transformación, que encabeza el egresado de la Facultad de Ingenierí­a de la Universidad Veracruzana, se aplicó un recorte de más de 1000 millones de pesos a los dineros de la máxima casa de estudios.
Esto se evidencia en el Presupuesto de Egresos para el Ejercicio Fiscal 2020, que en su totalidad fue planeado, proyectado y ajustado por el gobierno de MORENA y el Congreso donde el mismo partido encabeza la mayorí­a que es suficiente para cambiar el destino presupuestal de cualquier organismo de la administración pública gubernamental.
Así­, si en 2019 la Universidad Veracruzana tuvo un presupuesto por 6 mil 199 millones de pesos, para el 2020 se están destinando 5 mil 766 millones de pesos.
Eso es igual a un recorte por mil 046 millones de pesos.
El presupuesto general de la Universidad Veracruzana, integrado por fondos federales y estatales, se acota, tiene su mayor recorte de recursos en las partidas que son destinadas por el estado.
Por ejemplo, en 2019 la Universidad Veracruzana recibió 4 mil 107 millones de pesos por partidas estatales, es decir, dinero programado y depositado exclusivamente por el gobierno de Veracruz.
Pero para el 2019, el Presupuesto 2020 indica que esas mismas partidas se recortaron mil 046 millones de pesos.
Lo que no pasó con el dinero depositado por la federación, que en 2019 fue por 2 mil 092 millones de pesos, pero para el 2020 hay un incremento de 612 millones, con lo que ese subsidio para la Universidad Veracruzana en 2020 será por 2 mil 061 millones de pesos.
Es decir, pese a que es una tendencia en la federación el recorte a educación en Veracruz se actuó distinto y muy alejado de la lí­nea mostrada por la Secretaria de Finanzas del gobierno de Veracruz, ahí­ donde manda el primo del Ejecutivo, Eleazar Guerrero.

EN CAMPAÑA
En cada evento durante su campaña a gobernador de Veracruz en 2018, Garcí­a Jiménez se mostró como un conocedor de la realidad de los veracruzanos, sobre todo de las carencias en materia de educación superior perfilando su carrera como ingeniero de la Universidad Veracruzana.
No hubo acto oficial de campaña, en donde no se presentara como un humilde maestro de preparatoria y académico universitario, joven, empapado de las problemáticas que pasan los aspirantes a realizar carrera profesional.
Incluso, contaba que en sus años, no era tan complicado ingresar a la Universidad Veracruzana, y que ahora los muchachos se enfrentaban a un panorama más complejo, por lo cual eran llamados de forma despectiva como Ninis.
Garcí­a Jiménez, en la lí­nea de López Obrador, rechazó que se les llamara de esa manera a los jóvenes y prometió en diversos foros que en su gobierno se apoyarí­a a la U.V. con recursos suficientes para incrementar su matrí­cula.
No por nada buena parte de los integrantes de su gabinete y de su cí­rculo más cercano de asesores son egresados de la Universidad Veracruzana.
Es más, antes de que le dieran la constancia de mayorí­a como virtual ganador de la contienda 2018, la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, se adelantó a felicitarlo.
“Felicito al gobernador electo durante la jornada electoral de este 1 de julio, @CuitlahuacGJ. El próximo gobernador del estado de Veracruz, es además egresado y académico de nuestra máxima casa de estudios”.
Pocos dí­as después, la rectora anunció que habí­a invitado a Cuitláhuac Garcí­a, en calidad de autoridad electa, a inaugurar el próximo ciclo escolar, en donde le pedirí­a apoyo para la U.V.
Llegada la reunión, se dio en el plano privado, pero la oficina de prensa del gobernador electo dijo que la misma habí­a rondado en dos ejes, que al ser mandatario constitucional, usarí­a sus oficios para lograr que se condone los adeudos de la U.V. con el Sistema de administración Tributaria (S.A.T.) y garantizaba el respeto a la autonomí­a financiera de la Universidad Veracruzana.
A más de un año de esos anuncios, ni con la lisonja de la rectora, fue suficiente para consolidar la autonomí­a financiera de la Universidad Veracruzana.
Versiones al interior del gobierno dicen que incluso en un encuentro privado el Ejecutivo le pidió bajarse el sueldo, lo que fue anunciado por Sara Ladrón el pasado 19 de diciembre, serí­a el segundo recorte que ella se aplica a sus emolumentos. Actualmente de salario percibe unos 112 mil mensuales.
"La U.V. asume con convicción y compromiso social la polí­tica de austeridad implementada por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Asimismo reconoce su invaluable disposición para seguir apoyando a la educación superior pública en el paí­s”, expuso un comunicado de la U.V.
Pese al recorte, el pasado 20 de diciembre la Universidad Veracruzana expresó su beneplácito por el gran esfuerzo mostrado por diputados y del gobernador Cuitláhuac Garcí­a para asignar el presupuesto y mantener la promesa de que se buscarán los mecanismos para cubrir los adeudos al S.A.T. y que espera siga existiendo diálogo para consolidar la autonomí­a financiera en 2023.