El fraseólogo de MORENA
•Sueña con varita mágica
•Pilatos del siglo XXI
ESCALERAS: “Gracias a la vida que nos ha dado tanto”, la población jarocha tiene un par de frases bíblicas más para pasar el tiempo. En todo caso, para salir de embrollos. Incluso, para pitorrearse. Es más, para lucirse en domingo.
Las dos se deben, no al cómico, pianista y guitarrista, Aniel Aguilera, estrenando el cargo de vocero del Tribunal Superior de Justicia, sino al secretario de Seguridad Pública, el regio, aquel que debutara en Coatzacoalcos con pistola al cincho y dijera que toda su vida la ha usado y porfis, por favorcito, que nadie entrara el pánico.
Luis Velázquez
PASAMANOS: La primera frase dice así: “¡Ahí la llevamos!”. La dijo Hugo Gutiérrez Maldonado cuando en la LXV Legislatura, con mayoría morenista, le preguntaron sobre los feminicidios.
“Falta mucho por hacer”, aceptó, pero al mismo tiempo expresó su filosofía moral y su política de seguridad pública:
“Ahí la llevamos”.
Y “ahí la llevan” cuando van más de doscientos asesinatos de mujeres, muchas, la mayoría, todas quizá, secuestradas, desaparecidas, quizá ultrajadas, asesinadas, cercenadas, decapitadas y tirados sus cadáveres ya en la vía pública.
CORREDORES: La frasecita habría tomado del repertorio jarocho, por ejemplo, cuando le preguntaron qué hacía a un policía cuyo trabajo era estar de guardia en la puerta de entrada a la secretaría de Seguridad Pública:
“Aquí la llevo”, dijo, “haciendo antigí¼edad”.
Y aun cuando mucha “agua ha corrido debajo del puente”, la frasecita toma vigencia porque enaltece la política de seguridad pública para garantizar el Estado de Derecho que en teoría garantiza, ajajá, la vida y los bienes de cada habitante de Veracruz.
BALCONES: En el siglo pasado, en el Ayuntamiento de Veracruz hubo un presidente municipal que todos los días al terminar el turno de la mañana bajaba a la tesorería y preguntaba al titular:
--¿Cuánto cayó hoy?
--Tanto, señor, decía el tesorero.
Y el alcalde decía:
--¡Me lo llevo!
Así, día tras día, en su ambición y codicia.
Era, claro, el fervor del tiempo priista.
El edil aquel pasó a la historia, no con su nombre, nunca por su obra pública, política, social o ética, sino con el sobrenombre de “El me lo llevo”.
PASILLOS: La otra frasecita del titular de la SSP es la siguiente:
“No tengo una varita mágica”… para acabar con la inseguridad.
Y que, además, redondeara con otra frase en que delató su estado mental y su madurez:
“Por un día que se desborde la inseguridad… no significa que todo esté incontrolable”.
Claro, y en el caso, se trata de trescientos sesenta y cinco días (365) que ya llevan, con un Veracruz convertido en un tiradero de cadáveres, pero, bueno, el peor sordo y ciego de la vida es aquel que por voluntad propia se niega a escuchar y mirar la realidad.
VENTANAS: Nadie de los 8 millones de habitantes de Veracruz tienen una varita mágica. Se ignora si algún día la tuvo el mago Merlín, la bruja de Alicia en el país de las maravillas o Joaquín Guzmán Loera, “El chapo”.
¡Ya quisiera la mitad del mundo y la otra mitad tener, en efecto, “una varita mágica” para vivir, mínimo, en tranquilidad y con un empleo seguro y estable y pagado con justicia laboral y con hijos estudiante en una escuela de calidad.
Ni siquiera, vaya, Job, el del relato bíblico, tuvo “una varita mágica” para evitar tantas desgracias. Menos la tuvo María Magdalena para evitar que Herodías, la esposa de Herodes, la refundiera en un prostíbulo.
Y si alguien sabe de alguna “varita mágica” ojalá y se la regalara de navidad al secretario de Seguridad Pública.