Allá, dice, fue académico en la universidad y también tuvo uno o dos cargos menores en la función pública.
Uno de sus momentos estelares fue cuando se encaramó en la barca de MORENA. Y fue, por ejemplo, chofer de Norma Rocí­o Nahle, ex senadora de la república y secretaria de Energí­a.
Y desde ahí­ brincó a la secretarí­a General de Gobierno. Y su estallido fue cuando soñando con que su nombre apareciera con más fuerza en los titulares “miró por el ojo de la cerradura” (Jan Martí­nez Ahrens”) la oportunidad polí­tica y su legí­timo sueño fue posible, pues, como dijo El Quijote a su Sancho Panza, se vale soñar y soñar.
Ahora, y dada las debilidades polí­ticas del góber de AMLO (un góber que huye por la puerta trasera como en Orizaba en la frustrada reunión con los familiares de los desaparecidos)…
Y a partir de que los partidos de oposición están más noqueados que nunca en Veracruz (el PRI y el PRD, en la lona, y el PAN fracturado, incluso MORENA dividido en la LXV Legislatura)…
Entonces, el llamado “Dos de palacio” ha tenido vertiginoso triunfalismo en Veracruz en el año por terminar.
Su último manotazo fue adueñarse de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia imponiendo a la mama de su secretario particular, y a quien nombró magistrada por solo tres meses y luego la encumbrara.
Y de ñapa, solo para demostrar el puño y el músculo designó a un guitarrista, pianista y actor cómico, parecido a los Polivoces, como jefe de prensa.

FUERZA TELÚRICA DEL “DOS”
Pero desde antes, su fuerza polí­tica telúrica, señal indicativa y significativa del poder atrás del trono, se resume así­:
Trae a la Fiscal. Trae al delegado estatal de la Fiscalí­a General de la República. Trae al secretario de Seguridad Pública.
Trae al secretario de Salud. Trae a parte de los diputados locales de MORENA, salvo el grupo de “Los Malenos”, quienes están en guerra contra él.
Trae a parte de los presidentes municipales de MORENA. Trae la estructura electoral de MORENA.
Trae a TV Más para su populismo mediático, a tal grado que desde la pantalla casera han encumbrado a Otatitlán, y en donde también naciera el papá de “El Quiko”.
Y lo más importante, poco a poco, con habilidad, se ha adueñado del corazón y las neuronas del góber de AMLO.
Tanto que de acuerdo con las versiones se peleó o habrí­a conflictuado con su antigua madrina, la secretaria de Energí­a, porque lo querí­a manejar.
Y como ella también sueña con la candidatura de MORENA a gobernadora de Veracruz en el año 2024, y el secretario General de Gobierno también ha empezado a delirar con la posibilidad oní­rica, entonces, millón de veces aliarse con Cuitláhuac porque así­ tendrí­a más chance.
Y más, cuando según el trascendido hará como un semestre cuando en la lí­nea ágata manejaron que Éric Cisneros serí­a relevado de la SEGOB jarocha y que Enrique Ampudia Mello, asesor, se dice, del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, serí­a su relevo.

CAMINAR SOBRE EL AGUA, TOCAR EL CIELO CON LOS DEDOS
Con tanto poder, “El dos de palacio” siente que bien puede caminar sobre el agua o rozar el cielo con la yema de los dedos.
Y es que nunca antes, quizá la excepción con Manuel Carbonell de la Hoz, subsecretario con Rafael Murillo Vidal, ha existido un secretario General de Gobierno con tanto poder.
Incluso, su modelo serí­a Carbonell, quien durante tres dí­as en el sexenio de Luis Echeverrí­a ílvarez fue candidato priista en el tiempo del PRI omní­modo a gobernador.
Y si a Carbonell se le atravesó Jesús Reyes Heroles como presidente del CEN del tricolor y lo descarriló, entonces, Cisneros Burgos teje y desteje desde ahora cuando apenas va el primer año del sexenio y faltan 5.
Y por eso, su planeación polí­tica de seguirse apoderando del mayor número de cargos públicos claves, listo para quedarse con las candidatura a presidentes municipales y diputados locales y federales más importantes, pues, como dice el politólogo del barrio, “2024 pasa por el 2021”.
Así­, Cisneros enfrentarí­a a un trí­o de adversarios por la silla embrujada:
Uno, Rocí­o Nahle. Dos. Ricardo Ahued Bardahuil, director General de Aduanas del gobierno federal. Y tres, el secretario de Educación, el profe Zenyazen, quien en su comparecencia en la Legislatura la semana anterior llegara con un montón de acarreados y cuando le preguntaran dijo, tan quitado de la pena, que eran sus seguidores y fans. Y eso que no llevó a su brujo para “una limpia”.
Pero Zenyazen solo trae, parece, al titular de la Junta de Coordinación Polí­tica de la LXV Legislatura, Juan Javier Gómez Cazarí­n, en tanto Éric Cisneros tiene todo un aparato gubernamental bajo su puño.
Escritor polí­tico que ya se descubrió, famoso en la cancha pública por el montón de barbies a su servicio, promovida una, la Fiscal, igual que Javier Duarte y Fidel Herrera Beltrán con sus muñequitas, “El dos” ya tocó el cielo y conoció el estrellato y sus mieles.
Bajito de estatura, gordito gordito, cara redonda, morenito morenito, calvo, su polí­tica más efectiva está en su mirada, la mirada dura, siempre desafiante, siempre retadora.
Su objetivo está claro. Y vive su reinado, deseoso de que nunca vuelva a vivir los dí­as de agitación y zozobra como en Baja California.
Y aun cuando “Los Malenos” lo acusaron de comprar con el erario bienes terrenales en su tierra adoptiva en la frontera norte, el góber, qué caray, lo defendió con ardor patrio, casi casi como aquel de que “Los valientes no asesinan” para salvar de la muerte a Benito Juárez.
La historia, pues, repetida, como decí­a Carlos Marx, como comedia o tragedia, o las dos cosas juntitas.