el acceso a la activista social Aracely Salcedo, cuya hija Fernando Rubí­ fuera secuestrada y desaparecida en una disco del pueblo, y encaró a Javier Duarte en una visita.
Ahora, Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, gente de A.M.L.O., sale al rescate de Cuitláhuac y se reunirá con los familiares de los desaparecidos.
Y, por lo pronto, en los últimos diez años van cuatro mil 500 desaparecidos de norte a sur y de este a oeste.
Los últimos son los dieciséis desaparecidos de Ciudad Mendoza, Ixhuatlán del Café y Rí­o Blanco, entre ellos tianguistas que fueron secuestradas por los elementos policiacos del Ayuntamiento de Ixtaczoquitlán, y en donde acusan al director de Gobernación como el autor intelectual.
Así­, Cuitláhuac alcanza el mismo nivel de Javier Duarte cuando en su casi sexenio Veracruz escaló en el paí­s y en parte de América Latina con la desaparición forzada y que a la luz del derecho internacional consiste en la alianza sórdida, siniestra, truculenta y sombrí­a de polí­ticos, jefes policiacos, policí­as y malandros para desaparecer personas hasta de los retenes carreteros.