Veracruz ensangrentado
•Tiempo de “no matar”
•Tiempo de “no robar”
DOMINGO
“¡Mataron a Ramón!â€
La noche pardeaba y en la calle apenas iluminada se escuchó el grito estremecedor de una mujer:
“¡Mataron a Ramón! ¡Mataron a Ramón!â€.
Era la esposa de Ramón Pérez Altamirano, de oficio velador, de 44 años de edad, de baja estatura, sobreexcedido de peso, casi casi un Rotoplas, fornido, brazos y manos de hierro, y de una sonrisa tamaño sandÃa como las dibujadas al óleo de Diego Rivera.
HabÃa terminado el turno de la noche que empezaba a las 7 P.M. y concluÃa a las 8 de la mañana. Entregó la estafeta al relevo y cargando un morralito con una pistola para la vigilia se fue caminando del fraccionamiento Costa de Oro, Boca del RÃo, a la parada del autobús.
Y dos cuadras adelante, sobre la avenida Salomón, esquina Cornuda, diez minutos después, 4 hombres en un automóvil Chevy de color azul lo intentaron asaltar.
Luis Velázquez
Se opuso. Y luego luego, como si tuvieran prisa, le dispararon. Y quedó tendido en la calle, de lado, con la mano derecha sobre la cara.
Desde entonces, 14 de noviembre, han transcurrido 9 días y ningún detenido. Su crimen quizá archivado cuando van un montón de homicidios en una caída libre estrepitosa.
LUNES
Crimen de una mesera
Era la tarde del jueves 14 de noviembre en Minatitlán. Era el bar La Tenampa, en la colonia Playón Sur. Eran las 18:30 horas.
Dos hombres entraron a la cantina. Y pidieron una cerveza, como unos clientes más.
Entonces, como si sus ojos fueran unos microscopios pasearon la mirada. Hurgaron. Y ubicaron a Karina González Montejo, de 40 años, de oficio mesera.
Y cuando otra mesera apenas les llevaba el par de cervezas, el par sacó sus pistolas y disparó en cinco ocasiones sobre Karina.
Y en medio de los gritos y el revuelo de los clientes, huyeron.
Ninguna mesera, ningún cliente, los pudo describir.
Fue, sin embargo, otro día canijo, duro, ríspido, para las mujeres en un Veracruz en el primer lugar nacional de feminicidios con más de doscientas mujeres asesinadas.
En Papantla, por ejemplo, en un camino solitario apareció el cadáver de una mujer con 5 puñaladas y un narcomensaje. color amarillo.
Y en Córdoba, una mujer, Concepción Guadalupe, de 24 años de edad, fue apuñalada en cuatro ocasiones por su pareja en la colonia El Huerto, y por fortuna, sobrevivió a la iracundia del hombre violento.
MARTES
Niño secuestrado
La población está encendida. Vive y padece, sin esperanza en el largo y extenso túnel, un infierno llamado Veracruz.
Y en medio de la incertidumbre y la zozobra en los días y noches solo apuesta a hacerse justicia por mano propia.
Por ejemplo, el lunes 18 de noviembre, en el municipio de La Perla, indignados los vecinos con el secuestro de un niño de diez años y el robo con violencia a una panadería persiguieron a cinco jóvenes, presuntos asaltantes.
Y los detuvieron.
Y los amarraron con las manos a la espalda y atados de los pies.
Y los tendieron en fila india en el camino de Terracería que llevaba al poblado Malvilla.
Eran las 4 de la tarde y uno de ellos logró huir. Iban en un Tsuru, color gris. Y fue en el poblado La Ciénaga.
Antes de lincharlos y quemarlos vivos como en Soledad Atzompa y el Valle de Uxpanapa, llamaron a la policía.
Todos los malandros, menores de treinta años de edad. Ramiro Pérez, 18 años. Adrián Pérez, 29 años. Martín Bautista, 18años. Alejandro Bautista, 23 años. Julián Bautista, 26 años.
MIÉRCOLES
Asesinada a machetazos
Fue en el puerto jarocho. En el fraccionamiento Valle Alto. El domingo 17 de noviembre del año que corre, el año cristiano de “no robar, no mentir y no matar”.
Un hombre, machete en la mano derecha, atacó a dos mujeres de entre 35 y 37 años y prendió fuego a una tienda de abarrotes en la calle Pelícano, esquina Cisne.
El hombre se metió a la casa, todo indica, para robar la tienda. Y su estrategia fue prender fuego a la casa y a la tienda, que están integradas.
Pero el fuego le ganó la jugada, entonces huyó y antes cerró las puertas y las mujeres quedaron atrapadas.
Avisada por los vecinos organizados llegó la policía. Y a tiempo, por fortuna. Y liberó a las dos mujeres. Y sofocó el fuego.
En la tarde, la policía ubicó al hombre piromaniaco y lo detuvo.
Lucía López y Edith Torres quedaron con algunas quemaduras y heridas por el machete, pero con vida.
Pasaron un ratito en el infierno.
En Cuitláhuac, el pueblo, un hombre celoso, de 24 años de edad, mató a puñaladas a su ex pareja, Victoria, de 16 años, empleada de una panadería, todo, porque ella ya tenía un nuevo amor, y él, muy macho, la sentía de su propiedad exclusiva, digamos, en nombre de la pasión amorosa vivida en los buenos tiempos.
JUEVES
Pasiones revolcadas
Hay, dice el sicólogo, pasiones truculentas en la vida. La pasión amorosa, por ejemplo, que con frecuencia lleva al crimen. La pasión por el billete, que nunca cesa. La pasión social, como es, ajajá, luchar por el bienestar social.
Pero también, la pasión política y que suele conducir a la venganza.
Fue el caso, es, parece ser, de María Angélica Méndez Margarita, ex presidenta municipal de Mixtla de Altamirano, de 40 años, quien con su pareja, el ex síndico Ricardo “N”, planearon el asesinato de su adversaria política, Marisela Vallejo Orea, alcaldesa en funciones y que consumaron una noche en la sierra de Zongolica cuando la emboscaran y mataran con su esposo y el chofer del Ayuntamiento.
Ahora está presa. La capturaron cuando el viernes 15 de noviembre efectuó visita conyugal a su marido, ex síndico de Mixtla, preso en el penal de Zongolica.
Los mataron el 24 de abril de este año. Y por lo pronto, un año de prisión preventiva por homicidio doloso calificado.
De la alcaldía a la cárcel. Del odio y el rencor en contra de su enemiga, a vivir tras las rejas.
De acuerdo con el sicólogo, el poder político y económico enloquece.
VIERNES
La pareja mortífera
Otra pareja en Veracruz se ama tanto igual como la pareja de Mixtla que a machetazo limpio asesinaron a un campesino.
Fue en Alto Lucero de Paquita la del barrio. Y Alto Lucero de Fernando Gutiérrez Barrios.
Cirilo N tiene 27 años y su pareja, Gerónima, 44 años.
El martes 12 de noviembre, Cirilo N se echaba unos alcoholes con Antonio Hernández Carreto en el poblado Tierra Blanca, de Alto Lucero.
Y en medio de las copas discutieron. Problemillas personales. Y se agarraron a trompadas. Y fueron separados.
Pero Cirilo habló con su pareja Gerónima y más tarde atacaron a machetazos a Antonio y lo hirieron y sangrando fue trasladado al hospital. Pero murió.
Así es la vida en Veracruz en el tiempo de MORENA en el palacio de Xalapa, el tiempo de darse “besos y abrazos” en vez de balazos.