Prensa satanizada
•Prensa sicaria
•Prensa chayotera
UNO. Prensa satanizada
Nunca como ahora la prensa es satanizada por el poder político. La izquierda delirante, pues. La semana anterior, por ejemplo, la senadora de MORENA, Martha Guerrero, desde la alta tribuna parlamentaria adoptó para sí dos frases repetitivas en el discurso oficial.
Luis Velázquez
La primera, “prensa sicaria”. Y la segunda, “prensa chayotera”.
El rafagueo oficial en contra de los medios se ha recrudecido. La prensa escrita, hablada y digital es condenada en la cancha pública “a tiro por viaje”. Todos somos sicarios y todos somos chayoteros.
Ni hablar, la izquierda ejerciendo el poder. Reproducen la filosofía política del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan. “Estás conmigo o estás contra mí” advertía amenazando a los reporteros.
También, claro, la filosofía de José López Portillo, el famoso dueño de “La colina del perro”. “No pago… para que me pegues”, como si en todo caso, el dinero público era de su propiedad.
Con todo, han de precisarse unos hechos, el primero, referido al término de “prensa chayotera”.
Quizá el concepto habría nacido en el tiempo de Porfirio Díaz Mori cuando aseguraba que mientras los reporteros han de “maicearse” para alcanzar la felicidad, a los intelectuales han de entregarse becas para estudiar en el extranjero y cargos menores.
Pero habríamos de remitirnos al poema de Sor Juana Inés de la Cruz…
DOS. Prensa chayotera igual a políticos pillos
A: Si hay “prensa chayotera” se debe a que existen políticos corruptos que otorgando “el chayote” intentan desaparecer de los medios sus errores, pifias, deslices, trastupijes y corrupción.
B: Si los políticos fueran honestos, entonces, ninguna necesidad habría de comprar plumas con “un chayote”.
C: Y si hay reporteros y magnates periodísticos ladrones es porque también hay funcionarios públicos y políticos ladrones.
D: Obvio, la izquierda con MORENA entró al Palacio Federal y satanizan a los políticos del pasado y de paso arrasa con los medios y en términos generales.
E: Hay, claro, políticos honestos y también trabajadores de la información honestos y así resulta dañino el discurso oficial generalizado.
La senadora de MORENA habla de “prensa sicaria”, ¡vaya audacia temeraria y que, bueno, se insiste, solo repite como chachalaca lo que otros dicen, todos, funcionarios públicos de la llamada por decreto Cuarta Transformación.
TRES. Abonan la discordia
A: “Prensa sicaria” en un tiempo cuando los carteles se han adueñado de la vida pública de norte a sur y de este a oeste del país.
Caray, la senadora y anexos y conexos están alucinando.
De entrada, los sicarios, los carteles, representan el peor mal en el país. Tan solo en el primer año de AMLO, la guerra entre los carteles y la guerra del gobierno en contra de los carteles han dejado más de treinta mil muertos.
Y adjudicar el término de sicaria a la prensa manifiesta que el control neurológico de cada político de izquierda está desbordado.
No puede con los narcos. Y por añadidura, y con la frasecita, tampoco puede con los medios.
“¡Pinches medios”, diría Arturo Bermúdez Zurita, que no dejan gobernar a la izquierda.
B: Repetir a cada rato “prensa sicaria” sirve para que los chairos y los llamados por decreto “Siervos de la nación” sigan incendiando en la plaza pública a los medios.
Y por tanto, abonando la discordia.
La izquierda ha perdido la cordura y la prudencia, la mesura y la frialdad política y social en el ejercicio del poder.
Pero ni hablar, la izquierda ha revelado su identidad, su forma de ser y actuar, su estilo personal de ejercer el poder.