Y, claro, todaví­a respiran por la herida de cuando Benito Juárez les expropió su riqueza insólita construida desde el Virreinato…

PASAMANOS: A todo se oponen los enviados de Dios en la tierra cuando la mitad del mundo y una parte de la otra mitad mira con simpatí­a el consumo de mariguana y los abortos y las bodas gay y la adopción de niños (¡Oh mi Ricky Martin!) y hasta la eutanasia para evitar, digamos, que un enfermo siga padeciendo los peores estragos de una enfermedad incurable donde la ciencia médica ha fallado…

CORREDORES: Para 1810, la iglesia ya tení­a el poderí­o económico y social que ahora desea continuar usurpando… Entre otras cositas, era dueño con los virreyes y el primer cí­rculo del poder de la mayor parte de la riqueza, casas, mansiones, edificios, terrenos, ranchos, ganado… Incluso, hasta prestamista era cobrando altos intereses a los indí­genas y campesinos… Miguel Hidalgo fue el precursor de la Reforma de Benito Juárez pues desde entonces marcó una raya, la iglesia a salvar almas y los polí­ticos a gobernar, y de paso, a enriquecerse… Hidalgo soñó, igual que José Marí­a Morelos, con separar la iglesia y la polí­tica, pero fue fusilado y decapitado en el intento y su cabeza exhibida en la Alhóndiga de Granaditas para escarmiento de sus seguidores…

BALCONES: Ahora, las elites eclesiásticas quisieron continuar adueñándose de la vida de los feligreses… Ellos, los ministros de Dios, deciden sobre las mujeres penalizando el aborto… Ellos deciden sobre las inclinaciones sexuales de las mujeres y los hombres… Ellos, dictaminan sobre la marihuana… Ellos se oponen a la eutanasia, pero “dejan hacer y dejan pasar” a los sacerdotes pederastas, a quienes y por lo general enví­an a un monasterio para purgar sus penas en vez de que sean enjuiciados por las leyes civiles…

PASILLOS: En el priismo y el panismo, las cúpulas polí­ticas de la presidencia de la república para abajo se arrodillarán ante las elites eclesiásticas… Salvo el caso de Marcelo Ebrard Casaubon como jefe de Gobierno en la Ciudad de México cuando fue aprobado el matrimonio gay y el aborto, en el resto del paí­s los polí­ticos rojos y azules “se tendieron al piso” de los llamados ministros de Dios… Incluso, un gobernador, íngel Aguirre Rivero, de Guerrero, envió su iniciativa de ley al Congreso local para aprobar el aborto y la iglesia lo amenazó con la excomunión y dio marcha atrás como un cobarde, temeroso de que al morir su cuerpo se achicharrara en el infierno en vez de alcanzar la felicidad plena en el paraí­so celestial…

VENTANAS: ¡Pero basta!... La mujer, por ejemplo, es dueña de su cuerpo y ha de tomar la decisión correspondiente en el caso del aborto… Cada ser humano ha de tener la decisión superior de elegir su vida sexual… Cada persona pone a prueba su voluntad y su destino si se droga… Cada familia debe estar facultada sobre un pariente con una enfermedad mortal si está sufriendo demasiado, en exceso, para aplicar la eutanasia… Y cada pareja de la diversidad sexual puede adoptar un niño sin menoscabo de su desarrollo biológico y emocional… La iglesia quiere seguir dueña de la vida humana…