Cargadas de pólvora
Un par de Senadoras y un par de diputadas federales de Veracruz están “cargadas de pólvora”. Viven el presente, pero soñando en el futuro. Desde una presidencia municipal hasta, y en un descuido, la gubernatura 2024.
Llegaron al poder a la sombra de sus padrinos. Y “el salto (político) no sorprende”. Así ha sido siempre en la historia política. Y aun cuando en ningún caso se trata de nepotismo, sus curules pueden considerarse tráfico de influencias y hasta conflicto de intereses.
Luis Velázquez
El tamaño de sus ambiciones es insospechado. Pero saben que la curul significa un tiempo efímero. Y por eso mismo, tienen un pie en el Congreso de la Unión, y el otro, en lo que viene o puede venir…, si se aplican.
Tres de ellas, las jóvenes digamos, a cada rato se boletinan en los medios. Y la cuarta, sabe que acaso la curul es su último viaje en política. La edad le habría ganado. Y más, en un país donde 6 de cada 10 personas son menores de treinta años de edad. Y los jóvenes empujan mucho y quieren todo.
Ninguna duda hay de que el cuarteto siente y está seguro de que la curul les queda corta. Y por añadidura, se merecen más. Y sueñan, como el flechador del senador Dante Delgado, quien siempre tiraba a la luna, consciente de que nunca llegaría, pero al mismo tiempo, con terquedad llegaría más lejos que todos.
Y más, porque desde hace ratito están enchufadas con el poder y quizá en lo más alto de la cresta.
Ellas son las diputadas Mariana Dunyaska, PAN, y Dorheny Cayetano, MORENA.
Y las senadoras Indira Rosales San Román, PAN, y Gloria Sánchez, MORENA.
Y aun cuando, cierto, hay más legisladores federales de Veracruz, este cuarteto es fulgurante. En el ranking mediático llevan el primer lugar.
“LA PLENITUD DEL PINCHE PODER”
Indira Rosales. Carrera meteórica en política. De secretaria en el Ayuntamiento de Boca del Río a secretario de Desarrollo Social a Senadora. Casi casi como Carolina Gudiño Corro en el fidelato. O Anilú Ingram Vallines en el duartazgo.
La semana anterior alcanzó “la plenitud del pinche poder” y brincó a la fama cuando tuvo la genial ocurrencia de regalar un Pinocho al secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, compareciendo en el Congreso sobre el asesinato de los 6 niños y las 3 mujeres de la familia LeBarón.
Ahora, en el pasillo político le llaman “La Pinocha”.
Pero antes también ha despotricado, duro y tupido, contra el góber de AMLO en Veracruz, y quien le ha revirado con una carpeta de investigación por hipotéticos desvíos en la SEDESOL yunista, sus protectores y mecenas.
A cada rato sube a la tribuna. Y ha abanderado causas locales y causas nacionales. Y en todas las ocasiones se ha lanzado a la yugular del poder morenista.
Según versiones, es la candidata de los Miguel íngel Yunes Linares y Márquez a la presidencia municipal de Veracruz…si se puede, claro, porque Fernando Yunes tiene a la diputada local, Marijose Gamboa Torales, como favorita.
Y en caso de que las cosas se compliquen, entonces, sería lanzada para la alcaldía de Boca del Río, donde otro diputado local, Juan Manuel de Unanue, tiene rato suspirando.
Gloria Sánchez. Profesora de la Escuela Normal. Dirigente sindical. Fallida candidata a gobernadora. Ligada, dice con orgullo, al ingeniero Heberto Castillo Martínez, el santo laico de la izquierda.
Ahora, despacha como Senadora. Y su día estelar fue cuando en tribuna aseguró que la prensa de Veracruz formaba parte de una conspiración para tumbar a Cuitláhuac como gobernador, antes, mucho antes de que AMLO descubriera y denunciara, háganos favor, un golpe de Estado en su contra.
La profe es hija, como decían en el priismo, “de la cultura del esfuerzo”. Pero ahora cuando MORENA con AMLO, o AMLO con MORENA, alcanzara el poder presidencial, el tiempo le ha ganado. Y luego de la senaduría, todo indica, a la jubilación, aun cuando y como dice el priista Jorge Uscanga Escobar, en política no hay muertos, y si existen, hasta los muertos resucitan.
SÓLO ELLAS FULGURAN
En el otro lado está la diputada Mariana Dunyaska. Panista, ella apareció en la superficie política como diputada federal y luego como diputada local, y ahora, y de cara al futuro cercano, busca, se afirma, otra vez la curul federal para esperar el momento del año 2024 y en una de esas, hasta quedarse con la candidatura panista a gobernadora, aun cuando por delante hay dos caballos gordos, como son Julen Rementería del Puerto y Joaquín Guzmán Avilés.
Del cuarteto, Dunyaska es la más activa en los medios. A cada rato, y hasta por cositas burocráticas, se publicita. Buen dinerito ha de invertir en la prensa. Tanto que si el mundo se le viniera encima soñaría con la candidatura a la presidencia municipal de Medellín, donde un morenista, el aguerrido y combativo disidente de MORENA, el diputado local, Magdaleno Rosales Torres, suena los tambores de guerra.
La otra diputada es la morenista Dohereny Cayetano. La curul se la debe a su amigo Cuitláhuac. El dedazo a todo lo que da, igual, igualito que en el priismo y el panismo y el perredismo.
En la pasarela mediática solo ha aparecido una que otra vez, hechos aislados. Y en el Congreso federal su tema es en contra de la yunicidad, porque, ni hablar, así se lo ordenan.
Y como en MORENA la lealtad es mucho más importante que la eficacia y la eficiencia, entonces, mientras el patrón siga en el mando jarocho, bien podría soñar para brincar al Congreso de Veracruz como diputada local.
La estrategia es una sola: “Hay que sacar lo mejor de las peores situaciones”.
Hay, sin embargo, en Veracruz, asuntos canijos. Los asesinatos. La matanza de mujeres. La masacre de niños. Las violaciones seriales, donde hasta ancianas han sido ultrajadas. Los carteles, dueños de la vida cotidiana. La despenalización del aborto. El desempleo y el subempleo y los salarios de hambre. 6 de los 8 millones de habitantes en la pobreza y la miseria.
Y oh paradojas, sorpresas que da la vida, ninguna de las cuatro legisladoras se ocupa de los temas polvorientos.
La pólvora que cargan es para amarrar su futuro. Y como los focos les gustan tanto actúan con mucho cálculo político y con sentido patrimonialista.
Viven su mundo rosáceo. Blanca nieves y sus enanos. Solo ellas fulguran.