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A Mil por Hora
Lunes 11 noviembre, 2019

La fiscal incómoda

Primer desencuentro entre madres de colectivos que buscan a sus hijos y encargada de despacho de Fiscalí­a General, Verónica Hernández
•Y fue por culpa de la priista Marcela Aguilera Landeta, la fiscal incómoda; un grupo de madres la repudia por sus “amistades”
•Mitad de los colectivos que asistieron al encuentro el sábado pasado en Arco Sur abandonaron la reunión en protesta por la presencia de la encargada del despacho de Investigaciones Ministeriales
•En medio de la reunión y un zipizape, alguien gritó“ya están peor que Wí­nckler” por la forma en que fueron maltratadas y sobajadas


Foto de YERANIA ROLÓN

Lo que se antojaba para una reunión entre algodones, con mucha retroalimentación y la esperanza de que por fin encontrarí­an a una persona sensible en la silla que antes ocupaba Jorge Wí­nckler Ortiz, resultó un desastre para las madres de los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas.

  • Marcela Aguilera Landeta, la fiscal repudiada por madres de desaparecidos

La encargada del despacho de la Fiscalí­a, Verónica Hernández Giadans, llegó a la primera reunión oficial con colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, escoltada por la encargada de Investigaciones Ministeriales, Marcela Aguilera Landeta.
Diversas asistentes a esa reunión confirmaron -bajo anonimato- que la mitad de las madres se marchó en un acto de solidaridad con Elvira Gómez López, una madre con dos hijos desaparecidos, quien dijo que no querí­a a Marcela Aguilera Landeta presente en esa mesa de trabajo.

“SE ACABÓ TU MINUTO”
Hasta septiembre del 2013, Elvira Gómez López, originaria de Tierra Blanca, tení­a nueve hijos.
Por esas fechas, Rodrigo y Juan de Dios Gómez López, fueron blanco de desaparición forzada a manos de autoridades del vecino estado de Oaxaca, en complicidad con autoridades veracruzanas.
Ella así­ lo denunció ante la Fiscalí­a General del estado de Veracruz y la de Oaxaca, pues la desaparición, según sus pistas, apuntaba a un levantón cometido por policí­as oaxaqueños en el vecino municipio de Acatlán de Pérez Figueroa.
En ese tiempo, la agente del MP que le recibió la denuncia en Veracruz, fue Carlota Zamudio Parroquí­n, quien actualmente lleva en libertad proceso por acusación por desaparición forzada de personas.
Bajo el expediente 1064/2013 de la Agencia del MP de Tierra Blanca, la madre relató que tres dí­as antes de que desapreciaren, una lí­der de la UGOCP y su esposo, amenazaron con hacerle daño a su familia.
Esa lí­der de la UGOCP, señalada en ese expediente citado, comparte lazos de amistad y cercaní­a con Marcela Aguilera Landeta.
Ambas se formaron en las filas de la UGOCP y fuero discí­pulas del fundador, Margarito Montes Parra. De ahí­ la desconfianza.
El caso de Rodrigo y Juan de Dios Gómez ha avanzado muy poco y de los muchachos no se sabe nada desde el 19 de septiembre del 2013. La mayor parte de la investigación la ha realizado Elvira Gómez con sacrificios, lágrimas y duras secuelas económicas. Pero ante todo, valor.
En esa fecha, los dos jóvenes habí­an salido a Córdoba a realizar algunas compras para su negocio, pero ya no regresaron a casa. Dí­as antes de que desaparecieran, ese lí­der de la UGOCP vociferó amenazas contra los chicos, al parecer, por conflictos añejos, esto llegó a oí­dos de la madre, y así­ lo consignó en sus denuncias.
Al notar que no encontraba a sus hijos y que en el Mninisterio Público no habí­a avances, ni en Oaxaca ni en Veracruz, Elvira Gómez buscó el apoyo de Marcela Aguilera Landeta, quien en esos momentos se encontraba en los cuernos de la luna, cercana a la cúpula del poder del gobierno de Javier Duarte de Ochoa, diputada local por Tierra Blanca, ex fiscal regional y ex fiscal especializada en delitos electorales.
Cuando la humilde dama solicitó el apoyo de la paisana, con la esperanza de encontrar un asidero, ésta le dijo: “Tienes un minuto, habla”, cuando apenas agarraba aire y trataba de contener las lágrimas para exponer el caso, Marcela habrí­a revirado: “Se te acabó tu minuto” y ahí­ la dejó.

LA RECHAZARON
El encuentro con las madres de todos los colectivos de Veracruz que buscan a sus seres amados, se celebró en una sala de juntas de la Fiscalí­a en Arco Sur, el sábado pasado, antes del mediodí­a.
Se trata de la primera reunión oficial con lí­deres de todos los colectivos y la encargada del despacho, quien llegó al cargo el tres de septiembre pasado tras la caí­da de Jorge Wí­nckler Ortiz, actualmente, prófugo de la justicia.
La junta -confirmaron las mamás- se dio por la gestión directa del gobernador Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, quien en todo momento se ha mostrado cercano, atento, sensible y accesible a la causa de los colectivos, y en este contexto, en el último encuentro que sostuvieron con él, en Xalapa, uno de los acuerdos fue que usara sus oficios para sentarlas con la encargada del despacho.
Para las buscadoras, ver a Hernández Giadans apremiaba, más ante las acusaciones constantes que una parte importante de ellas lanzaban a Jorge Wí­nckler Ortiz de que no la recibí­a, y esperaban dialogar con ella para sacar adelante temas pendientes.
Cuitláhuac Garcí­a Jiménez prometió que la verí­an y cumplió. El acto despertaba muchas expectativas entre las mujeres que llevan años a la espera de noticias de sus seres queridos.
Más, al encontrarse frente a una administración que inició labores el primer dí­a de la mano con las madres, junto al Presidente Andrés Manuel López Obrador en la Plaza Lerdo, para dar el mensaje de de que nunca más andarí­an solas por el mundo y que se harí­a lo necesario por encontrar familiares.
Sin embargo, cuando iniciaba el encuentro, madres de Xalapa pidieron a la fiscal Verónica Hernández Giadans que les recibiera un documento con propuestas y agenda para trabajar. Es donde la encargada del despacho marcó su raya.
“”˜La agenda la llevo yo”™, les dijo y se mostró hostil, y complementó que si ella estaba ahí­ con nosotras, era porque el Gobernador se lo habí­a pedido, sino…”, relató bajo anonimato una asistente.

“CON MARCELA NO”
El encuentro se fue al caño cuando Elvira López Gómez afirmó que tení­a motivos muy fuertes para pedir que Marcela Aguilera Landeta fuera desalojada de la reunión.
Elvira López Gómez, apoyada por otros colectivos, dejó entrever a la fiscal encargada que no habí­a confianza si se quedaba la ex diputada y ahora nombrada directora de Investigaciones Ministeriales de la Fiscalí­a General del Estado, por la cercaní­a con las personas a las que ella tení­a señalados en su denuncia en Tierra Blanca, íngela Alonso Malpica y Oscar Terán Pulido.
También contó la parte en donde la ex procuradora regional y ex diputada, no la apoyó, más bien la revictimizó con el capí­tulo del “se te acabó el minuto”.
La fiscal encargada del despacho -contaron las entrevistadas- no quiso retirar a Marcela Aguilera Landeta, le dio espaldarazo, ellas reclamaban la presencia de la Fiscal de Desaparecidos, Martha Lidia Pérez Gumercindo, pero la jefa justificó su ausencia porque se encontraba en una audiencia impostergable.
Esta respuesta hizo que las asistentes se mostraran inconformes, y lo expresaron a las servidoras públicas.
No iban ni 30 minutos del encuentro, cuando se formó un caos, y al menos la mitad de las representantes abandonaron la sala de juntas en solidaridad con Elvira Gómez López.
Incluso, la Presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Namiko Matzumoto, se colocó de lado de las ví­ctimas, y marchó a lado de ellas rumbo a la salida. Las abrazó, las consoló y reconfortó en medio del momento desolador.
Antes de marcharse, Elvira Gómez López, miembro del colectivo Madres Luna, alzó la voz y advirtió que temí­a por su seguridad, y le pedí­a a la Fiscal Verónica Hernández que tomara mucho en cuenta lo que le acaba de manifestar, pues ella está sola en Tierra Blanca, y las personas señaladas en la denuncia, allegados a Marcela Aguilera Landeta, se han engallado ante su arribo de nuevo a la cúpula del poder.
El encuentro no se canceló, siguió con la mitad de las representantes que no abandonaron el lugar, y entre otras cosas, se acordó otra mesa para el próximo 30 del presente, en Córdoba, con el Gobernador.

CARRERA ASCENDENTE
Marcela Aguilera Landeta es originaria de Paso Julián, Tierra Blanca. Nació el 16 de enero de 1972. Primaria y secundaria las cursó en Paso Julián, de ahí­ la prepa en Tierra Blanca, se mudó a Xalapa para cursar la carrera de Derecho, en la Universidad Veracruzana (cédula 2212146).
Al egresar, joven, conoce a Margarito Montes Parra, el indio Yaqui avecindado en los lí­mites de Veracruz y Oaxaca, y que por años fue visto por un sector popular como un gran lí­der campesino que trajo muchos beneficios a los menos favorecidos, aunque sus detractores también lo acusaban de usar la invasión a ranchos y predios para lograr su fines.
Montes Parra era enemigo juramentado de César Toimil Robert, dirigente del Consejo Regional Obrero, Campesino y Urbano de Tuxtepec (Crocut), que fue asesinado en diciembre del 2005 en la presa Miguel Alemán, en Oaxaca.
La CROCUT era la contraparte de la UGOCP, si la UGOCP invadí­a un rancho, la Crocut, que eran un grupo de hombres fuertemente armados, llegan a la propiedad invadida y sacaban a los militantes de la UGOCP para restablecerlos a sus dueños, a cambio de otros beneficios.
Al ser asesinado Montes Parra, Marcela Aguilera Landeta era vista junto a Karina Barón Ortiz como las sucesoras naturales de la UGOCP, pero Marcela Aguilera Landeta tomó el camino de la polí­tica y comenzó a construirse una imagen desde las filas del Revolucionario Institucional bajo el cobijo de un viejo aliado de Montes Parra, Fidel Herrera Beltrán.
Bajo la fidelidad, ella es designada directora de la desaparecida COVECA, también pasó por la CODEPAP, desde donde manejó importantes cantidades de recursos financieros en beneficios para el campo en la Cuenca del Papaloapan que hasta la fecha sigue siendo un pendiente social.
Ingresa a la filas del duartismo, y es nombrada Fiscal Regional de Cosamaloapan en 2011, donde pasa un año en el cargo. En esas fechas, toda la cuenca del Papaloapan se desangraba por el incremento de secuestros, extorsiones y levantones contra productores de caña, ganaderos, transportistas que eran blanco del despiadado cártel de Los Zetas.
En su hoja de vida, durante su paso por la Procuradurí­a regional de Cosamaloapan, Marcela Aguilera resalta la lucha contra el rezago de expedientes y la mejora de las instalaciones de la Procuradurí­a. Nada sobre la lucha contra los cárteles y los cartelitos de la delincuencia organizada que desangraron la cuenca y generaron un éxodo de notables en Cosamaloapan, Carlos í Carrillo y municipios vecinos.
De ese cargo, pasó a la fiscalí­a en delitos electorales y periodistas donde igual su presencia fue vacua ante el incremento de homicidios y agresiones a reporteros que marcaron el sexenio de Javier Duarte de Ochoa.
Al dejar esa consigna, se va de operadora polí­tica y de suplente de Elena Zamorano, quien buscaba una diputación federal por la cuenca avalada por el PRI y el Verde en 2012, pero las dos resultaron derrotadas.
En 2013 es postulada por el PRI a la diputación local por Tierra Blanca y gana, por su curul no es recordada por haber luchado por las causas más sensibles y las ví­ctimas del duartismo, sino por haber formado parte de la legislatura que le aprobó a Javier Duarte la mayorí­a de sus abusos y atropellos, como los endeudamientos millonarios, etc.
Desde su salida de la escena polí­tica con el arribo del Yunato, literalmente la pasó de bajo perfil pero operando activamente para Juan Carlos Molina Palacios, diputado local asesinado el sábado pasado en su rancho Rosa del Alba, en Medellí­n de Bravo.
Durante el primer intento de juicio polí­tico contra Jorge Wí­nckler Ortiz durante febrero pasado, Molina Palacios formó parte del bloque de legisladores que respaldaron al abogado Wí­nckler para que permaneciera en Fiscalí­a General del Estado, Molina Palacios y otro grupo de diputados no panistas formaron un cí­rculo alrededor del oaxaqueño, y éste se fortaleció.
El panorama cambió notoriamente en septiembre pasado, cuando vino el golpe a Wí­nckler desde la Comisión Permanente, Molina Palacios no emitió posicionamiento sobre la acción que es calificada de inconstitucional por el panismo, y fue evidente que se replegó al tiempo que su cercana, Marcela Aguilera, era regresada a la escena pública como encargada del despacho de la dirección de Investigaciones Ministeriales, con sueldo de 50 mil 274 pesos.


1 comentario(s)

Tequis 11 Nov, 2019 - 13:10
Huele podrido sus acciones...

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