Desde hace ratito anda con el fuego amigo, quizá fuego enemigo, porque, digamos, nunca ha formado parte ni formará del cí­rculo del poder del góber de AMLO.
Empezó con “el hazmerreí­r nacional” cuando el fallido juicio polí­tico al exfiscal, Jorge Wí­nckler Ortiz, con tres órdenes de aprehensión.
Luego, la razón del bombardeo nuclear de “Los Malenos”, el grupo de diputados locales y federales contra el reino de Cuitlalandia, enfocó la baterí­a a la fallida elección de delegados estatales para la asamblea nacional de MORENA.
Incluso, Maleno, el lí­der máximo del grupo disidente, tiró su lodazal en contra del secretario General de Gobierno, Éric Cisneros Burgos, y aseguró tener pruebas de que en Baja California, su tierra adoptiva, “El dos del palacio” está comprando bienes con el erario de Veracruz.
En el otro lado del ring está Cuitláhuac Garcí­a. Igual que el héroe, “lanzó su espada en prenda” para defender a su segundo.
Así­, rechazó que esté adquiriendo terrenos, edificios, ranchos. Y menos, con recursos públicos.
Por menos, mucho menos, el góber y/o el secretario de Gobierno bien podrí­an demandar por difamación, calumnias y daño moral al diputado de Medellí­n, aun y cuando por lo pronto, “El dos del palacio ya levantó la voz (de forma tardí­a) y se dio golpes de pecho.
Y si se quedan en la simple declaración mediática, entonces, el caso se volverí­a un simple dime y direte entre las elites de MORENA, igual, igualito que en el priismo y el panismo y el perredismo.

Y EL COCHINERO EN MORENA AFLORÓ
En el otro lado del ring está Éric Cisneros. Acusado de meter la mano en MORENA y de estar pensando en su porvenir en Baja California, tiene un defensor de oficio llamado Cuitláhuac.
Es más, nadie dudarí­a de que el góber de AMLO defiende a su segundo para, digamos, quedar bien con su madrina, la secretaria de Energí­a, Norma Rocí­o Nahle, quien continúa soñando con la silla embrujada del palacio de gobierno de Xalapa.
Así­, “matarí­a dos pájaros de una pedrada”.
Claro, Cisneros también apostarí­a a otras jugadas como, por ejemplo, el diputado Éric Domí­nguez, presidente de la Comisión de Vigilancia de la Legislatura, ya se lanzó contra Maleno.
Le dijo que es “un loquito de bajo nivel”.
Todo, claro, porque Maleno lo acusó de cobrar “moches” a los presidentes municipales para omitir sus observaciones de la Legislatura con el manejo presupuestal.
Pero al mismo tiempo, bien pudiera tratarse de una doble pichada. Domí­nguez se defenderí­a a sí­ mismo, y de paso, defenderí­a a “El dos del palacio”.
En el fondo de los hechos, las elites de MORENA peleando por el billete.
De entrada, Maleno dio un paso que nunca le será perdonado por la dupla Cuitláhuac y Cisneros.
Y en un tiempo cuando el gobierno de Veracruz tiene en la silla de los acusados y en la barandilla penal a los yunistas acusados por el presunto desví­o millonario, y cuando la Fiscalí­a General de la República sigue atrás de Karime Mací­as acusada del desví­o de cien millones de pesos, ta´cañón exhibir en el tendedero polí­tico posibles actos de corrupción morenista.
Y es que la declaratoria de Maleno “hizo saltar todas la armas” (Jan Martí­nez Ahrens) y el cochinero afloró más en la vida pública, tan manifesto con el nepotismo y la compra de patrullas y medicinas por dedazo, incluso, al ex delegado federal de Jalisco, quien ya fue cesado.
Y si antes la ex Contralora Leslie Garibo arriesgó su nombre y prestigio dando carpetazo al nepotismo, ahora, con el nuevo escándalo de corrupción, apagar el incendio es difí­cil.
La sospecha, la duda, la evidencia, ya está en el corazón y las neuronas sociales de la población electoral.
Ni siquiera, vaya, disfrazándose de catrinas y bailando con los catrinos, el góber pudo desviar la atención del cochinero.

LA BURRA COMPLETA EN LA MANO…
La denuncia de Maleno contra Cisneros por disponer del recurso público para comprar terrenitos y casitas en Baja California en ningún momento se trata de un golpe bajo.
Se entenderí­a que el diputado con todo y ser “un loquito de bajo nivel” tendrí­a, ranchero que es, “más que los pelos de la burra en la mano, la burra completa”.
Y se trata, claro, de la peor denuncia… desde, y por ejemplo, cuando el gobierno de Veracruz aseguró que Jorge Wí­nckler tení­a archivadas un montón de denuncias penales para favorecer a los malandros.
Incluso, aquella denuncia documentada del nepotismo con los Eleazares Guerreros, anexos y conexos, queda como un reality-show.
Primero, por el discurso de AMLO sobre la moral pública. Segundo, por la campaña de “la honestidad valiente”.
Tercero, por la Cartilla Moral. Cuarto, por la llamada 4T. Y cinco, porque AMLO alardea su honestidad todos los dí­as y a todas horas.
Así­, cuando de pronto un diputado local de MORENA denuncia de corrupción al secretario de Gobierno son palabras mayores.
Y la defensa apasionada del góber ninguna mella hizo. Es más, habrí­a de verse si los mismos Morenistas en el gabinete legal y ampliado le creyeron.
Y más cuando Maleno se conserva en su furiosa campaña de desprestigio como parte de su disidencia sistemática.
El sexenio de MORENA en Veracruz comenzó con sospechas. Luego enseguida trascendieron los primeros casos de nepotismo. Después, el tsunami de violencia que todaví­a sigue. Ahora, “la ordeña de la vaca suiza” para comprar bienes en Baja California.
Significa, entonces, que Maleno, el diputado, tiene investigaciones en marcha. Y así­ sea acusado de aliarse con diputados federales, Cuitláhuac y los suyos tienen ya adversarios y enemigos adentro como parte de la histórica y fatí­dica lucha burda por el poder.
Y burda porque pareciera que solo buscan enriquecerse, igual, igualito que los priistas, panistas y perredistas en su tiempo.
En el centro de las tensiones y los dimes y diretes está AMLO con su postulado moral. Sus propios hombres le están fallando y ningún sentido tiene “tirarse al piso” en las redes sociales diciendo, oh patriotas obradoristas, que seis gobernadores evitarí­an un golpe de Estado en contra del presidente de la república, como si en verdad fuera cierto…