Se solicita un líder
•La fe perdida
•Esperanza deshilachada
EMBARCADERO: Veracruz necesita un líder moral, social y político... Un líder incuestionable... Un dirigente fuera de serie en quien creer, incluso, a ciegas, con fervor, más que patrio, religioso... Un líder como por ejemplo, Fernando Gutiérrez Barrios o Fernando López Arias... Un dirigente como por ejemplo, Úrsulo Galván, quien encabezara la gran lucha agraria en Veracruz en el siglo pasado, o como el ingeniero Heberto Castillo Martínez, el símbolo moral y social del movimiento estudiantil del 68, perseguido con ferocidad por la policía de Luis Echeverría ílvarez
Luis Velázquez
ROMPEOLAS: Un líder capaz de devolver a los 8 millones de habitantes de Veracruz la fe perdida y la esperanza deshilachada… Un dirigente que enaltezca la vida ciudadana y todos creamos en él, como por ejemplo, fue el obispo Rafael Guízar y Valencia para conducir a su pueblo a estadios superiores de dignidad humana… Incluso, un gran líder social como Alfredo Vladimir Bonfil, que luchara con pasión y ardor por la calidad de vida de los campesinos, con todo y su demagogia barata de que “a una voz de usted, señor presidente (Luis Echeverría) este país se incendia o se apacigua”…
ASTILLEROS: Un líder como lo fue José Mujica en Uruguay, el presidente más honesto, honesto “a prueba de bomba” de todos los mandatarios, no de América Latina, sino del mundo… Un líder que vivía en una casita en las goteras de la ciudad donde sembraba flores para vivir y en donde todos los días se trasladaba, sin poses mesiánicas, en un volcho viejo y en donde daba el aventón a los vecinos o conocidos o paisanos que se topaba en el camino…
ESCOLLERAS: Veracruz necesita un líder mesurado y prudente, sereno y reflexivo, respetuoso de la dignidad humana de todos y cada uno, y que sea decente, pues “lo cortés no quita lo valiente”… Un líder, por ejemplo, que cuide la boca y como dice el Eclesiastés, que se amarre la lengua para evitar tantos resbalones verbales debido, quizá, a su inmadurez e insensibilidad… Un líder que escuche y escuche con hechos y resultados al clamor popular cuando, por ejemplo, demanda un alto al feminicidio y se le revira diciendo que “no exageren”, sin el mínimo respeto a las mujeres…
PLAZOLETA: Un líder que devuelva a cada habitante de Veracruz el orgullo de ser jarocho como cuando en el siglo pasado en 4 ocasiones la defensa de Veracruz y como cuando en el primer tramo de 1900, cuarenta mil campesinos murieron defendiendo la tierra, su tierra, su parcela, ante los latifundistas defendidos por el sanguinario jefe de “La mano negra”, el cacique de Almolonga… Un gran líder que cada ciudadano respete y admire y crea en él de igual manera, digamos, como los católicos creen en sus santitos…
PALMERAS: Y es que ninguno de los lidercillos que andan por ahí y ninguno de los políticos que “se rasgan las vestiduras” declarándose impolutos y ángeles de la pureza y de tener la conciencia limpia ha sabido ni podido conectar con la población… Tampoco ninguno de los lidercitos ni políticos ha conocido la sicología de la población para ahondar en las razones sociales…Un líder que luche con resultados sociales contra la pobreza y la miseria y contra la desigualdad económica y social y educativa y de salud y de seguridad y de procuración de justicia, los enemigos seculares de Veracruz… Peor aún, población devastada y arruinada en su moral social, cuando los políticos se presentan y creen padres del pueblo, mesías, redentores, enviados de Dios…