Político súper poderoso
Nunca, parece, un secretario General de Gobierno ha concentrado tanto poder político como ahora con Morena en el palacio de Xalapa.
Por ejemplo:
“El segundo del góber” trae, entre otros actores políticos, a los siguientes:
Al secretario de Seguridad Pública y a la Fiscal, quien le debe, claro, el nombramiento.
Luis Velázquez
A parte del Poder Legislativo, los diputados locales.
A parte del Poder Judicial.
Al delegado federal de la Fiscalía General de la República.
A la estructura electoral de Morena, pues el titular, se afirma, también le debe el cargo.
Al CDE del PAN que pronto tomará posesión con Joaquín Guzmán Avilés, “El chapito” de Tantoyuca, y a quien para su satisfacción ya le otorgó la primera parcela del poder con una magistratura del Tribunal Superior de Justicia para su operador político.
A un montón de presidentes municipales, tanto de Morena como de uno que otro partido opositor.
Tanto poder centra “El dos del palacio” que, por ejemplo, solo pudiera equipararse con Dante Delgado Rannauro, el titular de la SEGOB jarocha con Fernando Gutiérrez Barrios y quien lo ungiera sucesor cuando fuera designado secretario de Gobernación por Carlos Salinas.
Quizá, claro, también al poderoso, poderosísimo subsecretario General de Gobierno, Manuel Carbonell de la Hoz, con Rafael Murillo Vidal, quien con Luis Echeverría ílvarez, lo tuvieron de candidato priista a gubernatura durante 72 horas…, cuando de pronto se les atravesó Jesús Reyes Heroles, entonces presidente del CEN del PRI, con su frase inmortal de “Yo como veracruzano no he votado por Carbonell”.
Y desde luego, tanto poder acumula el segundo del góber que encarna el poder omnímodo de Miguel íngel Yunes Linares con Patricio Chirinos Calero, y cuando estuviera en un tris de la candidatura priista a gobernador, pero las tribus rojas se le atravesaron, originaron la derrota electoral en 107 municipios y descarrilaron.
Dante, Carbonell y Yunes integrarían el modelo político aspiracional del secretario General de Gobierno de Cuitláhuac para soñar, quizá, con la candidatura de Morena a la silla embrujada del palacio en el año 2024.
Claro, si otros aspirantes y suspirantes, por ahora, con más fuerza política como Norma Rocío Nahle García, secretaria de Energía, y Ricardo Ahued Bardahuil, director general de Aduanas, se pusieran como el conejo a dormir, mientras la tortuguita avanza y avanza y avanza.
“EL UNO” Y “EL DOS”
En la cancha política así miran a “El dos”. Y establecen algunas hipótesis:
Una. Igual que muchos gobernadores, “El uno” ha delegado en “El dos” para hacer y deshacer, desde luego, cuidando su imagen.
Incluso, hay quienes sienten que “El uno” utiliza a “El dos” para su desgaste político.
Dos. “El uno” quiere proyectar a “El dos” y por eso tanto juego político, pero además, tanta concentración del poder.
En todo caso, la historia así lo testimonia. “El dos” siempre es el Niño Pípila, el Narciso Mendoza, de “El uno”.
Tres. “El uno” y “El dos” se han re-conocido e integrado atrás del mismo objetivo como es el año 2024, tiempo cuando sea elegido el nuevo gobernador, reproduciendo el modelo de Rafael Murillo Vidal quien intentó heredar el poder a su favorito, Manuel Carbonell, y/o como Fernando Gutiérrez Barrios se lo heredara a Dante Delgado.
Cuatro. Hay otros aspirantes a la gubernatura como Nahle y Ahued, pero “El uno” les ha puesto un muro con “El dos”, más que como un proceso democrático, para descarrilar al par.
Nada fácil sería que “El uno” tendría una barajita oculta en la manga de la camisa, digamos, “un tercero en discordia”.
Cinco. En diez meses y medio, “El dos” no ha sido involucrado en negocios a la sombra del poder como, por ejemplo, el secretario de Salud con las medicinas compradas por dedazo y el secretario de Seguridad Pública con las patrullas adquiridas por asignación.
Tampoco con el nepotismo, tráfico de influencias o conflicto de intereses… hasta ahora, con el nombramiento de la Fiscal y con una magistratura para un familiar de su secretario particular.
Con todo, se está cuidando de “meter la mano al cajón”, y por añadidura, solo busca, estaría buscando, por ahora, la concentración del poder político de cara a las elecciones de diputados locales y federales y de presidentes municipales, síndicos y regidores en el año 2021, para así, acumular más poder soñando con el 2024.
Y el góber de MORENA lo deja hacer y deshacer.
El caso es que con tanto poder concentrado, el secretario General de Gobierno es ya objeto y sujeto de estudio político.
Nadie ha de olvidar lo que decía Ernest Hemingway, los políticos son iguales que las actrices, a quienes se les trepa el éxito a la cabeza y enloquecen.
UN MORENISTA EN CAMPAÑA
El politólogo Carlos Ronzón Verónica dice que nunca una candidatura a cargo público importante se cocina de la noche a la mañana ni de un día para otro, pues significa muchos años de lucha y tesón, imaginación y sensibilidad, mirada presente y mirada futura, relaciones contactos con los actores locales y nacionales, estrategias.
Y lo más importante, sin distraerse del objetivo, digamos, cero escándalos, cero francachelas con alcohol, mujeres y hasta droga, cero pactos con los malandros, cero alianzas sórdidas.
Claro, y considerando que Antonio López de Santa Anna, 3 veces gobernador y once veces presidente de la república, era ultra contra súper mujeriego y querendón, “El dos” bien puede tener su equipo de barbies, pero cuidando las formas, pues de lo contrario, y como ha ocurrido en otros tiempos, una Barbie bien puede significar “el fin del mundo”, es decir, la caída de la candidatura.
“El dos” soñando con que puede ocupar la oficina principal del palacio. Por eso, incluso, se llevó a Baja California a diputadas locales de oposición y a reporteros para enaltecer su debut en su tierra adoptiva como escritor político.