entre todos el erario…Y mientras Fidel está en silla de ruedas y Duarte vive en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, ninguno de aquellos lí­deres, diputados y empresarios ha sido exhibido en la hoguera pública ni menos, mucho menos, llevado a juicio penal…

ROMPEOLAS: Hubo empresarios, por ejemplo, que en ambos sexenios fueron beneficiados con un caudal de obra pública para sus compañí­as constructoras por dedazo… Incluso, hubo prohombres de la iniciativa privada que se sintieron con vocación social para una presidencia municipal o una curul o un cargo en el gabinete legal y ampliado y se los otorgaron… Y se volvieron polí­ticos sexenales… Y en muchos casos, “metieron la mano al cajón” y nunca, jamás, han sido tocados como decí­a el poeta churrigueresco de Amado Nervo, “ni con el pétalo de una rosa”…

ASTILLEROS: Hubo polí­ticos y empresarios que en aquellos doce años, la Decena Trágica de Veracruz, se enriquecieron más de lo que ya estaban… Y alcanzaron “la plenitud del pinche poder”… Por ejemplo, lí­der estatal del F.E.S.A.P.A.U.V., que aglutina a los maestros de la Universidad Veracruzana, Enrique Levet Gorozpe, era diputado local en el Fidelismo… Entonces, sus ahorritos le permitieron comprar un ranchito en el pueblo de San Cenobio, municipio de Manlio Fabio Altamirano…

ESCOLLERAS: Y desde la curul cambió el nombre de San Cenobio y le puso San Cenobio de Fidel Herrera Beltrán, pues ni modo que Fidel fuera menos que Fernando Gutiérrez Barrrios, a quien le pusieron su nombre a Alto Lucero, donde nació, y desde entonces se llamaba Alto Lucero de Fernando Gutiérrez Barrios… Así­, Levet se enalteció y alcanzó la gloria en aquel sexenio, deseoso de igualarse a su compadre, Pascual Lagunes Ochoa, el destituido lí­der obrero de TAMSA, a quien le publicaron su lista de ranchitos, aun cuando se quedaron cortos, pues Levet aseguraba que tení­a 800 hectáreas y 800 cabezas de ganado en los estados de Tabasco y Campeche, más 4 caballos de carrera que jugaban en el Hipódromo de las Américas…

PLAZOLETA: Con todo, Fidel Herrera fue más discreto que Javier Duarte… Tení­a oficio, experiencia, formación polí­tica y social, mañas y artimañas… Incluso, Duarte, igual que el priista Mario Villanueva Madrid, fue enviado por su antiguo aliado, Enrique Peña Nieto, al panteón de los gobernadores corruptos, y de igual manera que Villanueva, Duarte también antes de terminar el mandato constitucional de 6 años, se dio a la fuga…

PALMERAS: Pero atrás de Duarte hay muchos polí­ticos, lí­deres, ex diputados, empresarios y barbies que nunca fueron llevados al patí­bulo de los acusados… Duarte huyó antes de entregar el bastón de mando, pero fue detenido en Guatemala, asegura él, a partir de un acuerdo para evitar procedieran contra su esposa… Y en contraparte, los suyos nunca fueron tocados, entre ellos, sus guardias pretorianos, Érick Lagos, Adolfo Mota, Jorge Carvallo y Alberto Silva… Mal le fue a su prestanombre, Moisés Mansur Cisneyros… Pero muchos otros polí­ticos y empresarios, intocables hasta el dí­a de hoy… Son, serí­an, digamos, las buenas conciencias VIP, aquellos que en cada sexenio cambian de camiseta y loan al nuevo mesí­as…