PASAMANOS: Después el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, la Contralorí­a y la Fiscalí­a, el cerco se va cerrando como pinza. Las tres dependencias unidas con la misma orden superior. Todos contra Yunes y los yunistas.
Y más, porque todo indica, desde el Palacio Nacional tienen al jefe de la dinastí­a Kennedy de Boca del Rí­o en la mira. Ofendió mucho, demasiado, a AMLO en la campaña presidencial del año anterior.
Y, bueno, de acuerdo con la naturaleza humana, “no es indio quien no se venga”. Y más, cuando eres hijo del trópico.

CORREDORES: El cerco camina. Podrán tardarse muchos meses, nueve, como por ejemplo, para destituir a Jorge Wí­nckler de la Fiscalí­a.
Por lo pronto, en Chiapas ni en Tabasco, en Morelos ni en la Ciudad de México, los gobernantes de MORENA han llevado a ningún antecesor a la cárcel.
A.M.L.O., sin embargo, ya tiene a Rosario Robles, la poderosa, poderosí­sima ex secretario de Desarrollo Social y Desarrollo Urbano en el penal de Santa Marta Acatitla de la Ciudad de México.
Y, claro, a su galán, el ex playboy argentino, Carlos Ahumada, que tanto tanto agraviara a A.M.L.O. en tiempo pasado.

BALCONES: En la yunicidad están mirando los vientos huracanados y ni así­ se hincan.
Por ejemplo, en los dí­as de la campaña partidista en el P.A.N. para designar al nuevo presidente entre José de Jesús Mancha y Joaquí­n Guzmán Avilés (quien ganara en las urnas), hubo conciliábulo gastronómico con los Yunes azules.
Entonces, Miguel íngel Yunes Márquez pronunció discurso incendiario y profetizó (en lo que falló) el triunfo de Mancha con la siguiente profecí­a apocalí­ptica:
“¡Pepe Mancha le partirá la madre a MORENA!”.
Por lo pronto, está en chino. Y, claro, nadie es dueño del futuro. Pero lo pronto, más fácil será que un elefante pase por la abertura de una aguja, como es, puede ser, el caso de que Javier Duarte interpuso una denuncia penal en la Procuradurí­a General de la República en contra de “El chiquis” por el llamado Foro Boca, levantado con fondos federales, y que, claro, la Fiscalí­a General del paí­s la resucite.
La venganza es infinita, ya se sabe, y como dice el erudito, “un plato que se come frí­o”.

PASILLOS: El cerco va y está. Con todo y por ejemplo, la chunga armada por los diputados panistas en defensa de Jorge Wí­nckler y el plantón frente al palacio de gobierno de Xalapa y la solicitud de juicio polí­tico de los senadores del P.A.N. a Cuitláhuac y el revire del senador Ricardo Monreal que entonces irí­an por los gobernadores de Tamaulipas y Guanajuato.

VENTANAS: Una lección de la historia es la siguiente dice Carlos Ronzón: luego de cumplir con el periodo constitucional lo más saludable es que el ex gobernador se reduzca a lo mí­nimo en la vida pública. El silencio. El bajo nivel. La discrecionalidad.
Yunes Linares sigue paseándose. Enví­a mensajes a Cuitláhuac de un polí­tico bragado, fregón, chingón. Y provoca. Cuestión de esperar… En Los Pinos ya no están Enrique Peña Nieto ni tampoco Miguel íngel Osorio Chong.