Políticos ambiciosos
•Atrás del poder y la gloria
•Derecho de pernada
EMBARCADERO: En ningún oficio, actividad, profesión, la pasión loca y desorbitada alcanza su más alto nivel como en la política... En la política, decía Napoleón Bonaparte, la traición forma parte de la naturaleza humana... Y al mismo tiempo, todas las pasiones se conjugan... Desde el rencor y el odio y el resentimiento hasta la intriga, el chismerío y la venganza... Desde “la puñalada trapera” hasta el burdo “derecho de pernada”
Luis Velázquez
Desde la más alta corrupción por el billete fácil hasta la vida sexual descarrilada… Los políticos llegan a tener una, dos, tres, cuatro casas chicas…
ROMPEOLAS: Uno de los más intensos y frenéticos ejemplos fueron escenificados en la antigua Roma con los emperadores Julio César, Craso y Pompeyo… Pompeyo era el campeón de la egolatría… Craso, el Espartaco, y Julio César, el emperador… En la lucha por el poder político, Craso y Pompeyo, por ejemplo, llegaron a un punto muerto y en donde la amarga disputa arrasó con una violencia sin paralelo… El más espantoso “choque de trenes” del que se tiene memoria dejó millones de muertos…
ASTILLEROS: Una guerra política sin tregua donde Craso iba atrás del billete, mientras Pompeyo, quien también se involucrara, atrás de la gloria militar… Julio César, en medio, como el gran político… El ejercicio del poder y el deseo de conquistar la gloria en su más alto decibel en aquel sistema político… La lucha por el poder real, más allá de los cargos públicos que cada uno encarnaba, pues una cosa era ser la esposa del César y otra demostrarlo… Y como siempre sucede en política, una realidad es tener el poder, digamos, institucional, y otra, el poder efectivo, el poder atrás del trono suelen decir los políticos…
ESCOLLERAS: En el caso de Julio César, la pasión política era más intensa… Desde niño, fue educado para ser Cónsul de Roma… Incluso, casó a una hija con Pompeyo para ganarse su confianza en la lucha por el poder… Y más, cuando entre los tres (Julio César, Pompeyo y Craso) integraron lo que en aquel tiempo se conoció como el Triunvirato, 3 hombres ejerciendo el poder eran, claro, muchos, pues el poder político, dice el viejillo del pueblo, nunca, jamás, se comparte, y si en el camino llega a compartirse significa un error, donde la pasión desenfrenada tarde o temprano fermenta la relación humana…
PLAZOLETA: Educado desde la infancia para el poder, Julio César era un hombre de acción, cauteloso y calculador, con una estrategia en el campo de batalla como era el ataque por sorpresa, leal y devoto a su esposa… A los 16 años, su padre perdió todo y entonces, se metió de lleno al ejército, tiempo aquel cuando se llegaba al poder político a través de la milicia… Y, por eso mismo, sus grandes batallas con Pompeyo y Craso… Era tan frenética aquella lucha entre el trío que el resto de sus gabinetes ignoraba el desenlace…
PALMERAS: Julio César se volvió increíblemente cruel… En tanto, Craso decía a Julio César que la política siempre era un negocio, en tanto Servilia, una mujer muy poderosa entre las elites políticas, aseguraba que la mejor política de Roma era la no oficial, aquella que solía darse, incluso, debajo de las sabanas en las pasiones revolcadas de los cuerpos humanos… Julio César alcanzó la gloria eterna, se decía, cuando manejaba el ejército más grande de que la historia tenga memoria, y cuando se construyó un palacio extravagante y cuando tenía en su tálamo a la mujer que deseaba, soltera, casada, divorciada, viuda… Fue un político ultra contra súper ambicioso de poder, de gloria y de inmortalidad…