El anuncio fue expresado cuando Veracruz anda estremecido. Por ejemplo, más de 250 feminicidios en diez meses y dí­as. La tierra jarocha, en el primer lugar nacional en secuestros y asesinatos de mujeres. Además, en el primer lugar nacional en adolescentes embarazados y en abortos y en cáncer de mama y en Sida y casi casi, hasta en dengue.
Casi todos los dí­as de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, el plagio de una mujer. En la semana anterior, tres mujeres secuestradas y asesinadas.
El cuarteto de plagiarios operaba en la región centro de Veracruz. En el mes de octubre del año 2016, el último de Javier Duarte y los 40 dí­as de Flavino Rí­os Alvarado, se llevaron a una mujer, M: O. H., cuando iba a su trabajo en Fortí­n de las Flores.
Luego, se pusieron en contacto con la familia y negociaron el pago de un rescate. Pero el cuarteto mató a la mujer. Y tiró su cadáver en el municipio de Cuichapa, en el poblado Toloquilla.
El juez dictó sentencia de 80 años de cárcel a cada uno. Adrián N. Luis N. Jaret N. y Josué N.

DOS. Impunidad creciente
Los 80 años de cárcel constituyen una de las estrategias eficaces y seguras para que los malandros dejen de secuestrar y asesinar mujeres. También, claro, para disminuir los homicidios.
Hay, por ejemplo, dos Alertas de Género y que poco o nada han servido.
Se han dado protestas y marchas de resistencia pací­fica clamando un alto al feminicidio, y nada.
La Diócesis de Orizaba y el Sistema Nacional de Seguridad Pública han documentado que Veracruz ocupa el primer lugar nacional en feminicidios, y de nada ha funcionado porque el crimen de mujeres sigue descarrillado, fuera de control.
Así­, los malandros crecen al castigo. Saben que secuestran, ultrajan, matan, decapitan y tiran en despoblado los cadáveres de mujeres y nada pasa.
Por eso, muchos pendientes tiene la Fiscalí­a, primero, para seguir la huella de los presuntos homicidas, y segundo, para detenerlos, y tercero, para que un juez aplique la ley con severidad y de igual manera como el cuarteto de secuestradores y asesinos de la mujer de Fortí­n sean condenados a ochenta años de cárcel.

TERCERO. El rincón más podrido del infierno
Hay una fecha histórica en la memoria social de Veracruz. El mes de diciembre de 1986. El gobernador Fernando Gutiérrez Barrios lanzó la primera batida en contra de los caciques y sicarios. Las huestes del cacique Luis Rivera Mendoza, de Huayacocotla, emboscaron y mataron a un matrimonio con un niño en brazos y a los tres les dieron el tiro de gracia.
Entonces, don Fernando envió a su equipo completo de seguridad y detuvieron al cacique y a varios pistoleros y los refundieron en el penal de Pacho Viejo.
Después, fue por otros caciques, también encarcelados, y la famosa “Sonora Santanera” heredada por Agustí­n Acosta Lagunes quedó pulverizada.
Un mismo tratamiento policiaco y de justicia necesita Veracruz. “La Sonora Santanera” de hoy son los carteles y cartelitos. Y lo peor, están asesinando a mujeres y niños, activistas sociales y polí­ticos, lí­deres partidistas y taxistas, profesores y reporteros, entre otros.
Y por eso mismo, la población civil necesita una mano firme y dura. De lo contrario, Veracruz empeorará más que el rincón más podrido del infierno.