Y hay tijeretazos al presupuesto federal. Y hay cero obra pública. Y hay cero inversión privada por tanta incertidumbre social e inseguridad pública.

PASAMANOS: Y hay un ajuste de cuentas entre los que llegaron al poder imperial y faraónico sexenal contra sus antecesores.
Y hay un programa contra los migrantes de América Central, ífrica y Asia para quedar bien con Donald Trump.
Y hay un Marcelo Ebrard que soñando con el 2024 logra el milagro de acercar a los hijos de José José.
Etcétera. Etcétera.
Por encima de todo existe una austeridad, más que canija, inusitada para que por decreto el dinero público sea aplicado con un alto, elevadí­simo sentido social.

CORREDORES: Y sin embargo, el secretario General de Gobierno de Veracruz, acompañado de diputados locales y reporteros, viajó a Baja California, su tierra adoptiva, para presentar su primer libro como escritor polí­tico, a la altura, digamos, de Jesús Reyes Heroles, el tuxpeño considerado el último ideólogo de la Revolución.
Y fue allá, porque allá migró su señora madre y hermanos cuando eran niños, adolescentes, y en donde estudiara para ingeniero agrónomo, ungido “El dos de palacio”, luego del ingeniero quí­mico, Gerardo Buganza Salmerón en el duartazgo.
Y allá, en B.C., el más alto cargo público desempeñado fue de encargado de la Comisión del Agua en un pueblito y según el rector de la universidad pública de BC fue académico con el más alto nivel pedagógico.
Y ahora, regresa como el Cid Campeador con diputados y periodistas para “tirarle incienso a su paso”, y quizá, hombre del poder, con alguna Barbie.

BALCONES: Y el viajecito con cargo al gobierno de Veracruz, el dinerito recaudado con el pago de los impuestos de cada jarocho, de igual manera, digamos, como los funcionarios del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, IVAI, se fueron a Europa para estudiar modelos de transparencia, ajajá, felicidades, hosanna, hosanna,
PASILLOS: Es la austeridad obradorista en su más alto decibel, “en la plenitud del pinche poder” como dijera el erudito.
Es la austeridad comparada, digamos, con el nepotismo de los Cuitláhuac, Eleazares Guerrero, anexos y conexos y que fueran muchos del gabinete.
Es la austeridad, por ejemplo, como con la compra por dedazo, por asignación, de las patrullas policiacas y de las medicinas del gnomo secretario de Salud.

VENTANAS: El caso es que con su viaje a Baja California el secretario General de Gobierno confirma la versión popular.
El señor anda en abierta precampaña, desde ahora, para ver si con un milagro amarra la candidatura de MORENA a gobernador de Veracruz en el año 2024.
Incluso, así­ lo expresó desde el principio con tantas fanfarrias para inaugurar, dijo, el primer Centro de Salud de la era Cuitláhuac, en su pueblo, Otatitlán, haciendo a un lado al doctor Roberto Ramos Alor, y en donde, además, alardeó de la exposición de caricaturas.
Es la misma actitud calculadora y frí­a cuando en Villa Aldama hizo a un lado al secretario de Infraestructura y Obra Pública y cortó el listón de una callecita mamona reencarpetada y pavimentada al lado de la alcaldesa.
Ni hablar, “Parí­s bien vale una misa”.