los hacendados porfiristas contrataron al capo Manuel Parra, el mandamás de “La mano negra” y quien con sus malandros, sicarios y pistoleros asesinaran a cuarenta mil campesinos en diez años…

ROMPEOLAS: Además, se puso del lado de los precaristas quienes viví­an en patios de vecindad donde los latifundistas urbanos cobraban rentas elevadí­simas fuera de la ley, tiempo cuando la famosa resistencia de Herón Proal, el lí­der inquilinario, y quien lograra la rebelión por vez primera en Veracruz y el paí­s de las trabajadoras sexuales quienes también eran ví­ctimas… Y en protesta, sacaron los colchones de los cuartuchos miserables donde viví­an a la calle y les prendieron fuego… Incluso, cuando Herón Proal fuera encarcelado en el penal de Allende, las cortesanas se lanzaron a un plantón frente al reclusorio hasta lograr su libertad…

ASTILLEROS: Más aún: en defensa de los jodidos, aquel gobernado enfrentó al presidente ílvaro Obregón, quien tomó partido por los hacendados y los dueños de los patios de vecindad… Y si Adalberto Tejeda se mantuvo firme se debió, entre otras cositas, a su convicción social y popular, pero más todaví­a, a que tení­a el respaldo total y absoluto de Plutarco Elí­as Calles, entonces secretario de Gobernación de ílvaro Obregón…

ESCOLLERAS: En su libro, “Polí­tica y movimientos sociales en el Tejedismo”, la historiadora Olivia Domí­nguez Pérez, Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad Veracruzana, 1986, cuenta que Adalberto Tejeda, contemporáneo de los generales Cándido Aguilar y Heriberto Jara, ambos gobernadores, tení­a como pasatiempos favoritos la equitación y el violenchello… Pero de igual manera, se afilió a las huestes maderistas… Senador de la república, lanzó la iniciativa de ley para expropiar los latifundios ocupados por las compañí­as petroleras en el norte de Veracruz y el paí­s… Estuvo con los sonorenses (Obregón y Elí­as Calles) en contra de Venustiano Carranza...

PLAZOLETA: Al lado de “El turco” Elí­as Calles, fue su secretario de Comunicaciones y de Gobernación como uno de sus hombres de mayor confianza… Tanto que cuando Calles terminara su periodo pensó, soñó, creyó, estaba seguro que era el favorito para la candidatura presidencial y estuvo en un tris… Pero a ílvaro Obregón le entró la locura de la reelección y ganó en las urnas, pero el caricaturista de la Madre Conchita, José de León Toral, mató a Obregón de un tiro en la frente y su cara redonda cayó encima de un plato con mole y pechuga de pollo que habí­a solicitado para comer en el restaurante “La Bombilla”, de la Ciudad de México…

PALMERAS: Obregón, ni modo, le ganó la candidatura presidencial y Adalberto Tejeda se regresó a Veracruz para jugar por segunda ocasión la gubernatura y ganó… Una de sus grandes luchas contra los latifundistas fue contra la familia Lagunes, de la región de Paso de Ovejas, y quienes eran dueños de mil 850 hectáreas y las que fueran expropiadas para los campesinos… Leal a sí­ mismo y a sus principios, Tejeda fue implacable y por encima de quedar bien con el presidente ílvaro Obregón fue su pesadilla en Veracruz, aun cuando después se volviera su aliado…