Juega con fuego
•Diputada intensa
•Tiranos de Gamboa Torales
UNO. La diputada intensa
Una vez más, la diputada panista, María Josefina Gamboa Torales, está jugando con fuego. Y fuego volcánico, borboteando lava. Igual que en el duartazgo, el discurso incendiario en contra de Cuitláhuac. Javier Duarte esperó varios meses hasta la madrugada aquella del accidente
Luis Velázquez
automovilístico, con un muerto, en el bulevard a Boca del Río. Y la tuvo 9 meses encarcelada. Cuitláhuac también sabe esperar. Esperó 9 meses para destituir a Jorge Wínckler de la Fiscalía. Más meses esperará para encerrarlo en el penal de Pacho Viejo. Tiene por delante 5 años y un par de meses. Además, AMLO lo sigue vitoreando y levantando la mano... por más y más que en el pasillo político apuestan "veinte y las malas" a que renunciará en diciembre del año 2020 y entrará Ricardo Ahued Bardahuil.
La diputada azul, sin embargo, tiene frágil la memoria histórica y, bueno, con tanta pasión desbordada, intensa, frenética, se ignora si vale la pena "lanzar la espada en prenda", primero, y ahora, por Wínckler, y luego enseguida, por la yunicidad cuando en el tapete una vez más el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, ha puesto el presunto desvío de 4 mil 500 millones de pesos, centrándose en la S.E.V., la S.I.O.P. y SEFIPLAN.
Por ejemplo, según ella "es gravísimo que el poder absoluto se concentre nuevamente en un solo grupo político... a tal grado que hace fraudes a la ley" para describir así el ejercicio del poder con MORENA.
Caray, si un tiempo político de Veracruz ha sido autoritario, el ejercicio total y absoluto del poder absoluto, fue en la yunicidad.
Un solo referente: la obsesiva obsesión de Miguel íngel Yunes Linares por imponer a su hijo, el primogénito, de candidato a gobernador y, claro, heredarle como una monarquía la silla embrujada del palacio.
DOS. Vientos adversos
Se entiende: la diputada muestra su gratitud a la dinastía Kennedy de Boca del Río, los Yunes azules, y a una parte de su primer círculo del poder, entre ellos, Jorge Wínckler, y quien fue su abogado en aquellos tiempos oscuros y grises.
Pero ella les ha dado mucho, muchísimo. Además, la vida, como la lealtad, ha de ser un camino recíproco, de ida y vuelta, siempre regando al jardín, pues con un día con sol frenético el pasto se quema y seca.
Quizá estaría mirando hacia el año 2021 cuando sean elegidos los candidatos a presidentes municipales y como ella sueña con la alcaldía jarocha pensaría que así, defensa apasionada, gana indulgencias.
Está, claro, por verse, y más cuando el alfil yunista, José de Jesús Mancha, fue derrotado en las urnas por el opositor Joaquín Guzmán Avilés, asesorado por su operador político, Germán Yescas.
TRES. Los tiranos de Gamboa
El miércoles 25 de septiembre la legisladora expidió un boletín incendiario.
Uno, la bancada de MORENA en el Congreso violando la Constitución, dijo. Dos, atentando contra la autonomía de la Fiscalía. Tres, el Poder Judicial, dijo, ha de hacer valer su independencia del Poder Ejecutivo.
Cuatro, basta ya, dijo, "de persecuciones políticas del grupo político que gobierna Veracruz". Cinco, el Congreso, con MORENA, ultrajando el Estado de Derecho. Seis, el Congreso con MORENA actuando con dolo.
Y siete, "la persecución política de gobernados, activistas, periodistas y servidores públicos que solamente han buscado justicia para" la población, y "han enfrentado a tiranos como Javier Duarte y Cuitláhuac García".
Así, y además, comparó a Cuitláhuac con Javier Duarte como un tirano.
El concepto de tirano son palabras mayores. Digamos quiso así la diputada cerrar su discurso mediático. Igual, igualito que en su discurso periodístico de entonces contra Duarte.
De entrada, muchas cositas de las señaladas alcanzaron en la yunicidad el decibel más alto y ahora las reprocha olvidando la historia reciente.
Mucho, demasiado, se está exponiendo. Y, bueno, ojalá sea retribuida, aun cuando, ya lo dijo el diputado expriista, expanista, experredista, y ahora morenista, José Manuel Pozos Castro, "los demonios andan sueltos".