Masacre: 13 muertos; entre ellos, un bebé
•Masacre en fiesta de cumpleaños de paisanos en colonia de Minatitlán, 13 muertos, cinco mujeres y siete hombres
•En el saldo, un bebé cercano al año de nacido, su madre trató de defenderlo con sus brazos, pero le dispararon en la cabeza
•Sobrevivientes relatan infierno vivido ante sicarios que llegaron buscando a un tal Beky, según la secretaría de Seguridad Pública
•Agencias funerarias se quedan sin carrozas, tuvieron que rentar más para dar abasto en servicios fúnebres
Por IGNACIO CARVAJAL
El guisado de cochinita pibil estaba por terminarse. Los organizadores de la fiesta ya habían mandado por la segunda ronda de cartones de cerveza. En la pista eran pocas las parejas bailando, la mayoría eran señoras vestidas del traje de gala de paisanas.
Un tecladista contratado para la ocasión, entonaba “la vida es un Carnaval”.
Faltaba poco para que la fiesta de cumpleaños concluyera, pero de pronto… disparos.
“Yo sentí un arma en la cabeza, lo primero que hice fue pedir perdón, Dios Mío perdona mis pecados, perdona mis pecados, después una oración: ”˜Señor Jesús, en tu nombre y con el Poder de tu Sangre Preciosa”™”, relató una de las sobredientes de la balacera en un salón de fiestas en la colonia Obrera.
Al cierre de este reporte, 13 personas se suman al saldo mortal y cinco lesionados que convalecen en un hospital de PEMEX.
Lo peor de la escena, entre los muertos, un niño de nueve meses o un año de edad.
No hay nadie que salga de ese salón, después de dar su declaración a la Fiscalía, que no se duela del trauma por la imagen:
Su cuerpecito atravesado por las balas, chorreando sangre, su ropita manchada, sus piernitas montadas sobre las del padre.
Una de las testigos dijo que la madre lo defendió hasta el último momento tratando de acurrucarlo en sus brazos. De nada sirvieron sus esfuerzos y ella igual fue baleada, decía ”˜ya me dieron, ya me dieron”™”.
Esta masacre de suma a otros acontecimientos generados en medio de la guerra entre bandas de la delincuencia organizada en la zona conurbada Minatitlán-Cosoleacaque, como el ataque al ensayo de 15 años donde mueren tres chambelanes en la colonia Salinas de Gortari; poco después en la colonia Insurgentes, disparan a chicos presentes en un cabo de año, y el joven rematado en el hospital Civil después de qué médicos le salvaran la vida, los pistoleros llegaron a rematarlo.
BUSCABAN AL BEKY
Quienes hablan de la tragedia, recuerdan los disparos incesantes. “Si dicen que venían siguiendo a uno ¿para qué le disparan a todos? ¿Qué culpa tenía ese bebé?” reclama una mujer joven quien da testimonio a la espera de reclamar el cadáver de su hermano, quien quedó en medio de la pista de baile.
“Si sabían que era un bebé, claro que lo sabían, si estaban disparando, hasta parecía que lo remataban” agregó.
“Yo le dije a mi Dios, después de pedir perdón por mis pecados, ”˜Dios, que se haga tu voluntad”™” retoma la otra mujer mientras recibe abrazos de sus seres queridos, quienes comienzan a llegar a un área bajo vigilancia, para buscar a sus familiares sobrevivientes.
Según el comunicado oficial de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), los agresores “arribaron al lugar preguntando por una persona conocida como ”˜El Beky”™”, dueño de un bar y que estaría en el festejo del salón ubicado en la avenida Primero de Mayo, de la colonia obrera.
Ni siquiera hay manera de recordar los rostros. Los sobrevivientes deambulan de un lado a otro buscando agua, coca o algún cigarro. Un hombro para sollozar. Las escenas de abrazos se multiplican. La solidaridad de los habitantes de Mina, se siente. El dolor inunda este municipio dependiente de la industria petrolera.
Una de ellas, lactante, sufre porque no puede descargar sus tetas llenas de leche. Se le saturaron por el susto. “Ni se te ocurra darle así a tu bebé, lo vas a matar”, le recomienda otra mujer mayor quien a su vez recuerda la peor escena que le tocó:
“Muchos nos tiramos al suelo, escondíamos la cabeza, pero los pistoleros, al menos a los hombres, los obligaban a mirarlos. ”˜Levanta la cara”™ les decían y así les disparaban muchas veces hasta rematarlos”.
El grupo de pistoleros se marchó rápidamente dejando el reguero de sangre y casquillos en su escape. Minutos después se supo que la camioneta empleada para transportarlos, era encontrada incendiada.
SANGRE EN LAS CALLES
En otra esquina, los agentes funerarios se frotan las manos. Son tres agencias las cuales se han dado cita hoy de las 11 que operan en Mina.
“Nosotros damos abasto a todos, pero esta vez, rentaremos carrozas para poder tantos servicios, igual contrataremos algún personal extra”, relató el encargado de una de las casas funerarias más reconocidas y que en una sola carroza sacó la mitad de los cadáveres, los cuales echaron en bolsas para llevarlos a preparar.
Entre ellos hablan sobre la disponibilidad de algún ataúd del tamaño del nene asesinado. “Lo tenemos...claro, y si no, se consigue”.
20 Abr, 2019 - 12:59
Terrible la violencia en Veracruz