Descarrilados políticos con el caso Wínckler
•Gobernador Cuitláhuac, defendiendo a secretarios y diputados locales
El caso del Fiscal Jorge Wínckler es un volcán político y social y legislativo y partidista erupcionando, fuera de control, desbordado. Por ejemplo: Uno. La encerrona en la Casa Veracruz de Xalapa,...
dice el gobernador, de los diputados locales con un funcionario de la secretaría de Gobernación fue para coordinarse sobre el gran cambio que AMLO, el presidente, hará de la Constitución, y en ningún momento para el asunto Wínckler como fue divulgado en los medios.
Dos. El góber salió en defensa del secretario general de gobierno asegurando que su trabajo es excelente y por tanto seguirá en el cargo; la profecía que los enemigos y adversarios deslizaron en las redes sociales.
El góber, pues, desmintiendo a las redes sociales anónimas.
Tres. El presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura, Juan Javier Gómez Cazarín, reviró a su homólogo Magdaleno Rosales (y a destiempo, reacción tardía) que no es un pelele del secretario de gobierno.
Cuatro. El líder del PT, Vicente Aguilar, dijo que el diputado local, Érik Iván Aguilar es un ingrato y mal agradecido porque el PT con MORENA lo nombró diputado, pero ahora Iván Aguilar apoya al Fiscal.
Cinco. Una vez más, el diputado del PES, otro aliado de MORENA, Gonzalo Guízar Valladares, defiende al Fiscal.
La destitución del Fiscal lleva más de tres meses en la cancha política, social, legislativa y mediática.
Durante más de tres meses, las elites políticas han olvidado la jodidez del millón de indígenas, los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros.