Años después transfiguró en el gran dirigente social, no de Tabasco, no de los chontales, no del trópico, no del Golfo de México, sino del paí­s… Graco Ramí­rez, el ex gobernador de Morelos, tan denostado por cierto hasta en su polí­tica de derechos humanos, presentó a AMLO con Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas, los lí­deres polí­ticos de la izquierda que desertaron del PRI de Carlos Salinas… Y de los tres, ni Cuauhtémoc ni Porfirio lograron la presidencia de la república… El único fue AMLO…

ROMPEOLAS: Razones, entonces, de sobra para que “El rayito de esperanza” que así­ le llamaban, se considere a sí­ mismo como un iluminado, el enviado de Dios, el protegido de la Divina Providencia, el mesí­as, el redentor, el Quetzalcóatl del siglo XXI…. El hombre llamado a la Cuarta Transformación del Paí­s, luego de la Guerra de Independencia con Miguel Hidalgo y José Marí­a Morelos… Y la guerra de Reforma con Benito Juárez… Y la Revolución con Francisco Ignacio Madero… Por eso, entre el montón de héroes simbólicos de AMLO, Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas, Tata Lázaro, lo acompañan todos los dí­as y noches en sus actos y eventos… Incluso, en la campaña electoral, su amigo José Agustí­n Ortiz Pinchetti, publicó que en su cartera traí­a una estampita de la Virgen de Guadalupe, de igual manera como los campesinos de Hidalgo poní­an una en su sombrero de ala corta seguros de que así­ detendrí­an las balas de los realistas y salvarí­an la vida… Nada fácil será que ahora como presidente de la república, los indí­genas y campesinos le llamen Tata AMLO, Tata Andrés, Tata Manuel, Tata Presidente…

ASTILLEROS: Todos los polí­ticos encumbrados, sin excepción, utilizan y se manejan a través de sí­mbolos… El presidente electo, por ejemplo, primero dijo que nunca vivirí­a en Los Pinos, la casa tradicional de los presidentes de la república desde Lázaro Cárdenas, uno de los héroes de AMLO… Después, dijo que alquilarí­a una casa cerca del Palacio Federal… Ahora el señor ya cambió de opinión y en tanto rechazó vivir en Los Pinos de Cárdenas, ahora vivirá en Palacio Nacional, donde, dice ahora, vivió y murió Benito Juárez, el presidente, su héroe, que soñó con la dictadura perfecta y se reeligió durante quince años y por fortuna, una angina de pecho lo llevó a la muerte y lo salvó ante la historia, pues de lo contrario, hubiera terminado como Porfirio Dí­az, 33 años en el mando supremo… Según “El peje”, como antes le decí­an, nunca, jamás, ha vivido en mansiones y para dormir sólo necesita un catre, como en su tiempo con los chontales, y una hamaca amarrada de dos árboles... Ha de recordarse, por ejemplo, cuando los presidentes viví­an en el Castillo de Chapultepec y/o como la mansión de “La gaviota”, llamada “La Casita Blanca”…

ARRECIFES: AMLO camina en el paí­s con Benito Juárez, Panchito Madero y Tata Lázaro como normas supremas… En un principio, instaló las fotos del trí­o en su despacho en su búnker en la Ciudad de México como presidente electo… Luego, las fotos aparecieron en cada rueda de prensa que daba en las escalinatas de su búnker, siempre iluminado y bendecido con la mirada de Juárez, Madero y Cárdenas… Se trata de sus lámparas votivas que guí­an su vida pública, de igual manera, como los niños tení­an de héroes y sí­mbolos máximos, por ejemplo, en el siglo pasado, a Superman, El Llanero Solitario y Toro, Batman y Robin, La Chica Maravilla y hasta Tobi con su club de niños machos y La Pequeña Lulú con sus niñas aguerridas… Pero una cosita es tenerlos como héroes en la infancia y otra en la vida adulta… Y por tanto, mil años luz de distancia entre lo que Juárez, Madero y Cárdenas fueron a lo que por decreto, ajá, sea AMLO… Pero más aún, sea, o llegue a ser o pueda ser su gabinete legal y ampliado…

PLAZOLETA: Juárez fue el héroe de la Reforma cuando separó a la polí­tica y el gobierno de la iglesia y se perpetuó en el poder presidencial, tiempo cuando la mayorí­a de su gabinete legal le renunció desencantado con su vocación dictatorial… Madero sólo fue presidente durante quince meses porque Victoriano Huerta, Félix Dí­az, el sobrino de Porfirio Dí­az, y el embajador de Estados Unidos en México conspiraron en su contra… Y Cárdenas fue el expropiador de la industria petrolera, pero al mismo tiempo, debiendo toda su vida pública a Plutarco Elí­as Calles, lo exilió a Estados Unidos… Son, claro, lecciones de la historia que podrí­an, digamos, iluminar a AMLO para evitar tropezar “con la misma piedra”… Pero al mismo tiempo, son los riesgos… Por ejemplo, si a Madero lo traicionaron los suyos (la confianza insólita que le tení­a a Victoriano Huerta), la perplejidad histórica serí­a pensar que entre el equipo de AMLO habrí­a un Huerta, de igual manera como en el equipo de Jesús habí­a un Judas…

PALMERAS: AMLO cuajó en el corazón social… Vivirá en el Palacio Nacional igual, cierto, que Juárez, pero también igual que Porfirio Dí­az y Antonio López de Santa Anna… Pero más allá de la circunstancia histórica, los pobres y “los pobres entre los pobres” lo miran como el enviado de Dios… Incluso, parte de la clase media… ¡Ay, incluso, si en una conversación de amigos una persona habla mal de AMLO!... Es el protegido de la Santí­sima Trinidad… Otra cosita, sin embargo, es y será el gabinete legal y ampliado y los gobernadores de MORENA y los diputados federales y locales y senadores de MORENA, todos creyéndose ángeles de la pureza, los hijitos de AMLO…