Familiares de Gerson Quevedo Orozco confirmaron que sus restos fueron encontrados entre los cadáveres rescatados de la fosa colectiva de Colinas de Santa Fe, a donde habrí­a sido lanzado después de ser asesinado por una célula de la delincuencia organizada, cuyos integrantes no lo regresaron pese al pago del rescate.

A la edad de 19 años, Gerson fue secuestrado el 15 de marzo de 2014, en el municipio de Medellí­n de Bravo. Ese dí­a pese al pago del rescate por 50 mil pesos, los secuestradores no liberaron, peor aún, le dieron muerte a su hermano Alan Enrique (15 años), jugador de fútbol, y a su cuñado, Miguel Eliacim Caldelas Morales (25), quien también era deportista de alto rendimiento y empresario del transporte.

Michelle Quevedo Orozco, hermana de las dos ví­ctimas, y novia de Caldelas Morales, relata ví­a telefónica que la Fiscalí­a general del estado les notificó, en junio pasado, el hallazgo de perfiles genéticos de Gerson entre restos exhumados en Colinas, él apareció con otros montones de huesos posiblemente de más asesinados por esa célula delincuencial, pero los forenses lograron ubicar el cráneo y unos 29 restos óseos correspondientes a su carnal.

Después de recibir la noticia la familia buscó el apoyo de los antropólogos argentinos, y evitar recibir restos de otra persona.

Fue a inicios de diciembre pasado que los forenses extranjeros informaron a la familia que los restos sí­ correspondí­an a Gerson.

Será este miércoles cuando la familia del joven secuestrado y asesinado reciban lo que las autoridades pudieron encontrar después de casi cuatro años de la tragedia acontecida en el fraccionamiento Arboledas San Ramón, de Medellí­n de Bravo.

Otro elemento que ayudó a la identificación fue el hallazgo de un anillo con el Padre Nuestro inscrito. "Era de poco valor, pero sabí­amos que Gerson lo usaba" dijo Michelle Quevedo Orozco.

Michelle Quevedo relata desde algún lugar del paí­s -donde ella y su familia se resguardan por el inminente riesgo de regresar a veracruz- que hay tres personas detenidas por el caso.

Uno de ellos, Jaime Rafael Chinchurreta Callejas, sentenciado ya por el delito de secuestro. Jaime Rafael fue detenido por casualidad mientras se investigaba un robo de celulares. Al ser ingresados sus datos, en abril de 2014 apareció vinculado al secuestro y desaparición del joven Gerson, además fue una de las últimas personas que le vieron con vida.

Se presume que su grado de participación en el delito fue de "poner" a Gerson con la célula del Cartel de Jalisco Nueva Generación que encabezaba Lucina Ramón Quintana, La Luci, de 45 años, quien es la segunda detenida por el caso Gerson. El tercero es Jesús Castillo Ramón, hijo de La Luci, quien supuestamente le ayudaba en los plagios mientras ella era la encargada de gestionar toda la logí­stica el cobro de rescates y las casas de seguridad para mantenerse alejados de la mirada de autoridades.

El pago del rescate por Gerson se efectuó en Plaza Cristal de Boca del Rí­o, los maleantes habí­an pedido 80 mil pesos, pero finalmente aceptaron 50 mil, pues los movimientos se hicieron en fin de semana, cuando los bancos no laboran. También se incluyó una cadena de oro.

Ante el pago del rescate y la dilación de la liberación de Gerson, su hermano menor, Alan, y su cuñado, Miguel Caldelas, intentaron ubicarlo, y se movilizaron, en un auto Mazda 3, a un sitio señalado por Samuel Malachi Dí­az, quien supuestamente sabí­a de una casa de seguridad de los secuestradores.

Sin embargo, en el trayecto fueron sorprendidos por los secuestradores que accionaron armas de grueso calibre contra el vehí­culo, que en total recibió 93 disparos de R-15; en su interior quedaron los cadáveres de Miguel Caldelas y Alan Quevedo, Samuel sólo obtuvo lesiones menores. En esa refriega, el mismo dí­a del secuestro, elementos de la SSP dieron muerte a tres delincuentes que habrí­an sido los responsables del atentado contra el Mazda. Eso es algo que aún no ha sido aclarado.

La familia de Gerson dio a conocer que sus restos serán entregados en Veracruz y posteriormente organizarán su sepelio con algunas ceremonias religiosas en puntos indeterminados. "No queremos hacerlo público por el riesgo, quien nos llama ya se le informa en privado", explicó la hermana del finado, y destacó que tampoco buscarán que se queden en algún panteón de la ciudad, "a Veracruz ha no regresamos" sentenció.

Tanto Michelle como su mamá Maricela Orozco viven exiliadas desde el dí­a de la desgracia. El funeral de Alan y Miguel Caldelas se celebró en medio de mucha seguridad ante amenaza de muerte enviadas por emisarios de la delincuencia.

Maricela alguna vez contó al reportero que desde el funeral de tuvo que marchar de Veracruz y salir huyendo por carretera, durante su escape tuvo que dormir en gasolineras o en la autopista para huir lo más lejos posible de Veracruz.

En su drama conoció a los fundadores del colectivo Marí­a Herrera quienes le abrieron los brazos para salir adelante.

"Ahora sólo pedimos justicia. Queremos justicia para nuestros seres amados, porque el juez que lleva el caso no quiere que los detenidos sean vinculados por delincuencia organizada" destacó Michelle Quevedo.

Explica que pese a los intentos de la PGR para ejecutar órdenes de aprehensión por delincuencia organizada contra los tres detenidos del caso, "el juez lo rechaza. Dice que no hay delincuencia organizada" y lo legal es que se ejecuten esas órdenes para que sean trasladados a penales federales y que se dé con el resto de la banda, pues aún faltan personas por ser detenidas.