Érick Lagos pide apoyar a Yunes Linares
•Temporada de “vacas flacas” en un PRI derrotado tres veces consecutivas; atrás quedaron batucadas y acarreados, pese a disputa por candidatura a gobernador
•En desangelada asamblea Érick Lagos pide apoyo para el gobernador Yunes Linares
•Héctor Yunes respalda a Renato Alarcón en CEN del PRI y Pepe Yunes llega con Américo Zúñiga
"Estamos en temporada de vacas flacas", dijo Érick Lagos a un joven que se le acercó para venderle chocolates.
De perfil bajo desde que el PRI perdió la gubernatura, el diputado federal prefiere pasar inadvertido en cualquier evento de su partido, lo que se dificulta cuando ya no hay batucada, acarreados ni paleros contratados para “hacer bullaâ€.
Por eso Lagos Hernández fue interceptado por algunos reporteros, quienespudieron cuestionarlo sobre la inseguridad que existe en la entidad con el gobierno de Miguel Ãngel Yunes Linares, en donde funcionarios federales como el coordinador de la PolicÃa Federal, Camilo Castagné, están a merced del hampa y pueden ser ultimados.
El legislador sorprendió al afirmar que se tiene que apoyar “con todo†al gobierno de Enrique Peña Nieto y a la administración estatal por el bien de Veracruz. (Continúa -->)
Texto y fotografía: Yerania Rolón
Ante preguntas sobre su situación legal al ser investigado por la Fiscalía General por posibles actos de corrupción no hizo comentarios y se fue.
De los 16 diputados federales del PRI-PVEM, no llegaron más que él y Sofía del Sagrario de León Maza, quien prefirió no hablar ante los medios ingresando rápidamente al salón social en donde se realizó la Asamblea Estatal del Partido en Xalapa.
Las “vacas gordas” del Partido Revolucionario Institucional quedaron en el pasado, sin importar que existe una disputa por la dirigencia estatal y por la candidatura a gobernador de 2018.
En estos comicios además del Poder Ejecutivo del Estado se renovará a los 50 diputados locales, las senadurías de los estados y la presidencia de la República.
A la llegada de Héctor Yunes lo esperaba la secretaria general de la CNOP, Érika Ayala Ríos y Lagos Hernández. Ambos permanecieron juntos durante el evento, reían y se decían cosas al oído como grandes amigos.
Ante los medios el senador hizo el anuncio de que Stalin Sánchez Macías había renunciado a su nombramiento como coordinador de asesores de la comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana.
Pero no dejó pasar la ocasión para mostrar su apoyo al actual dirigente estatal del PRI, Renato Alarcón Guevara, afirmando que pese a las críticas dio buenos resultados en el proceso local de este año.
Yunes Landa insistió en que el próximo año se debe de mantener a Alarcón Guevara en la dirigencia para no crear inestabilidad en el partido a nivel estatal.
Cuando el senador José Yunes arribó también lo hicieron el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, y la delegada de la SEDESOL, Anilú Ingram.
El primero insistió en que existe unidad dentro del partido y que de su parte no creará divisiones para la selección del candidato a la gubernatura o para apoyar a alguien en la dirigencia.
Por su parte, Zúñiga Martínez prefirió no hablar ante los medios aunque ya se menciona como el próximo presidente estatal del PRI. Este tema se definirá en enero, cuando el Consejo estatal defina quién debe de encabezar al Comité Directivo Estatal.
Por su parte, Ingram Vallines no quiso destaparse como candidata a una senaduría en 2018, aunque tampoco lo descartó.
Finalmente llegó el dirigente del CDE del PRI, Renato Alarcón Guevara, quien dijo que podría continuar en la dirigencia aunque su periodo culmina en enero de 2018, lo que dependerá del Consejo estatal.
Alrededor de mil personas se reunieron para conformar mesas de trabajo. En las primeras filas se encontraba Carlos Brito Gómez, presidente de la comisión estatal de procesos internos.
También el ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Alfredo Ferrari Saavedra y la diputada federal Sofía de León Maza. A un lado, un poco olvidada, Corintia Cruz Oregón.
Si bien la mayoría de los asientos fueron ocupados, los pasillos estaban vacíos a comparación de los eventos multitudinarios que los priistas estaban acostumbrados hace apenas un año.