En noviembre de 1980, el gobernador electo, Agustí­n Acosta Lagunes dijo, más o menos, al maestro de la Universidad Veracruzana, Francisco Javier Loyo Ramos:

”˜”˜Ve a tu casa en Cosamaloapan. Y espera mi llamada. A su tiempo te diré el cargo que ocuparás en el gabinete”™”™.

Esperanzado, Loyo Ramos fue con su familia a la Cuenca del Papaloapan y ordenó a esposa e hijos que nadie hablara por teléfono, y/o en todo caso, si era urgente que fueran parcos, porque esperaba uno de los telefonemas más importantes de su vida.

Los dí­as transcurrieron y el aparatito sonaba, pero eran los amigos de los hijos de Loyo.

Y cuando el maestro sentí­a que el vástago tardaba tiempo pegado al teléfono se irritaba, más cuando el teléfono sonaba y la llamada era para alguien más de la familia.

Menos para él.

”˜”˜Ya cuelga”™”™, repetí­a con angustia.

En las últimas horas de noviembre, cuando algunos nombres del gabinete empezaron a filtrarse, Loyo Ramos estaba en el precipicio.

Más, cuando el gabinete casi quedó integrado.

”˜”˜Ya no te hablarán”™”™ confió alguien del seno familiar al maestro.

Y el maestro guardó silencio.

Acosta Lagunes tomó posesión y el gabinete también y Loyo Ramos quedó esperando en Cosamaloapan.

Semanas más tardes tomaba el avión en la ciudad de México con destino a Alemania, becado por la Universidad Veracruzana para cursar un doctorado.

Loyo se convertí­a en la primera ví­ctima de la mentira, el engaño y la tomadura de pendejos (palabra incorporada al diccionario por la Real Academia) de Acosta Lagunes.

EL DESTAPE DE FIDEL

En Chachalacas se efectuó en el mes de agosto un cónclave de los diputados locales electos con el góber fogoso y el góber electo.

En el segundo dí­a, los futuros legisladores comieron con el góber fogoso y en su discurso, luego de la conferencia magistral de Loyo Ramos, Fidel exclamó:

”˜”˜Loyo, maestro, paisano querido, te saludo”™”™.

Loyo sonrió.

Después, el góber fogoso miró al recién destapado lí­der máximo de la bancada priista en el Congreso, Jorge Carvallo Del-fí­n, a quien dijo:

”˜”˜Yo creo, Jorge, que no habrá ninguna duda para ratificar a Loyo Ramos como secretario General del Congreso”™”™.

Carvallo aprobó con la mirada, con la mitad de una sonrisa y con el aplauso la decisión del jefe máximo.

El maestro jubilado de la Universidad Veracruzana cumplirá, entonces, 10 años en el poder legislativo, de manera ininterrumpida.

El góber fogoso estará así­ resarciendo en Loyo los malos ratos que le hiciera pasar cuando ambos fueran diputados federales, en el Chirinato, el primero por el distrito de Boca del Rí­o, donde Patricio Chirinos Calero lo enviara a perder frente al panista Alfonso Gutiérrez de Velasco, y el segundo por el distrito de Cosamaloapan, donde Fidel Herrera quiso haber repetido.

En aquellos tiempos, Gonzalo Morgado Huesca también fue legislador federal, y de acuerdo con el biógrafo Rafael Cruz Tronco, ”˜”˜El negro”™”™, a cada rato Fidel enviaba a Morgado a fregar la vida de Loyo en el Congreso de la Unión.

Semanas después, ”˜”˜El negro”™”™ organizó un banquete de mariscos en su casa en el Distrito Federal, invitando a Fidel y a Loyo, a cada uno por su lado, para firmar, hasta donde se pudiera, la pipa de la paz.

Y de allí­, después de un sabroso jugo de hacha y de un robalito al acuyo, algunos traguitos, Fidel y Loyo salieron abrazados, felices, de haberse reencontrado como paisanos.

Por eso es que ahora, y entre otras razones, el góber fogoso ha destapado a Loyo Ramos para repetir por cuarta ocasión como secretario General del Congreso, y cumplir 12 años en el poder legislativo, desde el 14 de noviembre del año 2000, cuando llegara en la LIX Legislatura.

LA SOMBRA DE CARVALLO

Doctor en Derecho, con experiencia y habilidad polí­tica, actuando siempre en la sombra, lejos de la magia mediática, Loyo Ramos será, además, la brújula de Jorge Carvallo, quien habrá de pastorear a gallos de pelea, como Eduardo Andrade, Flavino Rí­os Alvarado y Américo Zúñiga, ansiosos de poder.

Un polí­tico de la tercera edad, conocedor de las debilidades humanas, asesorando, hasta donde se pueda, a un joven.

Más todaví­a por las siguientes circunstancias:

1. La creación de 3 nuevos municipios que el góber fogoso ha deseado construir en Veracruz, no para, como dice alguien por ahí­, ”˜”˜crear nuevos virreyes”™”™, sino competir con el estado de Oaxaca en el número de Ayuntamientos.

2. La nueva bursatilización que el góber fogoso tramitó, pero que como advirtiera el góber electo, faltaba tiempo para su aprobación.

3. El cabildeo para elegir al procurador de Justicia del próximo gobierno.

4. Aprobar la cuenta pública tanto de cada secretarí­a del gabinete como de los 212 alcaldes que terminarán el periodo en el último dí­a de diciembre para demostrar la absoluta transparencia del Fidelismo.

5. La negociación de las comisiones que tendrá cada bancada y diputado local.

6. Operar con terciopelo la última comparecencia del gabinete fidelista y del góber fogoso en el Congreso para salir como torero en tarde de luces, sin ninguna cornada.

7. La integración de un frente común del priismo contra la oposición.

8. El reparto del presupuesto del Poder Legislativo, en que se incluyen salarios de los diputados, viáticos y gastos de representación y dinerito para hacer grilla.

9. Pero sobre todo, cuidar la espalda al góber fogoso los próximos 3 años, contemplados por la ley para la rendición de cuentas.

Atrás de cada operativo estará Loyo Ramos como una sombra luminosa de Jorge Carvallo.

Posdata 1: Una razón para navegar en el blog.expediente.mx: nuestro í­dolo periodí­stico es Ricardo Flores Magón, a quien nunca Porfirio Dí­az pudo doblegar.

Otra más: se apuesta a un periodismo incómodo.

Otra: se ofrece una visión diferente del Veracruz de hoy.

Gracias por su visita.