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21 mayo, 2017

Presa Gina Domí­nguez Colí­o

Ignacio Carvajal/Foto de Yerania Rolón

  • Detenida la "vicegobernadora"

Hasta hace tres años, una llamada de ella hací­a temblar al más bragado director de medios de comunicación de Veracruz. Javier debe salir así­, y así­. A tal espacio, con tales palabras, y tal encabezado. Quiero esta foto y quiero que la firme tal reportero, palabras más, palabras menos, eran las órdenes que Gina Domí­nguez Colí­o dictaba desde su oficina en Xalapa a cualquier directivo o jefe de información.
Diarios, televisoras, estaciones de radio, portales de internet… no habí­a quien se resistiera a sus embates.
Si el reportero de la fuente le hací­a una pregunta incómoda al gobernador Javier Duarte, en menos de 20 minutos, le estaba llamando a su jefe, “no lo quiero a él, no me gusta su estilo al preguntar, pon a otro”.
No tomarla en cuenta o darle largas significaba decirle a dios al convenio publicitario, que en argot periodí­stico, era un contrato de publicidad por dar a conocer la obra de gobierno del estado de Veracruz.
Aunque a Gina no le gustaba la palabra convenio, era más afecta a “alianzas editoriales”.
Para ella habí­a medios aliados y medios contrarios, los segundos, según sus esquemas de trabajo, los claramente identificados con el entonces precandidato al gobierno de Veracruz, enemigo del PRI, Miguel íngel Yunes Linares.
“Estás conmigo o contra mí­” era su estilo. Al final del sexenio de Duarte de Ochoa, Gina Domí­nguez fue colocada en la presidencia de la Fundación Colosio, en labores de su encargo, precisamente, se encontraba cuando fue detenida la noche del sábado por el personal de la Fiscalí­a General del Estado, al salir de un evento con el candidato del PRI a la alcaldí­a de Xalapa, Alejandro Montano, en la avenida Orizaba.
Le achacan varios cargos, entre ellos, abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y el desví­o de unos 4 mil millones de pesos, aunque esta culpa es compartida con otro ex titular de la Coordinación de Comunicación Social.
En las denuncias, interpuestas por la nueva administración del gobierno Yunista, Gina Domí­nguez, en parte es responsable de un bien organizado esquema de empresas fantasmas, tal y como puso en marcha su exjefe y amigo, Javier Duarte de Ochoa, preso ahora en Guatemala, intentando hacerse el “loco” para evadir sus culpas.
Gina, al igual que Alberto Silva, El Cisne, no llegaron a la Coordinación de Comunicación Social a planear la polí­tica de comunicación social para Javier Duarte de Ochoa, al igual que él, llegaron para saquear y encontrar los esquemas útiles para sacar el dinero del estado y traducirlo en inversiones y empresas.

LA DETIENEN

Antes de las 2 de la mañana, la primera mujer del duartismo era ingresada a la Sala de Juicios Orales de Pacho Viejo. Minutos antes habí­a sido detenida frente a las narices de Alejandro Montano, quien al ver el despliegue de Policí­as se acobardó y no metió las manos por su amiga y presidenta del a fundación Colosio, el destino la habí­a alcanzado.
Pese a que a Renato Alarcón, presidente del PRI Estatal ya le habí­an dicho que tení­a que dar de baja a Gina Domí­nguez de la Fundación Colosio, no quiso. El mensaje, trascendió que ella le habrí­a enviado por medio de personeros, es que si la corrí­a, echarí­a sobre el ex delegado del ISSSTE toda la furia de sus medios de comunicación, entre ellos la agencia Quadratí­n, de la cual ella es dueña, así­ como de estaciones de radio y de otros diarios que antes de entrar a trabajar al gobierno de Duarte de Ochoa, no tení­a.
Ex directora del diario Milenio El Portal, que era propiedad de Montano, Gina Domí­nguez poní­a toda la carne al asador para que su candidato llegara a la alcaldí­a, pero ahora, lejos de sumar, le resta. En redes sociales no se han hecho esperar los videos de la detención, en donde se le muestra cerca del acto del PRI.
Las acusaciones enderezadas por la Fiscalí­a, se sabe, son abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y coalición para cometer uno o más delitos.
El último delito, se desconoce, si es perseguido por su relación con el también ex vocero, protegido por el Fuero Federal, Alberto Silva, El Cisne; o por sus relaciones con directivos y reporteros de medios de comunicación.
Sin embargo, en las denuncias, se sabe, hay señalamientos claros contra medios que aun circulan, por haber recibido recursos de manera ilí­cita, sin acreditar que tuvieran la circulación y calidad para dar a conocer la obra pública del gobierno del estado de Veracruz, tales como El Centinela, nacido en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán, Diario Marcha, Oye Veracruz y El íguila y varios portales de internet: Los Grillos y Noticias a Tiempo, éste último de Marcos Miranda, quien a últimas fechas se ha hecho el mártir ante el gobierno de Veracruz, aunque con Duarte de Ochoa vivió la bonanza, viajes, dinero, guardaespaldas y recursos a manos llenas.

SE ECHÓ LA SOGA

Nadie la molestaba, las denuncias, incluso, dormí­an el sueño de los justos fue una columna de Gina Domí­nguez la que puso los reflectores sobre su persona. Bajo su firma, Razones de Estado, dada a conocer en Cuadratí­n, a finales de abril pasado, decí­a:
“La madrugada del 6 de junio, el cí­rculo í­ntimo de Javier Duarte y Karime Mací­as fue citado a cónclave, Alberto Silva, Erick Lagos, Arturo Bermúdez y Luis íngel Bravo acudieron presurosos a la cita; el encuentro tuvo como ejes de la conversación dos tópicos: endilgar culpas a los ausentes en particular al candidato derrotado “yo no perdí­, perdió Héctor Yunes” (el estribillo que repetirí­a el Gobernador por dí­as), y encontrar la manera de salvar el cuello ante la llegada del enemigo mortal del régimen”.
Según Gina Domí­nguez, “en el mes de agosto del año pasado, ya con la crisis polí­tica encima, Javier Duarte, y su familia acompañados de la hermana de Karime y su esposo decidieron ir a Houston, a revisar y amueblar sus casas en Woodlands, en preparación a su salida del paí­s al término del gobierno; para despistar a su sucesor, volaron en avión privado a la frontera y cruzaron por carretera al vecino paí­s”.
En ese viaje, dice la vocera, “cuán grande serí­a la sorpresa del entonces gobernador que los agentes migratorios norteamericanos les impidieron el paso, y además les confiscaron las visas a ambas familias. Ahí­ supo Javier Duarte que era el principio de un final que nunca anticipó”.
Después de la revisión de los agentes estadounidenses, según Gina Domí­nguez, el ex mandatario estatal habrí­a cerrado su comunicación, “limitó al mí­nimo su cí­rculo de confianza, sólo tení­an acceso a él, Karime, la familia de ella, sus abogados, Flavino Rí­os, los operadores de la Secretarí­a de Finanzas, Alberto Silva y Erick Lagos”.
“Abandonó la Casa Veracruz y se trasladó a vivir a una residencia en el Club de Golf de donde escapó cuando se percató que el famoso acuerdo para que dejara la gubernatura y se enfrentara a Miguel íngel Yunes ”“ con el respaldo del gobierno federal- habí­a sido una tomadura de pelo para dejarlo sin fuero y poder actuar legalmente en su contra”.
“En medio de esta compleja maraña, sin red de protección, abandonados por el Gobierno Federal y sabidos de sus graves conductas, los integrantes del equipo í­ntimo de Javier Duarte beneficiarios directos de su poder sin lí­mites, luchan salvajemente por evadir sus responsabilidades polí­ticas y las penurias legales que les persiguen.
“Desde el primer dí­a de su arribo a Comunicación Social, Alberto Silva se dio a la tarea de desacreditar mi gestión, utilizó todos los medios a su alcance para ello. Me responsabilizó de decenas de agravios ”“a cual más falsos”” a muchos medios de comunicación y a muchos comunicadores respetables”.
Y agrega:
“El Cisne como le gusta le llamen, suele utilizar a algunos medios para generar desprestigios y para distraer la atención. Todos los que lo conocen saben que a eso se ha dedicado en los últimos 20 años y que así­ ha logrado construir su reputación”.
Con ese artí­culo, opinaron diversos columnistas polí­ticos, ella habí­a acelerado el proceso de su detención. Se trató de cuestión de tiempo para que el Fiscal de la venganza, Jorge Wí­nckler, afinara la cacerí­a.

SU HISTORIA

Egresada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, se suma a Sabás Huesca en la lista de jefes de prensa del gobernador que cae en la cárcel, Sabas, por asuntos polí­ticos, terminó preso en el gobierno de Miguel Alemán.
Reportera de batalla en su tiempo, escribió y reporteó para radio y televisión hasta llegar a la subdirección del diario Milenio, con Alejandro Montano, desde ahí­, sondeó la vida de la esposa de Fidel Herrera Beltrán, Rosa Borunda, quien se aproximaba a ser primera Dama del gobierno de Veracruz y presidenta del DIF estatal. Hábil para conseguir la información, Gina rastreó la biografí­a de doña Rosa hasta su natal Chihuahua, de donde era su abuelo, el general revolucionario Teófilo Borunda.
La historia sobre los detalles que encuadraban el perfil polí­tico de Rosa Borunda, y que la poní­an más allá del papel ornamental tí­pico de las primeras damas, le llegó al corazón, y al dí­a siguiente de la publicación del artí­culo, a la oficina de Gina Domí­nguez llegó un voluminoso arreglo floral con una tarjeta de Rosa Borunda en agradecimiento por exaltar sus raí­ces. El golpe a la vanidad estaba dado y Gina Domí­nguez se encontraba en los cuernos de la luna.
No mucho tiempo atrás, antes de llegar a Mileno, Gina Domí­nguez regresó del caribe, donde habí­a sido jefa de prensa de Mario Villanueva, El Chueco, exgobernador de Quintana Roo encarcelado por Ernesto Zedillo al encontrar que usaba sus aviones oficiales para meter droga de los cárteles a Estados Unidos. Gina Domí­nguez salí­ de ese empleo, se sabe, mucho antes de que a Villanueva le llegara su desgracia, y no salió por temas laborales, sino por asuntos estrictamente personales. Sus biógrafos más perversos hablan de una relación pasional fallida en lo más alto del gabinete.
Con Rosa Borunda en las manos, fue cuestión de tiempo para que ella escalara más y más en el esquema del poder, incluso, estuvo asociada con diversas empresas del DIF que hasta el dí­a de hoy no rinden cuentas.
Nunca habla de su vida personal, no se le conocen vicios, tampoco se va de boca, en su estilo, prefiere los golpes debajo del agua. Así­ tení­a acostumbrados a los directores de medios de comunicación de Veracruz.
No es por nada, al ingresar ella de vocera, se trataba de una simple dirección Duarte de Ochoa le incrementó el sueldo y le dio el mote de la Vicegobernadora. Al ingresar, sólo manejaba unos 54 millones de pesos, al final de su periodo, la dirección pasó a coordinación y contaba con 304 millones de pesos, según el Presupuesto de Egresos 2016, se trata de un alza de al menos el 452 por ciento. Ni salud, ni seguridad, menos obra pública presentó un registro de recursos tan importante como Dirección de Comunicación Social.
Al ser nombrado Duarte de Ochoa candidato del PRI a remplazar a Fidel Herrera, la del capricho de poner a Duarte, fue Borunda, era de sus chicos favoritos, siempre dispuesto a sacrificar tiempo con su familia para cumplir con el trabajo. Para ayudar al candidato, Gina Domí­nguez, por petición de doña Rosa, se fue tras Duarte de Ochoa, y le cuidó cada uno de sus discursos.
No por nada Duarte de Ochoa le dio el cargo de vocera del gobierno de Veracruz, además, le pasó el presupuesto menor a 60 millones a casi 300. Ante el poder de los recursos, de a poco fue siendo conocida como la Vicegobernadora, pues era ella quien daba las instrucciones a los soldados.
En gobierno de Veracruz, sin embargo, no le fue bien ante el escenario desbordado de violaciones a los derechos humanos que imperan en Veracruz y Coatzacoalcos. La detención de Gina se viene a sumar a los ataques electorales que constantemente ha estado enviando Vasconcelos, candidato del PRI a la alcaldí­a de Coatzacoalcos. Con Duarte de Ochoa, con Gina de Vocera, sólo se criminalizó más a los periodistas, habiendo oficinas alternas en donde ciertos personales se dedican a atacar sitios de noticias y a desviar la atención de ataques a las figuras del PAN.

PRISIÓN PREVENTIVA

A las seis y media concluyó la audiencia primaria de Gina Domí­nguez en Pacho Viejo, pese a que fue defendida por su hermano, Uriel Domí­nguez Colío, ex MP, el juzgado de control le impuso un año de prisión preventiva ante los señalamientos y el riesgo de que huya. Se le imputan diversos delitos pero el peor es haber sido parte de una estructura de empresas fantasmas que desvió 4 mil millones de pesos.


1 comentario(s)

Dora Ponce 21 May, 2017 - 10:06
Enemigo mortal del régimen? Quién? Miguel Ángel Yunes? Por favor, son la misma basura sólo que son ratas de diferentes alcantarillas. #pederasta #losdemoniosdeleden #lidiacacho

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