Telever “hace agua”
•Dicen que será cerrada
•Millonaria deuda de Duarte
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En los pasillos de Telever, filial de Televisa, una frasecita que se ha convertido en bíblica significa “la comidilla del día”.
“¡Tú eres mi Pípila!”, se dicen unos a otros los empleados, desde reporteros y camarógrafos hasta secretarias.
Luis Velázquez
En ningún momento se debe a que las fiestas patrias se anticiparan y rindan homenaje, digamos, a Narciso Mendoza, el niño de doce años perteneciente al ejército infantil de José María Morelos, que en 1812, en Cuautla, rafagueó al ejército realista del general Félix María Callejas, con tan buena puntería que todos huyeron.
Y así Mariano Matamoros entró a la población como generalísimo.
Los empleados de Televisa, filial Telever, se saludan como buenos días, buenas tardes, buenas noches con el grito patrio de “¡Tú eres mi Pípila!”, porque tal cual reproducen el mismo grito libertario que el director del canal, Ignacio Reyna, solía decir WhastsAAp a Javier Duarte, quien, feliz, realizado, pleno, sonreía.
Y quizá la sonrisa mudada en carcajada batiente si recordaba, por ejemplo, que a su primera vocera, María Georgina Domínguez, le llamaban “la Juan de Arco del siglo XXI en Veracruz”.
El director de Telever llevaba así al prófugo de la justicia a la excelsitud en reciprocidad, digamos, a muchas atenciones, como la trascendida (lo que parece inverosímil, increíble, insólito) de que era su asesor político y le pagaba 120 mil pesos mensuales.
Pero, bueno, en la concordia universal… todo es posible.
Y le pagaba, dicen, tal cantidad, con todo y que un mes tras otro la deuda del gobierno de Veracruz a la estación televisora se fue multiplicando hasta quedar entre 350 y 400 millones de pesos…que ahora, ni modo, están congelados por la yunicidad, partiendo de un principio universal: “no hay dinero, las arcas fueron saqueadas al por mayor”.
Claro, ninguna duda habría de que tratándose de Televisa, más que de Telever, y en caso de que sea cierto, el Yunes azul estaría renegociando con la central.
¡Vaya el lector y el historiador de los medios en el Golfo de México a saber!
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Algunos medios han cerrado y/o se han estrangulado.
Por ejemplo, el cierre de los diarios “AZ” en Veracruz, “Marcha” y “Política”, en Xalapa, y el cierre del semanario “Punto y aparte”.
La semana anterior el despido de 40 reporteros de páginas digitales y páginas web de la prensa escrita.
Según las versiones, en Telever aplicaron, digamos, un reajuste de personal como parte del reajuste nacional y un montón de trabajadores de la información fueron despedidos.
Entre ellos, los conductores Eloísa Maasberg y Rogerio Pano, quienes, mínimo, tenían más de 25 años de antigí¼edad, que les eran reconocidos, más otros ocho, nueve, diez, en el limbo laboral.
De acuerdo con las versiones, Pano percibía 50 mil pesos mensuales y Maasberg veinte mil.
Ahora, Pano fue relevado por el diarista Julio Morán, de quien se afirma sólo quedó en veinte mil pesos mensuales de salario, pues ni modo, tiempo de austeridad.
En la versión mediática se afirma que una de las razones que descarrilaron a Telever fue la deuda millonaria de Javier Duarte y que han llevado a la reestructuración empresarial.
Incluso, los audaces y temerarios (lo que resulta inverosímil) aseguran que los días, los meses quizá, de Telever, están contados, pues la decisión del cierre de la televisora ya fue tomada en la Ciudad de México.
Y de cumplirse el aviso, la versión y/o la profecía, Telever quedará como una corresponsalía con las acciones centrales en la filial de Televisa en Guadalajara.
Se estaría, entonces, en el cierre de una de las estaciones más importantes de Televisa en el país, se afirma, porque la deuda de Javier Duarte llevó al fondo del precipicio.
Y más porque tres meses después, la Yunicidad se mantiene firme.
“Ni un peso para los medios” ha dicho el góber azul.
Y ni modo que el director local repita a Miguel íngel Yunes Linares la misma frasecita bíblica que al prófugo de la justicia:
“¡Tú, Yunes, eres mi Pípila!”.
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Durante varios sexenios, y como punto de referencia, desde Patricio Chirinos Calero (1992/1980) a Javier Duarte, la mayoría de los medios (un 98 por ciento) han vivido del gobierno de Veracruz.
Incluso, y en los días que corren, unos medios de Xalapa tocan puertas a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y les presentan presupuestos para difundir las acciones oficiales y cuidar la imagen de los titulares… a cambio de doscientos mil pesos mensuales.
Y hasta con retroactividad.
Por eso, cuando de pronto, un medio se portaba mal y se salía de la tangente, la secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, les cerraba la llave un mes, dos meses, tres meses, suficientes para empezar a tronarlos.
La Yunicidad ha sido categórica. Ni un peso para los medios.
Desde luego, algunos magnates periodísticos y reporteros se preguntan si tal decisión democrática del gobernador se mantendrá con firmeza, aun cuando unos apuestan “veinte y las malas” que el jefe máximo de la revolución azul esperará con frialdad y cálculo político a que sigan tronando más medios, solitos, y luego, Alá enviará la luz con el paso siguiente.
Por lo pronto, Telever, la gran empresa televisiva de la nación, aquella que en el sexenio de Carlos Salinas se declaró “un soldado del PRI”, está haciendo agua.
El duartazgo, entonces, quedará como un capítulo inolvidable en que el director descubriera en el fugitivo al Pípila del siglo XXI en el Golfo de México.
Cuando menos, se ha dado una aportación más a la historia de la picaresca en el matrimonio por conveniencia, maridaje, entre los políticos y los medios.