Tránsito, cueva de malandros
•Hasta BMW tenían...
Desde los tiempos de Fidel Herrera, la dirección de Tránsito municipal de Veracruz es una madriguera de malandrines. Los jefes operativos de ese entonces llegaban en coches BMW que ni el alcalde traía. Vaya, dentro de la oficina de tránsito operaba una minisucursal a la que se desviaba el recurso de las multas, manejada por el cártel de Los Zetas, en la que había hasta un frigobar con golosinas y refrescos para hacer menos pesada la estancia a los maleantes que allí despachaban.


