Indira tiene 29 años de edad y es licenciada en Derecho por la Universidad Villa Rica, de donde egresó en 2011. Cuenta con una Maestrí­a en Ciencias Penales y habla inglés, japonés y francés.
Esas fueron las credenciales que Yunes Linares dio de ella el pasado 14 de junio al presentarla como la jefa de la oficina del gobernador.
En sus manos quedó coordinar la elaboración del Plan Veracruzano de Desarrollo, la gira del entonces mandatario estatal electo y la entrega-recepción de cada una de las dependencias estatales.
“Sé que muchas mujeres se van a reflejar en ella y quiero decirles que este es el nuevo rostro de Veracruz”.
Las semanas previas, Rosales San Román era la secretaria del Ayuntamiento de Boca del Rí­o. Los cargos anteriores a ése, se pierden en el corto tiempo de una trayectoria tan vertiginosa como la de ella.
Su empeño se refleja en su propuesta para la polí­tica social de los siguientes dos años: crear el primer programa de desarrollo social emanado desde una administración estatal en Veracruz.
La ruta será borrascosa para el proyecto de Indira, a quien tocó una dependencia marcada por daños millonarios al erario público y por la simulación de apoyos a las comunidades del quinto estado más pobre del paí­s.
Pobre Veracruz, pobre
Por los bajos ingresos, educación limitada y restricciones para el acceso a la seguridad social y a los servicios básicos de la población, el Consejo Nacional de Evaluación de la Polí­tica de Desarrollo Social (CONEVAL) ubicó a Veracruz en el quinto lugar en pobreza a nivel nacional en 2010.
Este organismo encontró que hasta un 25 por ciento de los habitantes de la entidad padecen de pobreza alimentaria. Un 58.2 por ciento carecen de un patrimonio.
El rezago social, distinto a la pobreza en que solo mide el acceso a la educación, servicios básicos, calidad de vivienda y salud, mantiene a Veracruz en el cuarto puesto en todo el paí­s desde el año 2000.
Tristes son las cifras de la pobreza y el rezago social en Veracruz, sin embargo el desencanto aumenta si se añade perspectiva.
Comparte los primeros lugares en la tabla, junto a Chiapas, Guerrero y Oaxaca que, a diferencia del estado veracruzano, en 2015 fueron las entidades que más disminuyeron sus niveles de atraso en todo México.
El avance más alto para Veracruz desde el año 2000, a decir del CONEVAL, ha sido en las viviendas que disponen de una lavadora, lugar que ocupa con Tabasco e Hidalgo. En 2010, 45 por ciento de las casas no tení­an una lavadora, número que en el 2014 disminuyó a un 41 por ciento.
En el resto de indicadores la carencia de progreso y de bienestar para los veracruzanos continúa presente, colocando a Veracruz entre los siete estados que concentran a los municipios con menor í­ndice de desarrollo humano en México.
El informe del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, presentado por la Cámara de diputados en 2013, dio a conocer que en la entidad veracruzana están 15 de los municipios con menor desarrollo humano en el paí­s.
Una condición que la administración anterior de la SEDESOL enfrentó simulando la entrega de despensas y cobijas compradas a empresas inexistentes.
Del engaño millonario y las empresas fantasma
En octubre de 2015, cientos de miles de familias afectadas por inundaciones y daños en sus viviendas que recibieron la declaración de desastre natural, nunca recibieron los cobertores, colchonetas y despensas que necesitaban.
En noviembre, alimentos para regiones serranas y gallinas para apoyar los ingresos de varias mujeres de escasos recursos, tampoco fueron entregados.
La deuda de la SEDESOL con las familias veracruzanas es de 431 millones 431 mil 445 pesos, monto que fue a parar a compañí­as sin domicilio ni representante legal.
“Blot de México”, “DETG Construcciones Ambientales”, “SANTY Desarrolladora y Acabados” y “DM Estrategias en Construcciones Digitales”, son tan solo algunos nombres de las 10 empresas que recibieron los cientos de millones de pesos que hoy son contados como daño patrimonial de la secretarí­a.
En la revisión de la Cuenta Pública 2015, el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) encontró éstas y otras compañí­as con nombres tan absurdos como lo fueron sus presuntos servicios.
A los “Agroproductores Sade” se les pagó más de 36 millones de pesos por piezas para construcción; a “Edificaciones Abnegatio” se le entregaron 17 millones y medio de pesos por cobertores y colchonetas; mientras que a “Mannus Técnica y Construcciones” se le dio siete millones de pesos para despensas.
En su última comparecencia ante el Congreso local el entonces secretario Alfredo Ferrari Saavedra, se deslindó de las “empresas fantasma” y aseguró que se trató de un fraude ocasionado antes de que él fuera designado en la dependencia.
El caso está en las carpetas de investigación de la Fiscalí­a General del Estado, luego de que el ORFIS denunció a la SEDESOL no solo por las irregularidades en 2015, sino también en 2012, 2013 y 2014. Años en los que la SEDESOL fue prácticamente una pasarela de polí­ticos.
De 2010 a 2015, en Veracruz hubo tres secretarios de Desarrollo Social. Primero, Marcelo Montiel Montiel; luego, Alberto Silva Ramos; y antes de Ferrari Saavedra, estuvo Jorge Carvallo Delfí­n. Solo los dos primeros están siendo investigados por el desví­o de recursos.
Una labor histórica
El programa “Adelante”, con un logotipo impreso hasta el cansancio en obras públicas y apoyos de todo tipo durante el sexenio de Javier Duarte de Ochoa, impulsó los desví­os de recursos estatales.
El ORFIS observó que en 2015, no hay registro de la entrega-recepción de apoyos a instituciones por tres millones 707 mil 220 pesos. Pañales y despensas que aparecen bajo el rubro de “Programa Adelante”.
Además, hubo apoyos por tres millones 499 mil 220 pesos fechados en 2013, que sin mediar explicación fueron integrados al presupuesto 2015.
Los auditores fueron más allá. Visitaron 11 municipios del estado que la SEDESOL declaró como residencia de miles de beneficiarios. Nombres y viviendas que fueron asentados en el Acta del Comité de Contralorí­a Ciudadana como receptores de cobertores y despensas.
Ninguno de los entrevistados por el ORFIS declaró haber recibido uno de los miles de apoyos, equivalentes a la suma de 36 millones 514 mil 687 pesos.
Tras la simulación que significó “Adelante”, la propuesta de Indira es lanzar un programa de desarrollo social a nombre del gobierno estatal.
Quien fuera registrada como suplente de la aspirante a plurinominal Marí­a Elena Cadena Bustamante, en 2013, afirmó en dí­as pasados que desde el 26 de diciembre y en tan solo tres meses, se conformarí­a un padrón único de beneficiarios para Veracruz.
Aseguró que el personal de la secretarí­a serí­a incrementado temporalmente para conseguir encuestadores que, casa por casa, levantarán nombre y domicilio de las personas que viven en pobreza en el estado.
La tarea requerirá de 800 millones de pesos, pero será histórica, dijo. “No recibimos ningún programa de desarrollo social estatal. No existió ninguna acción durante los últimos años a la que tuviéramos que darle seguimiento”.