su humilde vivienda de tablas lo vigilan custodios del Penal de Pacho Viejo, a diferencia de un ex gobernador prií­sta que fue concedido con licencia para supuestamente afrontar los delitos de enriquecimiento ilí­cito y ví­nculos al crimen organizado.
Mientras Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador priista, es considerado prófugo, un veracruzano yace en cama, esperando su muerte rodeado de custodios que siguen las órdenes de una jueza corrupta.
El delito
Don Botello, como es conocido por sus vecinos, creó hace más de tres décadas una vivienda de tablas y láminas viejas en el terreno baldí­o de la calle Pablo Neruda número 1 de la colonia Manantiales.
Por años vivió tranquilo, dando asilo a algunos indigentes en su patio de tierra con una caliente taza de café de olla preparado entre leña, cumpliendo el pago del agua, luz, los servicios municipales de cualquier vivienda.
En 2015, Juana Palacios Texon, presunta dueña del terreno, quien no tiene escrituras del lugar, y familiar del actual alcalde de Coatepec, Roberto Palacios Torres, inició un proceso penal contra el adulto mayor.
Del procedimiento consiguió meterlo en dos ocasiones a la cárcel.
Con esposas y entre rejas, permaneció dos dí­as con sus noches recluidas en el penal de Pacho Viejo, a unos 15 minutos de Coatepec.
La primera vez encarcelado salió en libertad después de pagar 7 mil pesos que le prestó una conocida. La segunda, lo dejaron salir, pero bajo arresto domiciliario, como hoy vive en el Pueblo Mágico.
“Una prima me prestó el dinero, cada ocho dí­as le llevaba 50 pesos, 100, como 500 pesos sólo le junté, no podí­a más pero ella me dijo que ya ahí­ quedaba, me hizo el paro”.
Pisar un centro penitenciario por dos ocasiones lo obligaron a buscar los servicios de un abogado. No lo ha vuelto a ver desde que está en arresto domiciliario pero recuerda como lo traicionó.
Luis Parra se vendió a la jueza, al Sistema de Justicia de Veracruz y ayudó para que Juana Palacios, presunta dueña del terreno, siguiera siendo la beneficiada del caso.
Don Botello no le desea el mal pero no lo olvida. La memoria no le falla, entre pestañeos lo describe como una persona joven que lo alcanzó la avaricia y lo intentó manipular para que él, su abogado traidor, se quedara con el terreno si ganaban el caso.
En cuanto a la jueza, olvidó el nombre pero la detalla como una mujer morena, alta, trompuda y de mal genio que lo amenazó con firmar unos documentos que no sabe leer o recluirlo por tercera ocasión en Pacho Viejo.
Eduardo Botello Moreno firmó y en las primeras semanas de diciembre está custodiado por una patrulla de la Secretarí­a de Seguridad Pública (SSP).

“DUARTE SE LLEVÓ TODO Y NO LO VIGILARON”

Sus vecinos no lo dejan solo ni para dormir. Jóvenes, niños, mujeres y varones se adentran a la sencilla vivienda que está siendo vigilada las 24 horas del dí­a.
El coraje se transpira entre el frí­o, los vecinos mientan madres cada vez que pueden, comparan lo que pasa Don Botello con lo que vive Javier Duarte de Ochoa.
Robert y otros jóvenes no mayores a los 25 años le dicen “Tí­o”, por ser como un familiar perdido que los cuida de los abuso de autoridad por parte de la Fuerza Civil.
“No estamos de acuerdo que hagan este relajo con el señor que ya está grande. Si se enferman los custodios mandan a llamar a un médico, el problema es que esté en prisión domiciliaria, no sé qué daño pueda hacer”.
En menos de tres años, Robert y sus vecinos han observado levantones, extorsiones, abusos de autoridad y hasta la salida de un alcalde, Roberto “Juanelo” Pérez Moreno, presunto autor intelectual del asesinato de su tesorero, Guillermo Pozos Rivera.
La tranquilidad de Coatepec desapareció aún catalogado como Pueblo Mágico.
“Es injusto, no se vale porque tiene 91 años, tiene 35 años de vivir aquí­, yo tengo 32 años de vivir aquí­ y es una persona que no se mete con nadie, no merece que le hagan esto” externó Julia, vecina de Don Botello.
Ella se divide los horarios de comida con otras mujeres que reciben la colecta diaria de los varones jóvenes que meses anteriores disfrutaban el patio de tierra con café caliente que el “Tí­o” les regalaba.
La solidaridad se observa en dos cuadras a la redonda de la vivienda. Platos de comida, leña o algunos vasos salen de las casas para ser ocupados en la vivienda de tablas y lámina vieja.
A los 86 años quedó viudo Eduardo Botello Moreno, motivo para refugiarse más con los vecinos que no dejan de cuidarlo y defenderlo de un posible desalojo por Juana Palacios.
El caso no es único, otros dos terrenos de Coatepec también están en proceso de desalojo por la tí­a de Ricardo Palacios Torres.
“Ella tiene otros problemas y se ensañó con él, no tiene posibilidades de defenderse don Ernesto y nosotros pedimos ayuda o un amparo para que ya no lo vigilen, que se sienta libre, tranquilo”, insistió Julia.
“No es mi prima, es mi tí­a”, responde alcalde de Coatepec
La presión de los vecinos alcanzó los oí­dos de Ricardo Pedro Palacios Torres, presidente municipal, muní­cipe que tomó protesta el pasado 24 de julio del 2015 por el juicio de procedencia en contra de Roberto “Juanelo” Pérez Moreno.
A través de un comunicado, Palacios Torres se deslindó de su familiar.
“No existe ninguna relación entre la señora Juana Palacios y un servidor. Se ha informado que la señora es mi prima y no es así­, se trata de una tí­a con la que únicamente comparto el apellido, pero hace más de 10 años que no hay ningún tipo de contacto entre ambos. Por tanto, cualquier relación o ví­nculo que se haya descrito en medios es falso”, se lee en el texto enviado por el municipio.
El alcalde presumió que beneficiarán a Eduardo Botello Moreno con la construcción de un cuarto para dormitorio que le brindará una mejor calidad de vida, pero de la situación penal no se hizo mención.