La Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), señalada por fraudes y opacidad en sus finanzas y posibilidad para absorber los 20 mil jóvenes rechazados cada año de la Universidad Veracruzana, quedó en manos de Maribel Sánchez Lara, designada rectora y con una historia tan breve como numerosos son los escándalos de su esposo, el empresario Omar Alemán Chang.
La trayectoria de Maribel Sánchez Lara puede leerse apenas en dos párrafos, insertos en el comunicado de prensa emitido por la UPAV el primero de diciembre tras su designación oficial como rectora de esa institución.
Es licenciada en Mercadotecnia, con maestrí­a en Alta Dirección de Empresas por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), y otra maestrí­a en Dirección de Instituciones Educativas. Cursa un doctorado en Educación y fue rectora de la Universidad del Valle de México- Universidad Villa Rica Campus Veracruz.
El resto de su historia puede leerse en publirreportajes de la universidad particular que dirigió durante dos años, de 2014 a 2016, según se puede recuperar de diversas notas informativas en la sección “Sociedad” de periódicos locales.
De julio a noviembre de este año no existe información sobre el quehacer de Maribel Sánchez. Tampoco la hay sobre su ocupación antes de 2014, su alma mater o su origen.
Pinceladas de su paso por la conurbación pueden encontrarse en la prensa rosa, donde se relata su compromiso con Omar Alemán Chang, sin las fotografí­as o afectuosos titulares que caracterizan a estas columnas.
La exclusiva joyerí­a Cartier en la Ciudad de México, una botella de champagne y un anillo de esa casa francesa fueron los elementos de la proposición de matrimonio para Maribel en agosto de 2015.
Serí­a uno de los escasos relatos que Sánchez Lara comparte con el presidente de Grupo Lí­der Editorial y exdirector de la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC) en Veracruz.
Maribel coincidió en cumpleaños y eventos de beneficencia con Jorge Winckler Ortiz, actual encargado de despacho de la Fiscalí­a General del Estado, y Francisco Gutiérrez de Velasco, diputado federal.
Ambos panistas cercanos a Miguel íngel Yunes Linares, gobernador que el 1 de diciembre, en su calidad de presidente de la Junta de Gobierno de la UPAV, tomó protesta a Maribel Sánchez Lara como rectora.

MARIBEL SíNCHEZ DE ALEMíN

No hay un registro claro de la filiación polí­tica de quien dirige el destino de la UPAV en esta administración panista que comienza; sin embargo su esposo, Omar Alemán Chang, formó parte del gobierno priista de Javier Duarte de Ochoa.
El 16 de diciembre de 2010 fue nombrado director de la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC), órgano extinto en 2015 y que se ocupaba de destinar los recursos del impuesto del 2 por ciento al hospedaje, para la promoción turí­stica del estado.
Su salida de la OVC ocurrió apenas un año después de su designación, el 30 de enero de 2012, entre señalamientos de hoteleros y empresarios del sector turí­stico, quienes lo acusaron de desví­o de millones de pesos.
Mientras su sucesor en la OVC, Sergio Pazos Navarrete, anunciaba una auditorí­a en su contra por la ausencia de 35 millones de pesos en la Cuenta Pública de 2011, Omar Alemán Chang recibí­a 120 mil 835 pesos por concepto de publicidad de parte del gobierno de Puebla, encabezado por el panista Rafael Moreno Valle.
Según revela una solicitud de información de la publicación LadoB a Puebla Comunicaciones, el monto corresponde solo al año 2012. La cláusula de confidencialidad por siete años, en el contrato firmado entre Grupo Lí­der Editorial y el gobierno poblano, impide conocer el total de recursos recibidos por la empresa del veracruzano.
Su revista se ha encargado de tapizar parabuses y camiones de transporte público con el rostro de Rafael Moreno Valle, más allá de las fronteras de Puebla. El acto de promoción electoral anticipada, casi le significó en 2013 una sanción por parte del Instituto Electoral del Estado poblano, cuando reprodujo en decenas de espectaculares el rostro del entonces aspirante a la alcaldí­a de Puebla y actual gobernador electo del Estado, José Antonio Gali “Tony” Fayad.
Por decisión del instituto electoral de aquella entidad, Omar Alemán Chang se libró de una sanción. En Veracruz, tuvo una suerte similar: los resultados de la auditorí­a por las irregularidades cuando estuvo al frente de la OVC, nunca fueron dados a conocer.
La Universidad del Pueblo
El lujo en el anillo de compromiso Cartier y el prestigio al que alude una mención en las revistas del corazón, contrastan con la crisis, sueños rotos y hartazgo que viven quienes estudiaron en la UPAV.
Maribel Sánchez Lara quedó designada como rectora de la institución a la que decidieron sus antecesores poner como lema “Una universidad del pueblo y para el pueblo” y que a cinco años de su creación, es origen de problemas para docentes y estudiantes.
La UPAV, creada por decreto del exgobernador de Veracruz y prófugo de la justicia, Javier Duarte de Ochoa, fue observada por el Organismo de Fiscalización Superior (ORFIS) por un daño patrimonial de 267 mil 684 pesos, en la Cuenta Pública 2015.
El ORFIS determinó además la nula transparencia en el manejo de las cuotas de cobro a estudiantes. Además, el dinero no lo recibe la universidad, sino es administrado por la Alianza para el Fomento del Aprendizaje Asociación Civil, tras un convenio firmado el 25 de agosto de 2011 por el primer rector, Guillermo Zúñiga Martí­nez.
La Alianza para el Fomento del Aprendizaje actualmente tiene sus cuentas congeladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores desde el 25 de octubre tras una orden del Sistema de Administración Tributaria (SAT). La causa, evasión de impuestos.
Pese a su perfil de universidad pública, la UPAV cobra cuotas de 2 mil pesos por cuatrimestre y 3 mil pesos por semestre, más lo que se añada de libros, materiales escolares y el transporte que en fines de semana invierten sus estudiantes.
Dinero que en el caso de los alumnos y alumnas de Huatusco, nunca registró la agrupación civil a la que pagaron. El fraude los llevó a manifestarse en Xalapa, donde denunciaron que ni siquiera aparece su matrí­cula en la UPAV, que ahora les exige supuestos adeudos con su carrera.
Una irregularidad similar fue detectada en la UPAV con sede en Minatitlán, donde según el anterior rector, Juan Luis Alor Hernández, los coordinadores cobraban aranceles y no los depositaban a la Alianza.
No obstante, sobre Alor Hernández pesa un señalamiento de parte de maestros y maestras de la universidad popular, quienes en junio de este año lo acusaron de pretender distribuir propaganda a favor del excandidato a la gubernatura por la coalición priista, Héctor Yunes Landa, entre estudiantes.
El escándalo terminó con el despido de varios académicos y la inconformidad de los estudiantes, que además informaron que en el municipio de Uxpanapa la UPAV cerró cuatro licenciaturas y en Minatitlán dos fueron suspendidas.
Un destino parecido corrió el examen único de bachillerato que ideó la UPAV y fue encontrado sin validez por la Secretarí­a de Educación Pública. La Secretarí­a de Educación de Veracruz decidió suspenderlo hasta nuevo aviso, dejando en el limbo a quienes pagaron desde 2 mil pesos por una certificación “patito”.