Desalojan alcaldes palacio de Xalapa
Texto y fotos por Yerania Rolón
Como cuando finaliza una aventura, los manifestantes que ya habían entablado una amistad se abrazaban, se juntaban para tomarse la foto del recuerdo levantando sus dedos en señal de victoria y sonreían antes del click.
Estaban por abandonar el Palacio de Gobierno luego de 18 días de haberlo tomado. Al tomar sus maletas aseguraron que aunque no consiguieron el pago de las participaciones federales de los municipios, al menos consiguieron renovar la Secretaría de Finanzas.
Con algunas caras de incredulidad las personas acomodaron sus cosas y fueron saliendo uno por uno con sus maletas en las manos, las colchonetas en hombros, pero la orden se dio, desalojarían el inmueble.
Pocos minutos después de las 4 de la tarde, las personas que quedaban dentro del recinto, llenaron cubetas y sacaron las escobas para limpiar.
"Ahora sí limpiamos toda la basura del Palacio de Gobierno" gritaban las mujeres que escurrían el agua en el patio.
La mayoría eran boqueñas y limpiaban el edificio como si fuera su casa, echando el relajo que caracteriza a los porteños.
Horas antes, Clementina Guerrero rindió protesta como secretaria de Finanzas y Planeación, en lugar de Antonio Gómez Pelegrín, quien argumentó problemas de salud para presentar su renuncia.
A pesar de que Clementina negó ser una moneda de cambio, apenas y tomó el cargo en la dependencia se reunió con alcaldes de todos los partidos políticos. Minutos más tarde, los ediles de la alianza PAN y PRD decidieron desalojar el Palacio de Gobierno.
"El hecho de haber exigido desde la semana pasada la salida de Gómez Pelegrín y el hecho de que ella haya entrado el día de hoy nos hace pensar que las cosas pueden ir por mejor camino", dijo Miguel íngel Yunes Márquez.
Con nostalgia, Natividad Izquierdo, quien llevaba 4 días en el Palacio, procedente de Boca del Río se dijo contenta por haber apoyado a esta causa.
"Logramos apoyar a los alcaldes a que se hiciera justicia, estamos cansados pero muy contentos".
Ella dice que atendió a la gente que asistió dándoles de comer, porque llegaron desde todos los rincones de Veracruz.
Natividad dijo sentirse confiada en que no volverá a suceder ese tipo de acciones con el actual gobierno.
"No vamos a permitir que otro gobernador vuelva a tomar algo que no es suyo", dijo efusiva.
La mujer estaba orgullosa porque en todos estos días no se registró ningún conflicto ni se averió nada.
Opina que todos tenían un objetivo y por eso pudieron convivir sin fricciones.
En la algarabía del momento, reconoció que no hubo necesidad de limpiar a fondo el lugar porque siempre estuvieron pendientes del aseo, por eso, el aventar el agua con algunas cubetas para ellos se trató de un acto simbólico.
Todos creen que pudieron sacudir un poco la corrupción que durante los últimos años de gobierno se fue acumulando en ese edificio.
Cansada pero con la frente en alto, Natividad fue una de las mujeres y hombres que al final de esta protesta pasó entre una valla humana con la que mostraban el camino de salida y aprovechaban para decirse adiós.