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Crónicas
Lunes 20 junio, 2016

28 dí­as en huelga de hambre en Orizaba

Bernarda Sánchez, de 20 años, y Francisco Nicolás, de 50 años, indí­genas de Ixhuatlancillo, dispuestos a morir luchando en contra de la polí­tica represiva del presidente municipal, Juan Manuel Diez
•“El alcalde quiere limpiar de indí­genas ambulantes” al Pueblo Mágico donde también desaparecen personas
•“Estamos hartos de que nos pisoteen”
•”En Veracruz a nadie importan los indí­genas”


ORIZABA.- Agua y suero es lo que mantiene con vida a Bernarda Sánchez. Hace 28 dí­as que inició su huelga de hambre. Una protesta que, asegura, nació con el desprecio de Juan Manuel Diez, presidente de Orizaba, Veracruz. “Quiere ver su ciudad limpia de indí­genas ambulantes. Ya encarceló a dos ancianas y uno de nuestros jóvenes se suicidó luego de la madriza que le metió su policí­a”.

Miguel íngel León Carmona

  • Bernarda Sánchez. Derechos indígenas

  • Bernarda Sánchez

  • Felipa Nicolasa Francisca, presa de Juan Manuel Diez

  • María Carmela Candelaria Bacilia, presa de Juan Manuel Díez

  • José Francisco Nicolás Flores

Habla la joven de 20 años, con un tono de voz que apenas se registra en la grabadora. Hay cansancio en sus ojos, deshidratación en sus labios y jiotes en sus mejillas. Al dí­a de hoy, la paciencia, como su semblante, son raquí­ticos. La jovencita, con esfuerzo, se levanta de una silla con forro artesanal y advierte, avalentonada:

“En Veracruz al gobierno no le importan los indí­genas; a Juan Manuel Diez parece que le damos asco; Namiko Matsumoto Bení­tez, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, lo más que ha hecho por nosotros es rebajar la multa de dos ancianas que salieron de la cárcel. Ya estamos hartos de que nos pisoteen. Somos seres humanos, tenemos derecho a trabajar”.

Comparte la mujer desde el corazón orizabeño, en el parque Apolinar Castillo. Instalada en un galpón con techo de lona, forrado con mantas de letras negras y rosas, resaltando la exigencia de su pueblo, Ixhuatlancillo, el permiso para que 180 familias indí­genas, puedan vender sus productos de la cosmogoní­a náhuatl sobre el centro histórico de la ciudad.

“Desde muy chicos nuestros padres nos enseñaron a trabajar de manera lí­cita y honrada. Son más de 100 años los que hemos subsistido gracias a la generosidad de los orizabeños. Que no se le olvide al presidente, que el Pueblo Mágico que tanto presume, también es gracias a nosotros, a nuestra gastronomí­a, artesaní­a, medicinas y ritos que compartimos con la gente”.

Opina la señorita de falda rosa y bayeta tapizada de lentejuelas: el alcalde orizabeño carece de sentimientos, “el hombre se cree un emperador, se pasa por el arco del triunfo nuestras garantí­as constitucionales. Toma de rehenes a nuestros pequeños y sus policí­as les dicen que los van a desaparecer. Responsabilizamos al alcalde de cualquiera cosa que nos pase”.

Bernarda, en menos de cuatro meses, se ha convertido en un referente para los 16 mil habitantes del municipio de Ixhuatlancillo, perteneciente a la zona de las altas montañas, en la parte central del estado. El pasado mes de abril pisó la cárcel, fue una de las 15 apresadas por vender sobre la calle Francisco I. Madero.

“Sólo pedimos que nos dejen vender nuestros productos artesanales sin que nos discriminen. No pedimos que Juan Manuel Diez, nos dé empleo en sus negocios; en la Plaza Valle, en Fénix, en sus gasolineras, en el canal de Televisión, en las agencias de carros… Solamente que no nos pegue. La calle que no es de él, sino de los orizabeños” solicita la mujer de mirada exhausta.

Antes de levantarse por los documentos legales y fotografí­as que evidencian agresiones contra su grupo étnico, la joven de mirada anémica, comparte el motivo por el cual su pueblo se ha vuelto migrante.

“En Ixhuatlancillo no hay recursos ni oportunidades, nuestro presidente, Salvador Montalvo González, es lacayo de Juan Manuel Dí­ez; ha ocupado el cargo para enriquecerse. Los jóvenes se envician con “La droga de los pobres”: pegamento amarillo; otros terminan suicidándose”.

Argumentos que presentará ante Roberto Campa Cifrián, Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretarí­a de Gobernación, quien sostendrá una plática con los huelguistas, a quienes los representará Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, actualmente, diputado del congreso veracruzano.

“EL EMPERADOR DICE QUE ORIZABA NO NOS QUIERE”

“A Juan Manuel Dí­ez se le ocurrió hacer algo que nosotros llamamos la consulta del racismo. El 24 de febrero, el Ayuntamiento publicó en un periódico regional que se llevarí­a a cabo una consulta ciudadana llamada “Orizaba decide Sí/NO al ambulantaje”. Se trató de una ofensa: organizar una votación para privarnos el derecho de trabajar honradamente”.

La encuesta, como refiere Bernarda Rosas, se llevó a cabo los dí­as 13, 14 y 15 de marzo. A la fecha, un templete se exhibe junto al plantón de los indí­genas, sobre la calle Francisco I. Madero, la más transitada en Orizaba por lugareños y turistas.

Los resultados tras un total de 12 mil 236 votos, fueron los siguientes:

-No al comercio ambulante sin regulación en el centro histórico y sí­ a la regulación del comercio en las calles= 10 mil 169 votos, (83. 11 %).

-No al ambulantaje en el centro histórico y no al comercio informal en las calles= 761 votos, (6.22 %)

-Sí­ al comercio ambulante sin regulación en el centro histórico y sí­ al comercio informal en las calles= 505 votos, (4.1 %)

-Sí­ al comercio ambulante en el centro histórico y no a la regulación del comercio informal en las calles= 473 votos, (3.87 %)

-Votos nulos 328 votos, (2.64 %)

Con base en los resultados de la encuesta popular, la ciudad de las aguas alegres decidió con el 10 %, según las autoridades municipales, que los indí­genas y demás vendedores ambulantes deberí­an ser desalojados de la ví­a pública.

Sin embargo, el 20 de mayo los magistrados del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) declararon la nulidad del procedimiento de plebiscito, en el que se sometió a consideración si los artesanos de Ixhuatlancillo debí­an o no permanecer en el centro histórico comercializando sus artí­culos.

Para el TEV, si bien el ayuntamiento de Orizaba es competente para comenzar el procedimiento de una consulta popular, no lo es para organizarlo, desarrollarlo y vigilarlo, ni tampoco para declarar su validez; actividades que conforme a la legislación aplicable le corresponden al Organismo Público Local Electoral (OPLE).

Así­ mismo, los indí­genas desconocen quién realizó el escrutinio y cómputo. Finalmente, el TEV recordó mediante su dictamen que la administración del priista Diez Francos carece de atribuciones legales para declarar la validez del procedimiento mencionado.

Por su parte, Cecilia Contreras, lí­der del grupo de artesanos del municipio de Ixhuatlancillo, quien llega al galpón a preguntar por la salud de sus compañeros, amplí­a diciendo que tiene en su poder 40 mil firmas de orizabeños que están de acuerdo con la causa indí­gena, es decir, un 33 % de la población orizabeña; 121 mil habitantes, sustentado en el Censo de Población y Vivienda 2010, (INEGI). Los documentos firmados fueron remitidos al congreso de la unión, en Veracruz.

Además, asegura la representante, que la consulta estuvo amañada por América Argumedo Domí­nguez, secretaria particular de Juan Manuel Dí­ez y Juan Ramón Roldán Bravo, regidor tercero: “La gente que votó muchos de ellos son empleados de Juan Manuel Diez, los mismos que vienen a gritarnos que nos larguemos a nuestro pueblo o de criadas a otras ciudades”

“MERCADO DE LAS ALTAS MONTAÑAS, UNA ESTRATEGIA PARA ACABAR CON NOSOTROS”

Sustentados en la consulta ciudadana, el ayuntamiento orizabeño inauguró el Mercado de Artesaní­as de las Altas Montañas, un sitio que, afirman las autoridades, es basto para los más de diez pueblos que buscan una oportunidad laboral en la ciudad con menos í­ndice de pobreza extrema, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Polí­tica de Desarrollo Social (CONEVAL).

La inauguración del sitio se realizó el 14 de mayo de 2016, al tiempo que la Dirección de Comercio del Ayuntamiento prohibió, tajantemente, la venta de productos y servicios en los parques, plazas del centro histórico de Orizaba y sus principales calles.

Situación que molestó a los ixhuatlecos, pues aunado a las disposiciones ya mencionadas se implementaron sanciones de 800 pesos y el decomiso de la mercancí­a para los comerciantes que continuaran la venta de sus productos.

“El mercado, que tanto presume Juan Manuel Diez, no está techado en su totalidad y nuestras mercancí­as se echan a perder con la lluvia. Tampoco cabemos allí­, somos 180 familias, tan sólo de Ixhuatlancillo… No es ganado lo que van a meter”, considera Bernarda, mientras su Cecilia, su lí­der, le lleva suero para aminorar sus mareos que le iniciaron hace 15 dí­as.

“Nosotros no nos cerramos al diálogo; no es mala idea la creación del mercado, pero antes solicitamos 40 lugares afuera del mercado Melchor Ocampo, pues el Mercado de las Altas Montañas es de nueva creación. Tenemos que aclientarnos. ¿Cómo pretende el alcalde que vamos a mantener a nuestros hijos en un lugar de reciente creación?” cuestiona Bernarda.

“Nosotros le dijimos a este señor el pasado 18 de mayo, durante una mesa de diálogo: ¿Acaso podrí­a usted vender uno de sus autos en el desierto? Es imposible. Así­ nomás la gente no va a llegar a comprarnos. Además, nuestros productos son plantas de 15 ó 20 pesos, cositas que debemos ofrecer a la gente mientras camina; sólo así­ nos compran”.

Bernarda Sánchez, amplí­a su queja, advirtiendo que hasta la fecha el coordinador de Desarrollo Económico de Orizaba, Raymundo Reynoso Limón, niega presentarles la liberación de Protección Civil, así­ como el nombre del arquitecto que estuvo a cargo de la obra.

“Por qué pedimos esos papales; el edificio fue hecho al chingadazo, los muros son muy antiguos; anteriormente ahí­ fue una cárcel, nada más medio arreglaron la fachada. Un proyecto que según el presidente costó 27 millones de pesos al erario público”.

“Aceptar el trato que propone Juan Manuel Dí­ez es aceptar un poco más de 40 lugares, dejando a la mayorí­a de los compañeros sin trabajo. Una vez que firmemos dicho acuerdo a nadie dejarán vender sus productos en el centro histórico; es evidente que quieren acabar con nosotros”.

“Nuestra huelga de hambre es la única manera diplomática para hacerle ver al mundo que ya no queremos sufrir más discriminación y racismo por parte de la autoridad de este municipio, nos oponemos a que este presidente, como si fuera un emperador, acabe con nuestros derechos humanos” finaliza la mujer, previo a tomar un descanso. La fatiga ya le asedia incluso al hablar.

“LOS NIÑOS SABEN QUE SU PADRE ESTí PELEANDO POR SU PUEBLO”

Tras dos horas de entrevista, Francisco Nicolás despierta sobre su catre de aluminio, anexo a la silla donde ahora duerme Bernarda. Es un hombre que raya los 50 años. Su barba, su bigote y su aliento confirman que a casa no ha ido en 28 dí­as. De í­mpetu un poco más firme que el de su compañera, se levanta y cruje los huesos de su espalda, antes de dar su testimonio.

“Mi enojo, como varón, es por la actitud de los policí­as de Orizaba; le pegan a nuestras mujeres como si fueran trapos. Y ahora nomás así­ se roban nuestra mercancí­a, porque no se le llama de otra manera. Antes decomisaban los productos y nos dejaban recogerlos, ahora no; se quedan con nuestras inversiones” comparte del hombre mientras peina sus barbas grises.

Los hijos de José Francisco Nicolás Flores, de 7, 12 y 14 años, saben que si no ha llevado monedas a la casa es porque ha permanecido ofreciendo su hambre como protesta, todo con tal de caminar libremente ofreciendo muebles de madera de Xochicuahiutl, así­ como plantas en macetas de carrizo y barro.

El hombre, de huaraches de piel y suela de llanta, detiene las canciones de Los Huracanes de Tijuana en su radio color azul y comienza a enumerar las agresiones que la policí­a orizabeña ha ejercido contra los ixhuatlecos.

EL 20 DE FEBRERO DE 2016 “los pinches polis agredieron a cuatro señoras, las detuvieron mientras vendí­an burbujas de jabón, paletas de manzanas y virgencitas talladas en yeso. Les valió madres, las agarraron del hombro y se las llevaron a la cárcel”.

Las cuatro mujeres fueron encarceladas en el Centro de Internamiento del Distrito Judicial número XV, conocido como “La Tomita”, llamado así­ por ser la antesala de los presos en el penal de La Toma, en Amatlán de los Reyes.

“El mismo dí­a levantaron a Noé Garcí­a Rosas, un menor de 17 años. A él lo amenazaron en la cárcel diciéndole que si no le bajábamos lo iban a desaparecer. Que los indios mugrosos no tienen derecho a protestar. Nos organizamos y quedó libre, desgraciadamente el 29 de abril lo encontramos ahorcado en el patio de su casa”, culpa don Nicolás, mientras se soba la barriga por el hambre.

EL 05 DE ABRIL: policí­as municipales se llevaron, esta vez, a 15 personas, entre ellos gente de Orizaba que apoyaba el movimiento indí­gena. Lo anterior tras darse una batalla campal frente al Teatro Ignacio de la Llave, dejando un saldo de cinco heridos.

Los 15 detenidos salieron bajo fianza después de 72 horas. “Nunca se les explicó por qué los encarcelaron. Únicamente dijeron que seguí­an órdenes de Juan Ramón Herebia, el encargado de la seguridad pública en Orizaba”.

Con base en la declaración de Nicolás Flores, tras los incidentes se turnaron quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos. “La señora Namiko Matzumoto supo de estas agresiones y nunca le importó. Se lo expondremos a Roberto Campa Cifrián, a ver si a él le preocupan estas violaciones”.

EL 02 DE MAYO DE 2016 nuevamente tres elementos de la policí­a municipal de Orizaba fueron captados, por personas con sus celulares, agrediendo a una mujer ixhuatleca. Actualmente los videos permanecen en las redes sociales, donde se observa cómo los agentes ejecutan la detención de la vendedora de dulces de albaricoque.

En la cinta se aprecia también que uno de los gendarmes le advierte al dueño del móvil, Anón Hispano, detener la grabación o también se lo llevarí­an por “obstruir” la labor de la justicia. La última toma capta el rostro de la mujer llorando al ver su mercancí­a regada sobre el suelo.

13 DE JUNIO DE 2016: “esta agresión fue de las más cabronas, los mismos policí­as se llevaron a siete personas, entre ellos; niños de un año y medio, 2 años, 4 años, 10 años, otro de 14 y uno de 18 años. También recogieron a dos ancianas, Felipa Nicolasa Francisca y Marí­a Carmela Candelaria Bacilia. A los niños los soltaron luego, pero al mayor de edad y a las señoras hasta que pagamos fianza” acusa don Francisco.

“Ese dí­a llamamos a Namiko Matsumoto. No querí­a contestarnos el teléfono y tuvimos que llamar a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para que la obligaran. Tardó dos horas en atendernos, lo único que hizo fue mandar a un delegado para que sacaran a nuestras viejecitas, por ellas pagamos 80 pesos; por el chamaco mil 200”.

El hombre comenta que tan sólo con la multa de una de las seniles, 80 pesos, comen dos familias ixhuatlecas en el dí­a, dinero suficiente para comprar cinco kilos de maí­z par tortillas, frijol y un sobre de café. Aquella vez, entonces, se fueron las ganancias diarias de cuatro familias.

“Hoy le digo a Namiko que me explique, porque yo no fui a la escuela, ¿en qué ley dice que nos pueden agarrar y llevar sin orden de aprensión sobre la ví­a pública? ¿Sabe lo que le cuesta ganar mil 200 pesos a un indí­gena? cuestiona el hombre a la Presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

14 DE JUNIO DE 2016: este acto, que los indí­genas consideran de hostigamiento, consistió en suspender la energí­a eléctrica, de manera repentina, en todo el parque Castillo; una manzana a oscuras en una de las ciudades más azotadas por la violencia en la zona centro; todo con tal de amedrentar a dos ixhuatlecos, protestando con las barrigas vací­as.

De esta manera, el hombre pide disculpas, pues quiere ahorrar energí­as, horas antes de exponer sus inconformidades ante Roberto Campa Cifrián, luego afloja la correa de sus guaraches y se tiende sobre las cobijas. Esta vez sintoniza la radio en una estación de música norteña, Ramón Ayala lo acompañará en su espera.

Sin embargo, antes de iniciar su siesta, pide a la grabadora que regrese y le confiesa: “Hay veces, como ahorita, que le pido a Dios que ablande el corazón de Juan Manuel Dí­ez porque al parecer quiere deshacerse de todos los indí­genas para siempre”.

“BERNARDA, LA MUJER QUE ESTUVO PRESA, DISPUESTA A MORIR POR SU PUEBLO”

“Mis fuerzas y mi energí­a se van acabando poco a poco, ya estoy cansada. Cuando comenzó todo hablábamos con la gente para explicarles nuestras razones de la protesta. Hoy prefiero pasarla sentada. Si ni siquiera hubiera acuerdo con la gente del gobierno federal, dejaré de tomar agua y suero. No me importa morirme, todo sea por una causa noble, el derecho a trabajar”.

De su familia habla poco, el 5 de abril fue de las más agredidas en la trifulca contra policí­as municipales. “Esa vez me subieron a la batea y me comenzaron a pegar, me jalaron el cabello, me dieron de patadas en el trasero y en mis partes de mujer. Tengo miedo de que vengan por nosotros y nos levanten”.

“Cuando nos llevaron a la cárcel nos tuvieron tres dí­as sin comer. Los policí­as regaban en el piso pegamento amarillo, el olor no se soportaba, era para que nos asfixiáramos y nos dieran mareos. Nos metí­an hasta de a diez en la celda, lógico que algunos nos vomitábamos”,

Fueron las últimas palabras Bernarda Sánchez, quien, a la fecha, cumple 28 dí­as sin probar alimento. Se ignora si el sacrificio servirá para que su gente pueda retomar las labores ambulantes; tradición que antecede un siglo. Ellos seguirán con la huelga y, aseguran, de no haber respuestas favorables dejarán de consumir el lí­quido vital, dispuestos a ofrendar sus vidas.


2 comentario(s)

Maria Cruz 21 Jun, 2016 - 06:03
Considero que tanto el gobierno como la gente de la huelga están mal, tiene razón en los tratos que se les da al decomisar sus productos donde no se les regresa, hasta coincido en que hay exceso de poder pero aquí hay otras cosas más que si estoy en contra de su huelga sin sentido, porque su ayuntamiento de donde son originarios no los apoya? Porque dicen que venden aartesanías si la mayoría venden productos chinos?? Eso afecta la economía del país. Algo que me dio curiosidad al ver videos de cuando se hubo los enfrentamientos Porque SI DICEN QUE NO TIENEN DINERO USAN PRODUCTOS CAROS YA SEA CELULARES Y TABLETS MARCA APPLE. Y mi última pregunta porque no se van a otros ayuntamientos?? para que no saturen su mercado son muchos los que venden lo mismo, considero que se gente que exige demasiado a un municipio al que no pertenecen. PPor cierto el ayuntamiento de orizaba ya los ayudo a unos porque no se van a río blanco, nogales SOLO PIDEN 40 ESPACIOS MÁS OSEA PUEDEN IR A ESOS DOS MUNICIPIOS Y SERIA ALGO NUEVO YA QUE EN ESOS OTRO AYUNTAMIENTOS NO HAY CASI AMBULANTES

marcelo montiel 20 Jun, 2016 - 20:06
juan manuel diez francos es un perro español represor y racista, se siente ser superior, y desprecia a los morenitos, igual que hace 500 años, pero ya llegó morena, y se la vamos enterrar toda al jijo de puta ese y toda su pinche familia, a la perra gachupina de su vieja y a todos sus hijos les entrará el fierro candente, que se regresen a su putísma patria que los pareó

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