Otra desaparición forzada de Bermúdez
•Caso del abogado Jorge Álvarez Javier, de 29 años, un abuso más de los policías del gobernador Javier Duarte
•“Fueron ellos. Fueron ellos. Esto no se va a quedar así" exclaman los familiares, luego de que cadáver "apareció" entre abatidos
•El abogado tenía "deshecho el rostro, un balazo en la cabeza y el pecho, fracturado el brazo y golpes por todos lados"
•El mismo tufo que en casos de Gibrán, y jóvenes de Tierra Blanca/ Reportaje de Ignacio Carvajal García
COATZACOALCOS, VERACRUZ.- "Fueron ellos", "fueron ellos", "esto no se va quedar así", exclaman familiares del abogado Jorge ílvarez Javier, de 29 años, cuyo cadáver apareció entre los abatidos por la policía el jueves por la madrugada, señalado de ser parte de una célula de secuestradores. La madre del finado previamente había acusado a la Fuerza Civil del comandante Arturo Bermúdez de haber sustraído violentamente al joven abogado de su domicilio en la colonia Tierra y Libertad. Ahora la opinión pública en Coatzacoalcos ubica el caso como una desaparición forzada más en el duartismo.
"Yo quiero justicia", alcanza a decir la afligida madre del abogado, Lorena Javier Arias, antes de que su familia se la lleve ante la presencia de los reporteros. "Hoy no quiere hablar, por favor, comprendan el dolor". Han pasado más de 14 horas desde la identificación formal del cadáver del licenciado y las autoridades han aletargado los trámites afuera del Servicio Forense.
Les pidieron numerosos documentos para avalar la identidad, una hora antes de que lo entregaran, algunos de ellos albergaban la esperanza de una equivocación y volvieron a pasar a la plancha fría del SEMEFO para ver el cuerpo.
"Cómo decirlo, no tengo las palabras. Tiene la cara muy lastimada. El rostro está desecho. Pero sí, es él. Su cuerpo, sus pies, todo concuerda", dijo una persona allegada a la familia que tuvo el valor de ingresar a las fauces de la muerte a desengañarse.
"No entendemos por qué pasó esto. No nos cabe en la cabeza quien pudo hacerlo o por qué. El abogado está muy lastimado, tiene fracturado un brazo, un balazo en la cabeza, otro en el pecho y muchos golpes", contó otra persona.
Así, el caso del abogado de Coatzacoalcos se perfila al mismo tenor de la tragedia en Tierra Blanca, con cinco jóvenes detenidos por la policía veracruzana, entregados a la mafia; similar destino al del joven de la Voz México, Gibrán Martíz, cuyo caso resultó en una recomendación la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) al gobierno veracruzano; huele igual al de los dos chicos de Playa Vicente Papantla sustraídos por la policía municipal; al de las mujeres embarazadas de Poza Rica cuyos cadáveres aparecieron en Puebla, y donde la familia acusa a la policía de elite de Arturo Bermúdez; y al mismo tufo de al menos 113 casos documentados de norte a sur de la entidad y en los que los gendarmes cargan la sospecha de haber perpetrado homicidios y desapariciones forzadas.
Lorena Javier Arias, la madre, no se soporta. El valor mostrado la mañana del jueves delante del jefe de la Fuerza Civil, Roberto González Meza, se convirtió en una profunda tristeza que sale de su corazón y se contagia a cada uno de los hogares de Coatzacoalcos donde dieron cuenta del drama que denunció horas después de que su hijo fuera sustraído, denunció, de su domicilio en la colonia Sector Popular.
"Fue como a la una de la mañana, ellos (la policía) ya habían estado vigilando mi casa, pero no les puse atención, fue en la madrugada que rompieron la puerta y se metieron. A mi hijo lo arrastraron de los pelos y se lo llevaron", expuso la madre delante del mando policial quien ni se inmutó, y ofreció atender a la mujer con el jurídico y prometió mano para su personal si eran responsables de algún delito.
Hoy Lorena no tiene palabras. Se las ha tragado y de ella sólo brotan lágrimas. Muestra empantanadas las manos de tanto secarse los ojos. La sensación térmica ronda los 52 grados en el SEMEFO ubicado dentro del panteón Jardín.
Tras 14 horas de espera se llevan al abogado en una carroza. En unas horas, menos de 24 tal vez, regresarán para entregarlo a la tierra. Jorge deja una madre rasgada en el alma, una esposa desamparada y un pequeño hijo. A sus 29 años, trabajaba para un bufete de abogados en la ciudad. Nadie sabe si alguna vez empuñó una arma, no lo creen capaz; pero para el gobierno de Veracruz, él y otras cuatro personas abatidas en esa madrugada, formaban parte de una banda dedicada la secuestro. Le dieron muerte en el operativo para rescatar a una ciudadana privada de su libertad el miércoles por la mañana en la colonia Tierra y Libertad.
La casa de Jorge y su familia, una pieza de unos cuantos cuartos. Se nota falta de mantenimiento, rodeada de canales de aguas negras, calles sin pavimentar, en uno de los conos de mayor pobreza en la ciudad. Frente a ella hay una escuela, en medio de arenales, maleza, bastante alejada de la bonanza de la capital de los hidrocarburos. La puerta de la vivienda aun muestra los cristales rotos y los daños causados, dicen, por la policía cuando ingresó violentamente.
La familia se encontraba analizando la situación en este inmueble la noche del jueves cuando alguien de ellos, en su celular, comenzó a ver les fotos del enfrentamiento en Las Barrillas y reconoció el cadáver de Jorge. "Es él, es su rostro y su playera", dijo. Otro sugirió que no podía ser, pues el cadáver de la rejilla forense mostraba pantalón puesto y zapatos; a Jorge lo sacaron en bermuda y descalzo. A las 10:00 del miércoles acudieron de nuevo al MP y el encargado les mostró una foto del cuerpo recogido junto a otros dos y armamento sofisticado. Era Jorge, no cabía dudas. La familia se comenzó a preparar para lo peor, el duelo, aunque hay algo más para lo que, aseguran, no tienen manera de afrontar, el lodo lanzado a la memoria de Jorge pues ellos está seguros de su inocencia y delito de lesa humanidad cometido por la policía: desaparición forzada.
La noche que murió Jorge ílvarez también murió José Manuel.
Rodríguez Magaña, de 23 años, con antecedentes penales por robo de coche, ayudante de un comerciante de autos; Carlos Alejandro González Quino, de 23 años, vendedor de verduras; y Carlos Arturo Rodríguez García, de 19 años, lavacoches. En la plancha fría aún aguarda un cadáver por reclamar.
En cuanto a la posibilidad de que el operativo en Barrillas y El Tesoro hubiera sido montaje, el gobierno de veracruzano no ha emitido una explicación a los reclamos preliminares de la madre. La tarde del viernes, mientras el cadáver de Jorge era acomodado en un estuche de pino, la SSP reiteró, en un comunicado, que la Fuerza Civil había logrado "el rescate de una persona del sexo femenino y la neutralización de cinco probables delincuentes, bajo un operativo efectivo, donde la ciudadana y personal operativo salieron totalmente ilesos".
DESAPARICIONES FORZADAS EN DUARTISMO
El 11 de enero de 2016, Bernardo, José, Susana, Alfredo y Mario Arturo, cinco jóvenes de Playa Vicente desaparecidos a manos de la SSP en Tierra Blanca, que después los entregan a una célula de delincuentes; hay más de deez detenidos.
El 19 de marzo, en Papantla, desaparecen dos jóvenes, hay ocho policías detenidos.
El día 27 de marzo, son sustraídos Jonathan Guillén Gómez, Cristian Francisco Hong, Mario Antonio Ahedo Guillén, Carlos Esteban Pérez Tolín y Fausto Isaac Cruz Aviña. Los primeros cuatro aparecen muertos en un basurero en Minatitlán y el otro sin vida en la autopista a Isla.
Amada González Pérez, Mariana González Pérez, Ricardo Uriel y otra persona, fueron encontradas sin vida en marzo de 2016 en Puebla; la familia denunció previamente desaparición por parte de la Fuerza Civil.
El 29 del mismo mes, en Coatzacoalcos, la familia de Javier Valencia Luviano denuncia participación de autoridades en su privación de la libertad y homicidio.
Moisés Sánchez Cerezo, periodista, con el apoyo de policías de Medellín, sujetos armados lo sacaron de su casa el 2 de enero de 2015; días después apareció sin vida.
En Tamiahua, Jalib García Vidal fue detenido por la policía el 8 de junio de 2015, y murió por una golpiza propinada en la comandancia.
Juan Enrique Mendoza Perdomo, sustraído por policías de su casa el 30 de diciembre de 2013, en Poza Rica; su cadáver apareció en el río Cazones.
El expediente 23/2013 de la CEDH documenta el asesinato de una persona en Tlacolulan a manos de policías de la SSP; sólo lo iban a detener por violencia intrafamiliar.
El expediente 45/2013 de la CEDH dice que en Banderilla, ese año, la policía golpeó salvajemente a un detenido hasta que “días después falleció, supuestamente propiciado por los malos tratos y golpes”.
Nathanael Fernández Alcántara, José Armando Jiménez de la Cruz, Eric Leobardo Solís López, Miguel íngel íngeles Manzano y Heber Arturo Castillo, detenidos el 2 de septiembre de 2015 en Cosoleacaque en un supuesto retén del Mando Único, sólo tren han aparecido, y muertos.
El 10 de enero de 2013, en Medellín, en medio de un operativo de la SSP, desaparece íngel Ulises Lara Pulido de 22 años, consta en la denuncia 776/2013 de la Agencia Primera del Ministerio Público de Medellín de Bravo.
El 11 de mayo de 2015, en Coatzacoalcos, supuestos elementos de la Fuerza Civil colaboran con sujetos que sustraen de sus domicilios a en Coatzacoalcos José Manuel Cruz Pérez, Jhonit Enríquez Orozco, Héctor Manuel Facundo Ramos, Eliaquín Alvarado Villafuerte y Roberto Gallegos Osorio, consta en la denuncia 234/ de la Agencia Segunda del MP.
Filiberto Alarcón Melgarejo, Arturo Figueroa Bonastre, Max Enrique López Batolomé, Charly Yosimar Rodríguez Torres, Miguel íngel Sandoval Cervantes y Elfego Israel Rivera ílvarez, y tres chicos más, resultaron víctimas de desaparición forzada por elementos de la SSP, al mando de Marcos Conde, el primero de diciembre de 2012, señala la denuncia 785/2012 de la Agencia del Ministerio Público de Cardel, mesa III.
En Orizaba: Héctor Jesús Carrera Méndez, de 26 años; Juan José Rivera Ballinas, febrero de 2013; Fernanda Salcedo Jiménez, de 21, en septiembre de 2012; íngel Montiel San Pedro, en abril de 2012; Aldair Mendoza Castillo, en septiembre del 2012; Luís Alberto Alamillo Rueda, de 27 años, en Septiembre de 2011, supuestas víctimas del Mando Único.
Además, David Durán Mota, en septiembre del 2013 (patrulla 1050); Emilio Brandy Nicolás, en junio del 2013; Cintia Aranda Ruano, de 21 años, iba con cinco meses de embarazo, acompañada de su novio; Isaac Hernández Campos, 29 años, y Martín González Gutiérrez, en junio de 2013.
Juan Miguel Reyes Rocha fue secuestrado el 12 de octubre en Orizaba junto con su esposa, cuñada y tres menores de edad.
En todos los casos anteriores, invariablemente, se menciona a elementos del Mando Único como los presuntos responsables.
Carlos Ortiz y Emmanuel Josymar Hernández Medrano, empleados de un bar en Orizaba, detenidos al salir del trabajo por la Policía, días después aparecieron sin vida, a uno le cortaron las orejas y la lengua.
En el Puerto de Veracruz se reportó el caso de Ricardo Adrián García Cruz y David Salas Sarías, en diciembre del 2013, quienes levantaron la denuncia por agresiones número 1416/2013 de la Agencia cuarta del MP.
Jonathan Isaac Mendoza Berrospe, de 17 años, en diciembre de 2013, denuncia 1293/VMP/2013; Víctor ílvarez Damián, 17 años, expediente 1269/VMP/2013; supuestamente llevados por operativo Guadalupe Reyes con otros ocho jóvenes en al colonia Formando Hogar.
El tiempo que pasó Marcos Conde en Cardel, colectivos de madres de desaparecidos de Xalapa y Veracruz, hablan de al menos 30 casos de jóvenes levantados por "la Barredora", que era apoyada por elementos de la SSP.
En octubre de 2013, elementos de la patrulla 1397 de la SSP detuvieron a al taxista Andrés Aguilar Marín en la capital. No aparece.
En enero de 2013 desaparecieron ocho elementos de la Policía Municipal de Úrsulo Galván: Agustín Rivera Bonastre, Juan Carlos Montero Parra, Samuel Montiel Perdomo, Guillermo Torres Perdomo, Alejandro Báez Hernández, Javier Arauz Colina, Luis Javier Valenzuela González y Aureliano Sánchez Tonil.