Agravios contra “El Mundo” de Córdoba
•Caciquitos abusivos en Huatusco
•El alcalde panista, responsable
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Desde el principio de semana, el periódico “El Mundo de Córdoba” enfrenta una campaña hostil, atroz y sórdida en Huatusco y que recuerda al México bronco de los caciques aldeanos, donde las palabras eran más peligrosas que las R-15, y en donde se imponía la voz del señor de horca y cuchillo.
Luis Velázquez
Se ignora, por lo pronto, si el rafagueo provenga de la autoridad municipal y/o de los políticos y funcionarios públicos en otras tareas, como la Comisión de Agua Potable.
El operativo represivo en contra del periódico dirigido por las hermanas Arróniz inició cuando publicaron y dieron seguimiento a un conflicto en la Comisión de Agua, a partir de un despido injustificado.
Pero, además, un ejercicio periodístico plural, pues de igual manera publicaron las diferentes versiones del hecho. Las dos caras de la moneda, sin tomar partido por nada ni por nadie, pero al mismo tiempo, otorgando espacio al hecho y lo que, se deduce, provocó el coraje político.
Primero, los reporteros fueron intimidados, acosados y amenazados.
Segundo, los caciquitos pueblerinos, que tanto daño causan, compraron la edición completa de Huatusco.
Tercero, “El Mundo” subió la noticia a sus redes sociales y entonces, las amenazas se multiplicaron.
Nadie, pues, y ante la cerrazón política en Huatusco, desearía que los colegas sufrieran, digamos, un sorpresivo ataque de caspa, porque en automático los presuntos culpables serían los funcionarios del Sistema de Agua.
Peor tantito sería si alguno de los colegas reporteros y/o los voceadores sufrieran por ahí un accidente automovilístico.
En contraparte, el presidente municipal está obligado a garantizar la seguridad en la vida y en los bienes, pero más, mucho más, la vida de cualquier habitante del pueblo.
Y más porque la cadena periodística de los Mundos ha estado en otros tiempos “en el ojo del huracán”.
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Por ejemplo, “El Mundo de Orizaba” filmó a la señora Araceli Salcedo, la madre de Fernanda Rubí, desaparecida en el mes de septiembre, 2012, cuando encaró al gobernador.
Y en menos de 24 horas, el video navegando en Internet alcanzó más de 3 millones de visitas y días después rebasó los 6 millones.
El video constituyó un éxito periodístico oportuno, registrado al pie de la letra, describiendo la historia de principio a fin del careo, con una gran responsabilidad cívica y reporteril.
Y por supuesto, en el palacio principal de Xalapa se irritaron, pues el video significó una expresión más del tipo de periodismo que están ejerciendo las hermanas Arróniz.
Un periodismo plural que cuenta las historias como son, sin medias tintas ni rodeos, como en Huatusco, que tanto ha irritado a la cúpula política.
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Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Veracruz ocupa el primer lugar nacional en agresiones de políticos, policías, carteles y cartelitos a los trabajadores de la información.
Más todavía, en esa lista negra, los presidentes municipales y demás autoridades locales (síndicos, regidores, funcionarios de confianza, titulares de organismos descentralizados y caciques) son campeones.
Acostumbrados a imponer su ley y mandar sin rendir cuentas a nadie y sin que nadie los cuestione ni evidencia, si una historia sórdida llega a los medios, entonces, se indignan y lo toman como una provocación, cuando, caray, el reportero sólo ha registrado la historia tal cual.
Desde 450 años antes de Cristo, el relato bíblico lo registra: “pueblo chico infierno grande”.
Así, los caciquitos creen que “muerto el perro se acaba la rabia”, y por eso mismo, reaccionan de acuerdo con su propia ley.
Hay, no obstante, un Estado de Derecho que respetar y al que todos los políticos, sin excepción, se deben.
Es la norma que ha de regir la vida pública.
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Hay unos políticos que están viendo la tempestad huracanada y soberbios y creídos, paridos por los dioses, en ningún momento se hincan.
Por ejemplo, van 18 reporteros y fotógrafos asesinados, más 3 desaparecidos que a estas alturas (y ojalá estuviéramos equivocados) ya estarán muertos, y por tanto, la cantidad fatídica subiría a 21.
Más tres exiliados… que necesitaron migrar para salvar la vida.
Más unas 360 agresiones y agravios en contra del gremio reporteril.
Y no obstante, como en Huatusco, algunos políticos quieren hacer y deshacer en sus pueblos, imponer su ley, pero más aún, silenciar a la prensa, que sólo ejerce su libertad, una garantía individual establecida en la Constitución General de la República.
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El presidente municipal de Huatusco es Santiago Chicuéllar Aguilar y es militante del Partido Acción Nacional, que tanto pregona la libertad de expresión.
En un anuncio promocional que tienen dedican espacio para la candidatura de Miguel íngel Yunes Linares al bienio gubernamental, lo que a la luz del OPLE significa un abuso y exceso del poder; pero que, oh paradoja, la autoridad electoral ha omitido.
Manda/más en el pueblo, el alcalde es el responsable de que los reporteros y/o voceadores de “El Mundo” sufran un ataque de caspa.