Tres meses de bloqueos carreteros
•Cambian trazo para el ducto de 22 kilómetros que alimentará a alcoholera de Atoyac, con gas del poliducto de Omealca; pero sigue molestia de habitantes
•Desde Xalapa amenazan con echarles Ejército
•Central energética de Atoyac es una de las compañías que le venderá etanol a PEMEX
•Diputado de Jalisco impone su ley en Veracruz
Laura Rojas
Zona centro.- El paso de los días sigue alimentando el descontento social que se gesta en las localidades de La Concepción y San José del Corral, con cerca de 2 mil habitantes cada una, ante la amenaza de las autoridades locales y una compañía privada de imponerse para introducir un gaseoducto de 22 kilómetros, que abastecerá de gas natural a la alcoholera “Central Energética de Atoyac” y “Destiladora del Golfo, S.A. de C.V.”, propiedad del diputado Salvador Romero Valencia, de Jiquilpan, Jalisco, una de la compañías veracruzanas que ”“paradójicamente- este año fueron consideradas para abastecer de etanol a Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Independientemente de las posturas tanto del Ayuntamiento de Yanga como de la compañía responsable, la gente tiene miedo, más bien terror por los incidentes que a últimas fechas se han registrado en ductos de PEMEX que atraviesan la zona de Omealca donde, por ejemplo, el mes pasado se generó una explosión que arrasó con una extensión de cañaverales y vehículos que supuestamente eran empleados por los “chupaductos”, dedicados al robo de combustibles.
El problema surgió desde el mes de agosto, cuando la compañía denominada “Gaseoductos y Estaciones del Norte S.A. de C.V.” llegó al Ayuntamiento, proyecto en mano, para solicitar permiso y/o notificar el inicio de los trabajos para la introducción de un ducto de seis pulgadas de polietileno, que conducirá gas natural desde un ducto de PEMEX que se encuentra en Omealca.
El proyecto se manejó en silencio, hasta que los vecinos vieron la maquinaria de la empresa realizar excavaciones sobre la carretera estatal Potrero Nuevo-La Concha, donde cuadrillas de trabajadores se apresuraron a introducir la tubería hasta cerca de la autopista Córdoba-Veracruz, pero de pronto los trabajos fueron suspendidos por los vecinos, encabezados por la agente municipal de La Concha, Santa Barragán Cruz, y el comisariado ejidal del mismo lujar.
Por su parte, los habitantes del poblado San José del Corral o J.J.Baz, cercano a La Concha y ubicado en el entronque de la carretera Yanga-Omealca, tomaron sus propias medidas, al bloquear la carretera, y posteriormente manifestándose en el Palacio Municipal, para presionar al alcalde Gerson Morales Villanos, a recibirlos, escucharlos y finalmente, sumarse a la postura del pueblo, de no permitir la instalación del gaseoducto.
Sin embargo, los habitantes de San José del Corral descubrieron que la maquinaria de la constructora seguía trabajando, fuera del poblado y durante las noches para evitar problemas con los vecinos.
En los últimos años, la compañía alcoholera “Zapopan”, ubicada en Atoyac, Veracruz, y propiedad de un diputado federal del estado de Jalisco, ha provocado malestar de habitantes de municipios de la zona centro, como Cotaxtla, Carrillo Puerto, Cuitláhuac y Yanga, debido a la contaminación de cuerpos de agua y recientemente por el arranque de un proyecto, consistente en la instalación de un gasoducto, que ha despertado el temor de pobladores de localidades de Yanga.
La alcoholera, que incluye a las compañías “Central Energética de Atoyac” y “Destiladora del Golfo, S.A. de C.V.”, propiedad del diputado Salvador Romero Valencia, de Jiquilpan, Jalisco, llegó al municipio de Atoyac en el año 2007, representando una importante competencia para los ingenios de la región, pero el año pasado cerró sus puertas varios meses, dejando en la calle a cientos de empleados, que más tarde fueron reinstalados cuando reanudó sus funciones la factoría.
A pesar de que las autoridades municipales intervinieron para obligar a la empresa a no instalar el ducto a través de la mancha urbana de varias localidades, sigue la preocupación e inconformidad de la población, ante el temor a los riesgos que representa el proyecto.
Por ellos los inconformes exigen que la compañía utilice pipas para trasladar el gas, o que de plano la alcoholera sea reubicada en otra zona, lejos de la población.
El ducto estaba planeado desde Omealca sobre el derecho de vía de la carretera estatal, para cruzar la comunidad de San José del Corral, llegar a la desviación de Omealca y pasar por Yanga hacia la alcoholera Zapopan, pasar por la comunidad La Concepción y continuar hasta la carretera Córdoba-Atoyac, donde llegará a la alcoholera, con una extensión de alrededor de 22 kilómetros. Los inconformes argumentaron que aunque la empresa tiene los permisos, ellos temen que ocurra una desgracia cuando quemen los cañales una vez que inicie la zafra.
Según los productores de caña, cuyas parcelas están cerca del trazo del gasoducto, los vecinos se reunieron para evitar que continúe la obra, pues por otro lado, a 100 metros se encuentra un pozo que abastece a la comunidad y temen que sea afectado.
“Ellos argumentan que construirán sobre el derecho de vía, pero eso no incluye las afectaciones sobre las parcelas de nosotros y no nos da una garantía de alguna compensación, sobre el beneficio que tienen; vamos a suspender los trabajos hasta que negociemos para que nos beneficie a ambas partes” dijo Silvino Carranza Quevedo, jefe de grupo del ejido El Macho, abastecedor del ingenio El Potrero.
La obra del gasoducto, según representantes de la compañía constructora, no pasará por las comunidades, sino por un tramo federal, a varios kilómetros de la mancha urbana, y no afectará los cultivos de caña. Además, el tubo de seis pulgadas, a decir de las autoridades municipales, cumple con las especificaciones técnicas, y tendrá una vida útil de 35 años, pero también serán instaladas válvulas de seguridad cada 5 kilómetros.
Sin embargo, a tres meses de haber arrancado los trabajos, hoy el camino está desierto, pues los trabajadores quitaron la tubería que habían metido y rellenaron la zanja, como si nada hubiera pasado.
No obstante, se encuentra latente la pretensión de la compañía para modificar el trazo del gaseoducto y llevarlo ahora entre la cabecera municipal de Yanga y la localidad Palmillas.
”AUNQUE NOS OFREZCAN OBRAS, LA DECISIÓN DEL PUEBLO ES NO AL GASEODUCTO”
“El problema está calmado por ahora, pero tendremos una reunión con los vecinos de San José del Corral, para analizar lo que se va a emprender. La compañía ofrece obras, pero la decisión del pueblo, lo que quieren los vecinos es no al gaseoducto, y por eso no se va a permitir, porque la alcoholera va a estar comprando su gas a PEMEX, y nosotros nomás expuestos a lo que pueda pasarnos”, expone la mujer en tono serio.
El problema es que en La Concha, la gente no está unida, cuenta, “ya que de unos 2 mil pobladores, a las juntas van si acaso 90 personas, cuando en San José del Corral se llena el parque, porque la gente tiene miedo”.
A mediados de octubre, el grupo de afectados acudieron hasta el hotel Real Villaflorida, para participar en una mesa de diálogo, con representantes del gobierno estatal, “donde cientos de compañeros nos alcanzaron y sacaron unas lonas, donde le gritaron al presidente municipal, Gerson Morales Villanos que era un vendido”, mencionó la mujer.
Luego, el 27 de octubre, una comisión de afectados viajó a la ciudad de Xalapa, donde fueron atendidos por personal de la secretaría de gobierno, entre ellos el subdirector de Control, Vinculación y Fomento Político, de la Subsecretaría de Gobierno, Jorge Carlos Bobadilla Carpy, y el subdelegado de Política Regional, Raúl Barrientos Trujeque, con quienes acordaron que este jueves 5, personal de la dependencia arribará a la zona para entrevistarse con los vecinos y buscar un solución a la problemática que los aqueja.
Ese día, el personal del gobierno lanzó una amenaza “me dijeron que les hablara por teléfono y les dijera que dejaran de estar bloqueando la carretera, porque si no nos iban a echar al Ejército”, denunció la mujer, al tiempo de acusar que por ahora, “sabemos que atrás de las instalaciones de la alcoholera, están apilados los tubos, y en camiones los están pasando hacia Omealca, lo cual quiere decir que están excavando por otro lado”, a escondidas de los pobladores.
ESTALLA REBELIÓN DE INCONFORMES; PERO LAS AUTORIDADES LES DIERON ATOLE CON EL DEDO
El 22 de septiembre pasado, estalló la rebelión en Yanga, cuando cansados de no ser escuchados, los habitantes de las localidades San José del Corral y La Concepción, así como de la cabecera municipal, llegaron al Palacio municipal, para manifestarse y obligar al presidente municipal unirse a la lucha en contra el proyecto de instalación del gaseoducto de la alcoholera.
Frente al Palacio Municipal, con pancartas y una manta de rechazo al gaseoducto, lanzaron consignas contra el gobierno que encabeza Gerson Morales Villanos, a quien acusaron de haber autorizado la obra, que según los afectados será una "bomba de tiempo", que atentará contra sus familias, escuelas y niños.
Ese día, ya cansados, los inconformes fueron invitados a pasar a la parte alta del Palacio, para entablar el diálogo.
Varios de los vecinos expusieron los peligros del ducto, al estar enterrado sólo a unos metros de profundad en lugares como la carretera y cañales, que son incendiados para el corte de caña en tiempo de zafra.
Una mujer le reclamó al presidente “ustedes dicen que no hay problema, me dijeron que nos iban a dar un seguro de vida, yo lo que quiero es vivir, no morirme”. Otro manifestante, la secundó “para qué buscan problemas, van a querer pagar la muerte de un padre, un hijo, un hermano o un abuelo”.
Al reprocharle que debe velar por los intereses del pueblo, los inconformes prácticamente obligaron al presidente municipal a manifestarse en contra del proyecto, y aunque argumentó que se trata de un asunto que fue autorizado por el gobierno federal y pidió la presencia de un ingeniero encargado de la obra, para que explicara el proyecto, al final el alcalde tuvo que aceptar que se sumaba a la demanda ciudadana.
“Si ustedes dicen que me sume a su demanda de no al gaseoducto, pues me uno”, comentó el alcalde, mientras uno que otro le recriminaban “no lo decimos nosotros, lo tienes que decir tú, convencido, que eres nuestro representante”, les dijo a los afectados, pero al transcurso de los días, semanas y meses, la palabra empeñada quedó atrás, y los inconformes descubrieron que sólo les dio “atole con el dedo”, pues los trabajos continúan, aunque a distancia de los poblados, a fin de no generar más conflictos con la población enardecida.
EN SAN JOSÉ DEL CORRAL ESTíN DISPUESTOS A TODO
El pasado 28 de septiembre, unos 200 habitantes de la localidad San José del Corral bloquearon la carretera Córdoba-Omealca, en demanda de la cancelación de la obra de introducción del gaseoducto que alimentará a la alcoholera de Atoyac, debido a los riesgos que representará para la población.
Los grupos de vecinos de San José del Corral o J.J. Baz, se organizaron para bloquear la carretera en sus dos entradas, así como en otros caminos alternos, para impedir el paso de los vehículos, mismos que tuvieron que circular por Yanga y San José de Enmedio.
Con pancartas de rechazo al ducto, lanzaron consignas contra el Ayuntamiento y el comisariado ejidal, por autorizar el paso de la obra cerca del poblado.
Incluso, algunos vecinos dieron a conocer que tuvieron que ir a sacar de su casa al agente municipal, Cosme Montero, ya que en un principio no quería manifestarse, al estar de acuerdo con las autoridades municipales. “Dicen que les dieron 50 mil pesos para que no dijeran nada, pero el pueblo se opone a la instalación del gaseoducto”, citaron vecinos del lugar.
Honorio Delfino Trujillo Castillo, un inconforme, dio a conocer que la molestia de los pobladores es porque se va a instalar un ducto de gas, para la gasera de Atoyac, el cual pasará por la congregación, pero nunca se les tomó en cuenta, para ver si estaban de acuerdo, sino que sólo hicieron una reunión con los ejidatarios y no es posible que por culpa del comisariado ejidal y sus subalternos, que recibieron dinero para permitir el paso del gaseoducto, ahora los habitantes estén en riesgo.
Mencionó que unas 200 personas de varias localidades como San José del Corral, Loma de Guadalupe, La Palma, San Miguel y La Concha, son los que se unieron en contra del proyecto, pero también pidió a otros lugares, de los municipios de Omealca y Cuitláhuac sumarse a la protesta.