•Los soldados espartanos, pese a su presunción por ser gladiadores invencibles, destacaron el apoyo invaluable de sus compatriotas arcadianos; no eran los mejores en combate; pero sus gritos eran sonidos de batalla. Indispensables en la guerra persa

Son el grupo sensación en la toma de protesta del presidente del CDE del PRI. Visten pantalones entallados, presumen sus labios con un rojo encendido, coquetean, lanzan piropos y besos. Buscan fotos tipo selfie con los dirigentes del PRI para adornar sus redes sociales.

Los Jarochos son una asociación lésbica - gay que gusta de asistir a eventos masivos y volverlos exitosos, nada fácil. Hoy no fue la excepción, cumplieron con puntualidad y elegancia, elevando la temperatura de los acarreados.

Si alguien merece el reconocimiento por parte de los animadores del PRI, y hasta de Javier Duarte de Ochoa, son Los Jarochos. La gente tení­a disgusto y recelo, pues en la entrada les quitaron toda clase de bebidas y alimentos.

Era casi medio dí­a y el tumulto fúrico no gustaba de corear las porras hacia el gobernador jarocho ni al nuevo dirigente estatal. Habí­a hambre y sed en el recinto.

Bastó que estos personajes entusiastas comenzaran a pasear por el auditorio con sus diminutas prendas para que el í­mpetu de campesinos, ex presidentes municipales, maestros y representantes sindicales, floreciera y se entregaran hasta quedar afónicos.

Nicole Hernández Jiménez, el lí­der travesti, alza la voz: “Estamos muy contentas de que nos inviten a estas fiestas, somos los indicados para poner ambiente”. “Vinimos en busca de apoyo. No sólo sabemos echar desmadre, entretenemos a la gente y no se les ve”.

En el estrado principal los funcionarios priistas lograron ver la aceptación de su gente, no obstante, tras bambalinas, Los Jarochos fueron los animadores por excelencia. Más provechosos que la música de banda y batucadas que se sumaron al folclórico evento.

“Buscamos apoyo para proyectos muy importantes, se nos viene el carnaval y no tenemos nuestro vestuario; pero ojalá y también salga para las chelas, ¡coño!”, comenta Nicole y gana el bullicio de su comunidad y algunos otros anexos.

El evento polí­tico llega a su fin. Los funcionarios priistas salen por zonas exclusivas entre aplausos, mientras que por la parte lateral salen Los Jarochos, felices se agasajan a la hora de los arrumacos.

Nicole, cómo buen lí­der, organiza a los suyos: “Bueno chicas, pasemos lista, ya están los homosexuales, las lesbianas y los travestis, nada más falta esta perra… Esta perra hambre que los culeros no han querido calmar”.