Apuntes de un jubilado
Alrededor de unas nalgas el mundo gira y gira…
24 de noviembre de 2011

Jean Paul Sastre, filósofo, maestro, escritor, periodista, ideólogo, combatiente, lo dijo de la siguiente manera:
”˜”™La patria, el honor, la libertad, nada existe.
”˜”™El universo gira en torno a un par de nalgas”™”™, femeninas, claro.
Ahí­, en las pompis normales, sin plástico, empieza y termina la vida y el mundo. El principio y el fin de la existencia y de la tierra. El misterio más fascinante y encantador de todos los tiempos. Antes y después de Cristo. Si Dios y el cielo existen, si el diablo y el infierno existen, está por verse. Las nalgas femeninas, con sus tiernas curvas, la piel de un bebé así­ tengan 30, 40, 50 años, encarnada en las pompis.
En la novela ”˜”™Territorio comanche”™”™ de Arturo Pérez Reverte, dos reporteros están de enviados especiales en la guerra de Afganistán. Una tarde, luego de la faena, tragan alcohol en su habitación. De pronto, alguien toca a la puerta. Es una reportera recién llegada de España.
Cansada, la reportera española solicita al par de periodistas le den asilo, pues ya no hay cuartos disponibles. Y le den permiso de darse un baño.
La reportera se instala y se baña. Pero está tan agotada, que sale del baño sin la toalla puesta y se tira de inmediato en la cama. Y queda dormida el resto de la tarde y toda la noche.
Tirada en la cama, la reportera duerme boca arriba. Con el cuerpo desnudo. Ni una toalla cubriendo sus extremidades superiores ni inferiores.
Los reporteros siguen libando. Una botella. Dos botellas. Y mientras toman ninguno platica. Solo miran y admiran. Contemplan. Escudriñan, absortos, fascinados, seducidos, a la reportera desnuda. Los senos exuberantes, firmes, estoicos, altivos, gallardos, soberbios, al aire. El estómago desnudo. Las piernas desnudas. Sus partes desnudas. Las piernas largas desnudas.
El principio y el fin del mundo. Un minuto de contemplación antes de la creación del mundo. El crepúsculo, cuando la luz del sol desaparece porque ahí­ viene la noche. La madrugada reflejada en las aguas del Golfo de México.
¿Qué mejor paisaje, alucinante que las nalgas de una mujer y/o los senos y/o el cuerpo desnudo, boca arriba, en el reposo de la guerrera tirado en una cama, mientras dos tipos se van emborrachando poco a poco y la miran y admiran?
Leo a Manuel Mejido en su último libro. ”˜”™Con la máquina al hombro”™”™. Siglo XXI. Ahí­ publica la entrevista con Jean Paul Sastre. El filósofo a quien descubrió sentado, solitario, en un café, cerca de la ventana, fumando su pipa y leyendo. Siempre leyendo. Pegado al libro.
Me acuerdo de Pérez Reverte con la escena narrada en su novela y que él mismo viviera en su tiempo de reportero.
Sigo preguntando de qué lado está la felicidad. Si de unas nalgas o de unos senos. (lv)