Apuntes de un jubilado/La adversidad encima de alumnos indígenas de la UV/23 de noviembre de 2011
Tres investigadores de la Universidad Veracruzana han puesto el índice en la llaga social sanguinolenta de Veracruz. Las familias de los estudiantes indígenas universitarios de norte sur de la entidad. Y da coraje. Vergí¼enza. Indignación.
Apuntes de un jubilado
La adversidad encima de alumnos indígenas de la UV
23 de noviembre de 2011
Tres investigadores de la Universidad Veracruzana han puesto el índice en la llaga social sanguinolenta de Veracruz. Las familias de los estudiantes indígenas universitarios de norte sur de la entidad. Y da coraje. Vergí¼enza. Indignación. Irascibilidad. Enojo. Desencanto de la cúpula política. Un paso más cerca de la desobediencia civil. De la resistencia pacífica. ¡Basta, ya estamos hasta la madre!
Lea, vea usted el dato duro, el dato escueto y lapidario. Los hechos. El resultado de de que a la fecha por Veracruz hayan desfilado 72 gobernadores.
El 76 por ciento de las familias viven con ingresos de menos de mil pesos hasta tres mil pesos mensuales. Incluidos, los gastos de los hijos en la educación superior.
El 66 por ciento de los estudiantes indígenas no cuenta con una enciclopedia o diccionario.
El 82% carece de computadora.
El 93 por ciento no tiene acceso a libros especializados.
El 64.2 por ciento de las familias de los alumnos indígenas de la UV vive sin drenaje en sus calles y pueblos, lo que empeora la calidad de vida cotidiana.
El 46.3 por ciento no cuenta con alumbrado público, cuando tan fácil es treparse a un montacarga e instalar un foquito, acompañada de un fotógrafo mediático para publicar la foto en portada.
El 55 por ciento no tiene cuarto propio para dormir.
El 73 por ciento no posee teléfono.
El 46.3 por ciento no tiene alumbrado público.
El 1.5 por ciento de tales hogares tiene suscripción a una revista y/o periódico.
El 5.2 por ciento cuenta con internet.
El 3.82 por ciento ve televisión por cable. (Miguel íngel Casillas, Jessica Badillo y Verónica Ortiz, La jornada-DF, 21, 11, 2011)
Y no obstante tanta adversidad en contra, el 72.03 por ciento de los universitarios indígenas han obtenido un promedio de calificaciones entre 8 y 10.
En tanto, el 49.45 por ciento apenas y ha tenido acceso a una beca en un tramo de la carrera.
Simple y llanamente, es la realidad avasallante que vivimos y padecemos en el Veracruz próspero.
Hay, pues, en medio de la pobreza, la miseria y la adversidad, el mundo en contra, de los estudiantes indígenas de la UV una firme voluntad para levantarse todos los días a seguir luchando, atrás del mismo, único objetivo: ser mejores cada día.
Y en ningún momento para tratar de ser mejores que los demás, sino para ser mejores cada vez más ellos mismos.
La pobreza y la miseria que arrastran desde años históricos están moviendo su lucha contra la desigualdad social y económica en que sus familias están atrapadas, soñando con la esperanza de que algún día, cuando pudieran terminar la carrera profesional, la vida cambie en su entorno y contorno hogareño.
Pero además, la mayoría de los alumnos indígenas de la UV estudian y trabajan. Trabajan y reciben una remuneración, pues con frecuencia entran a la talacha de la vida familiar y comunitaria. Ayudando en la siembra. Cortando caña de azúcar, café y cítricos los fines de semana al lado de sus padres. Cuidando a los hijos menores. Organizando eventos comunitarios. Etcétera.
Mientras tanto, el Congreso de la Unión acaba de estrangular más, mucho más, el presupuesto para la educación, para el campo, para las carreteras y para la salud, en tanto disparó el recurso para la narcoguerra. (lv)