Apuntes de un jubilado/Obligados médicos a rendir cuentas/22 de noviembre de 2011
En la tercera edad el lujo más sofisticado y más importante es la salud. ”˜”™En lo que cabe”™”™ decía mi madre. Y al mismo tiempo que la salud, unos centavitos para pagar la consulta médica y comprar las medicinas.
Apuntes de un jubilado
Obligados médicos a rendir cuentas
22 de noviembre de 2011
En la tercera edad el lujo más sofisticado y más importante es la salud. ”˜”™En lo que cabe”™”™ decía mi madre. Y al mismo tiempo que la salud, unos centavitos para pagar la consulta médica y comprar las medicinas. Y, bueno, si es inevitable, para la operación quirúrgica, el hospital, los días tirados en la cama del nosocomio.
Si el anciano tiene Seguro Social, Issste, Seguro Popular, ni hablar, va, digamos, un poquito de gane, pues la medicina social está atosigada de tanta demanda.
Pero de lo contrario, uno quisiera multiplicar el dinerito como los peces y los panes, pues hay doctores que cobran, cierto, 300 pesos de consulta, pero la mayoría oscila entre los 600 a mil pesos. Solo el costo diario de un cuarto en el hospital implica un ojo de la cara. Hay medicinas que valen más de mil pesos.
Por eso, en la tercera edad el anciano y su familia necesitan estar conscientes (más que nunca) de la siguiente realidad y circunstancia: los médicos están obligados a rendir cuentas del tratamiento a un paciente. Y si es necesario, interponer una demanda en la Comisión de Arbitraje Médica de Veracruz, creada con Miguel Alemán Velasco de gobernador a instancia del secretario de Salud, Mauro Loyo Varela.
Si un médico receta una, dos, tres, cuatro consultas y cobra cada una de ellas y cada consulta genera un gasto superior en la compra de medicinas y si el proceso curativo falla, entonces, uno, lo congruente y digno es encarar al médico, y dos, exigir un resultado concreto y específico, y tres, irse al pleito ante la Comisión de Arbitraje.
Y es que si el paciente cambia de médico así nomás, sin pedir una rendición de cuentas, a nada se llega.
Por eso se les paga.
De ahí que el anciano y la familia necesitan desarrollar una cultura de la queja, de la inconformidad médica, de la irascibilidad social, porque si los médicos dan un servicio y el servicio es deficiente, son culpables.
Y más, cuando los médicos especializados con maestrías y doctorados aplican exámenes con aparatitos que datan de la edad de Matusalem.
Por ejemplo, hay en Veracruz doctores con diplomitas de universidades extranjeras (y también laboratorios privados) con equipo de ultrasonido con más de veinte y treinta años de antigí¼edad.
Así, para aplicar un estudio ordenan al paciente tomarse dos, tres botellas con agua, cuando el paciente, mayor de edad, carece de capacidad física para aguantar la urgencia de orinar y con frecuencia micciona en el pantalón.
En cambio, hay otros, unos cuantos, escasos, limitados médicos que han adquirido el último equipo de ultrasonido en el mercado (vale 600 mil pesos) que permite efectuar el estudio sin que el paciente tome una sola gota de agua.
Y lo que es peor, la secretaría de Salud del gobierno de Veracruz se vuelve cómplice, porque lo permite, a cambio, se ignora, si de un embute, un privilegio, una canonjía, un doble, triple diezmo.
Por eso, si usted atraviesa momentos con tales circunstancias, indígnese.
Demande una rendición de cuentas al médico.
Y si el doctor se pone difícil, ni modo, ahí está la Comisión de Arbitraje Médico.
Y Si la Comisión lo protege y encubre, entonces, arme un escándalo mediático.
Simple y llanamente.
Los médicos también suelen caer en la impunidad. (lv)