Uno. Un dí­a se soñó presidente municipal de Boca del Rí­o y fue derrotado en las urnas por Miguel íngel Yunes Márquez, de quien antes fuera promotor y fans.

Dos. Entonces, buscó la candidatura a diputado federal y solo lo aceleraron porque nunca, jamás, levantó en la encuesta histórica.

Tres. Tal cual le ofrecieron un cargo público en el gabinete legal y/o ampliado del gobierno de Veracruz y lanzando su espada en prenda dijo que primero mostrarí­a su gratitud al régimen, y por tanto, servirí­a de operador electoral de la candidata del PVEM a la curul federal.

Cuatro. Así­, le otorgaron la comisión de operar en un par de colonias boqueñas y como su incapacidad e inexperiencia polí­tica electoral estaba fuera de duda, pidió a sus amigos juniors lo ayudaran.

Cinco. Y como ellos también estaban en lo mismo pidieron auxilio por otro lado.

Todo, porque Sergio Pazos junior un dí­a descubrió que en su vida, digamos, empresarial, no la hací­a y quiso seguir el modelo de Julen Rementerí­a del Puerto, quien apenas entró a la polí­tica levantó en su calidad de vida y de su familia.

Fue cuando su concuño, el delegado federal de la secretarí­a de Economí­a, José Antonio Mansur, amigo del gobernador, le abrió la puerta y por ahí­ se fue como en la ruleta rusa, mostrando su impericia y su miseria polí­tica.

II

Ahora, trepado en el abolengo empresarial, que es de sus tí­os, derrotado en las urnas por llegar sin hoja de servicios como un arribista y sin experiencia, montado en el simple apellido, quiere seguir igual que cuando llegara: humillando a los demás, sintiéndose parido por los dioses el pobrecito.

Pero, además, mesiánico, moviéndose con sus amigos juniors como una horda de improvisados que ningún beneficio social han generado para la población Hay de juniors polí­ticos a juniors polí­ticos. Ya quisiera Sergio Pazos Navarrete, por ejemplo, ser como los hijos de Fidel Herrera, José Murat, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, listos para el Congreso federal y luego enseguida para la gubernatura en todas sus vidas juntos.

Y, por añadidura, ordenando, mandando, regañando, como si fueran los grandes teóricos y prácticos de la ciencia polí­tica.

Por fortuna, el tiempo sexenal se les está acabando y solo quedan por delante 18 meses, donde la prioridad será ganar el próximo domingo las elecciones de diputados federales, tarea de priistas fogueados en el campo de batalla, y de inmediato enfrentar la selección interna del candidato rojo a la gubernatura, que será decidida, en el mejor de los casos, al alimón entre el gobernador Javier Duarte y el presidente Enrique Peña Nieto, a partir del regreso triunfal de la polí­tica imperial y faraónica.

Si de aquí­ pa”™lante, Sergio Pazos junior sigue encontrando la puerta abierta en la polí­tica local será, entonces, porque junior al fin… tendrá otros juniors en la elite.

Pero de ahí­ a tener militancia desde abajo, fogueo, derrotas y triunfos, conocimiento, dominio en la materia, es otro cantar.

Incluso, la mayor parte del priismo conurbano lo mira como lo que es, un oportunista.

III

Así­ como el caso de Pazos junior hay muchos otros, pero como siempre, otros juniors polí­ticos con mejor suerte y destino.

Por ejemplo, el hijo de Fidel Herrera, Javier Herrera Borunda, listo para entrar al Congreso de la Unión como diputado federal pluri, alistando maletas para la candidatura priista a gobernador de Veracruz en el año 2018.

El hijo del senador Emilio Gamboa Patrón, listo para sentarse en la curul federal, camino a la candidatura priista a gobernador de Yucatán.

La hija del diputado federal, Manlio Fabio Beltrones, Sylvana, lista para ocupar la curul federal, camino a la candidatura priista a gobernadora de Sonora.

El hijo de José Murat Casab, director del INFONAVIT, listo para brincar a la candidatura priista a gobernador de Oaxaca, donde el delegado del CEN del PRI, Fidel Herrera, le allana la posibilidad.

Ellos son los otros juniors de la polí­tica que ya deseara Sergio Pazos junior, pues apenas y su tí­o, Luis Pazos de la Torre, anduvo por ahí­ como diputado federal y delegado de BANOBRAS y de la CONDUSEF, pero al mismo tiempo, le resulta insuficiente para abrir el camino al sobrino.