Y por eso mismo, el gobierno del Estado ha decidido intervenir las arcas y de igual modo, quizá, quizá, quizá, intervenir el ángulo académico.
Más, mucho más, luego de aquel famoso anuncio en la prensa advirtiendo la apertura laboral para los egresados de universidades… menos de la UPAV.

PASAMANOS: Un segundo después de su creación en el Duartismo, la UPAV fue manchada con decisiones políticas.
Y en un dos por tres entró en el descrédito y el desprestigio educativo y pedagógico.
El gran maestro Carlos Ronzón Verónica trabajó un tiempo en la UPAV en la yunicidad. Y quedó perplejo y absorto con tanta corrupción política.
Peor, mucho peor, tratándose de una institución pública educativa.

CORREDORES: Luego de quince años consecutivos de evidencias ta’canijo resucitar (ajá) la confianza académica en la UPAV.
Ta’cañón, palabras mayores, omitir el pago de salarios devengados a los maestros.
Cañón de igual modo omitir el pago de bonos.
En resumen, lucrar con la UPAV como si fuera un negocio particular.
Por ejemplo, los estudiantes egresados reclamando en protesta social la entrega de los títulos luego de cursar estudios durante varios años.
Y los chicos respaldados por sus padres en la indignación crónica callejera.
Más, mucho más indicativo en un Veracruz donde cada año la Universidad Veracruzana, UV, rechaza a unos cien mil jóvenes soñando con ingresar.
Y, claro, en ningún momento los cien mil chicos rechazados de manera injusta pues está probada la incapacidad de la UV para absorber a todos.

BALCONES: En momento estelar, Yunes Linares y Cuitláhuac se ocuparon de la UPAV.
Pero, todo indica, fue insuficiente. Quizá un maquillaje superficial. Acaso faltó firmeza en la secretaría de Educación de Veracruz. Quizá los encargados fueron solapados. Acaso argumentaron la autonomía.
El resultado es desastroso.
Un año después, y cuando las circunstancias son insostenibles, la gobernadora asesta tremendo manotazo.
Dura y ruda tarea resucitar a los muertos.

PASILLOS: Una cosita es detectar y confirmar los ilícitos administrativos en la UPAV, y otra, mil, dos mil, tres mil años de distancia de años luz proceder en contra de los responsables y culpables.
Más, porque a todas luces “ordeñaban la vaca” suiza y “metían las manos al cajón” oficial.
Más, con aquella profecía bíblica de “devolver el dinero robado” a la población.
Se ignora si Nahle “barrerá para atrás”. Y procedería, incluso, y en contra, de los titulares de la UPAV en el sexenio de su antecesor Cuitláhuac García Jiménez.
La ordeña de la UPAV data de su nacimiento.
Y “árbol que crece torcido jamás la rama endereza”. (lv)