Levet, además, líder nacional de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU), el organismo sindical de las universidades públicas de la nación.
Desde estudiante estuvo metido en la pasión política. De líder estudiantil a líder sindical. Travesía de poco tiempo en el salón de clases como profesor arrastrando el gis y el borrador.
Futbolista. Cada sábado, en la ciudad de Veracruz solía jugar fútbol con los amigos y en el equipo del FESAPAUV, profes contra profes.
En su permanencia en la ciudad jarocha, a primera hora, antes de la salida del sol, caminaba despacio, lentamente, en el bulevar de Boca del Río.
Por lo general caminaba solo, para ejercitarse. Además, la certeza de que caminar es cavilar. Pensar. Reflexionar. Meditar. Escudriñar.
A veces se topaba con un amigo y juntos respiraban la brisa marina del Golfo de México.
Insólita su vocación sindical. Insólita su permanencia durante más de dos décadas y medias en el mando, digamos, obrero. Los académicos, unos obreros de la educación.
En su última aparición pública se declaró partidario de la permanencia del sociólogo Martín Aguilar Sánchez como rector de la Universidad Veracruzana (UV) para otro periodo de cuatro años.
Inició en la vida sindical bajo la brújula de su amigo y profesor Faustino Troncoso Olivares, que en paz descanse.
Y también descanse en paz su otro amigo y sindicalista,Cristhian Carballo, gran recitador poético.
Soñó como otros en el país con pasar del FESAPAUV a la silla principal de las Lomas del Estadio y en la Universidad Veracruzana como rector.
Pero quedó en la utopía.
Sorpresivo su fallecimiento. El paro cardiaco, afirman los doctores, es una muerte silenciosa. De pronto, ¡zas!, el tsunami.
Más porque se ejercitaba. Y parecía tener “una salud a prueba de bomba”. Fuerte. Vigoroso. Fornido.
Otro hecho constituye, por ejemplo, el asesinato de diecisiete políticos en la era Nahle en Veracruz.

2 (Del FESAPAUV a la CONTU)

Un líder nato.
Durante 25 años conservó el arraigo en el cuerpo académico de las sesenta, setenta, facultades de la UV.
Y al mismo tiempo, la misma relación química con los rectores de la UV en turno.
Indicativo: del FESAPAUV pasó a la dirigencia nacional de la CONTU con las universidades públicas de la nación.
Ahora, a la búsqueda del sucesor en el FESAPAUV. Quizá un encargado mientras los lideres sindicales de las facultades llegan a la asamblea estatal.
Más en las horas difíciles con la impugnación al sociólogo Martín Aguilar como rector.
Se ignora si Enrique Levet alguna vez pensó en la sucesión y fue preparando a uno o varios prospectos.
La UV, con más de siete mil profesores, aprox.

3 (Cuarteto de grandes)

Fidel Herrera, un mago de la política.
Reynaldo Escobar, gran operador político.
Mario Tejeda, otro operador político.
Enrique Levet, mago sindical.

4 (Todos al morir nos volvemos santos)

Levet se movió en el gran campo de batalla del sindicalismo.
Y a la altura del cabildeo y la negociación.
Y del conocimiento de la naturaleza humana como el famoso topo de Carlos Marx de olfatear los vientos para emerger a la superficie.
Por eso se mantuvo durante dos décadas y media.
Y más, trascendido en el país a través de la CONTU.
Por encima de todo, la paz en las universidades públicas.
Nunca lanzarse como “El borras” a la huelga.
El discurso de la concordia ejercido a plenitud.
Su talento para permanecer. Capacidad para negociar y en foros nacionales.
Una enseñanza de vida en el país de Fidel Velázquez Sánchez, el máximo jerarca en el siglo pasado de la CTM.
(Caray, el día cuando una persona muere se convierte en una santa). (lv)