Hemingway derrotado
**Chica de 19 años lo rechaza
**Y se puso a llorar...
UNO. Rechazó chica a Hemingway
A los 55 (cincuenta y cinco) años, aprox., el escritor Ernest Hemingway sufrió y padeció la peor derrota de su corazón.
Estaba en Venecia. Y se le declaró a una chica italiana de 19 (diecinueve) años. Y la chica lo rechazó.
Y Hemingway se puso a llorar “a moco tendido”.
Pasado un ratito, repuesto, pidió el siguiente favor a la muchacha:
“Nunca digas que viste llorar a Ernest Hemingway”.
DOS. Hemingway, el macho…
El Hemingway casado en cuatro ocasiones.
El Hemingway con varias artistas famosas como sus amantes, y quienes, algunas, lo esperaban nadando desnudas en su alberca en Finca Vigía en Cuba mientras terminaba de escribir las mil palabras diarias de cuota disciplinaria.
El Hemingway amante durante quince años de una mujer cubana de alquiler.
El Hemingway macho. Boxeador en Estados Unidos. Cazador marino en Cuba. Cazador en África. Rijoso. Peleonero. Torero en España.
El Hemingway a cuyo suicidio hallaron en Finca Vigía quinientas botellas vacías de whisky.
TRES. Faltaban 6 años para suicidarse
La muchacha italiana de 19 años era universitaria. Y paseando en Venecia descubrió a Hemingway sentado solo en la mesa de un café tomando un lecherito.
Ella se acercó y presentó. Y le dijo que había leído el mayor número de novelas y cuentos de su autoría.
Incluso, y para evitar la duda, la chica le fue exponiendo una relatoría de sus novelas.
Hemingway, sorprendido, perplejo y maravillado.
Le invitó un café y la chica aceptó con una sonrisa de 19 años.
Después, el escritor la invitó a caminar en calles de Venecia y seguir platicando.
Muchas, demasiadas tardes pasaron juntos. Platicando y caminando y tomando café.
Y Hemingway sintió de nuevo el cosquilleo del Rocinante… en su corazón.
Atraído y seducido por la chica.
Faltaban seis años para suicidarse.
CUATRO. Amantes en la literatura
Fue la peor, la peor, la peor derrota de su vida amorosa.
Nunca una mujer se le había resistido.
Y sintió y pensó que a los 55 años, aprox., tenía el mismo pegue, aun cuando suelen darse excepciones como la chica de veinte años fascinada con el pintor Pablo Picasso y con quien procreara un bebé.
Con todo, en la novela “Al otro lado del río y entre los árboles”, Hemingway cuenta la historia de un coronel y una chica, Renata, de 19 años, y veneciana, como amantes.
Y bien pudiera anotarse (quizá de una manera cursi, ajá) el fracaso amoroso del escritor en la vida cotidiana con aquella chica, pero amantes en la literatura.
CINCO. Experiencia de Amado Nervo
La vida es así.
A la muerte de su esposa divorciada de otro hombre, Amado Nervo se le declaró a su hijastra.
Y la hijastra dijo:
“¡Ay, papito, será muy difícil! Ahora te digo papito y si nos casamos deberé llamarte esposo”. (lv)

