Precio a Fernanda Rubí
1 (Quince años después)
La procuración de justicia en Veracruz resulta insólita. Inverosímil. A la altura, digamos, como la locura total y absoluta de vender café en el planeta Marte.
Y/o como cacarear un Veracruz sin secuestros, desapariciones, crímenes, extorsiones y fosas clandestinas, y en caso de darse, declararse “hechos aislados”.
Por ejemplo, los paquetes de la fiscalía general ofreciendo recompensas de 350 (trescientos cincuenta mil) por datos para ubicar a montón de personas secuestradas y desaparecidas.
Un caso, la bellísima Fernanda Rubí, hija de la activista Aracely Salcedo, plagiada en una discoteca de Orizaba en el primer año de Javier Duarte.
Seis años de Duarte.
Dos años de Miguel Ángel Yunes Linares.
Seis años de Cuitláhuac García.
Y un año de Nahle.
Y hasta apenas, apenitas, ahora…
Y cuando “tirios y troyanos” guinda y marrón festinan la salida de la abogada Verónica Hernández de la fiscalía general, quien fue elegida para nueve años…
La fiscalía general ofrece recompensa de 350 mil pesos por datos para localizar a Fernanda Rubí.
Y localizarla, ajá, quince años después.
Se insiste: quince años después.
Cuatro Fiscales después.
En todo caso, y dadas las circunstancias, la recompensa por ubicar a Fernanda Rubí debió publicarse de inmediato.
Mínimo, mínimo, mínimo, un día después de Verónica Hernández como Fiscal.
Y lo peor, cuando todo indica, ella, la Fiscal de Cuitláhuac García y Éric Patrocinio Cisneros Burgos, ya se va.
Y si permanecerá otras semanas, aseguran los chamanes, será debido a los trámites de ley.
Con todo y los fracasos anteriores de la era Nahle para su derrumbe.
Más insólito aún: Hacia el mes de diciembre del año 2018, un aproximado de 16 mil 102 carpetas de investigación están pendientes de concluir (Notiver, Manuel Hernández).
¿16 mil 102 carpetas de investigación pendientes?
Entonces, bajo evidencia y sospecha el resultado de la fiscal general.
2 (15 años nada son)
Simbólico el caso del secuestro y desaparición de Fernanda Rubí.
A. Cuando estaba con las amigas en una disco de Orizaba. Y delante de todos.
B. 15 (quince) años desaparecida.
C. Su señora madre, Aracely Salcedo, encarando a Javier Duarte en girita en Orizaba y reclamando justicia.
D. 15 años de Aracely Salcedo, en la búsqueda frenética.
E. La fundación de un Colectivo, integrado con padres con hijos secuestrados y desaparecidos, por la señora Aracely Salcedo.
F. A pesar de los 15 años, la mamá empujando la carreta con fe, muchísima fe, y esperanza, muchísima esperanza, de encontrarla.
G. Ahora, al lado de un montón de madres y padres en la misma circunstancia de desolación y tristeza. Incluso, desprecio y menosprecio de las Fiscalías de Veracruz.
H. Y en un Veracruz con más de 7 mil 400 (siete mil cuatrocientos) desaparecidos como los heredara Cuitláhuac García a Nahle.
I. Y, claro, los secuestrados y desaparecidos en la era Nahle.
J. Con todo, incluso, del cacareo de Nahle y los suyos de si en Veracruz hay secuestrados, desaparecidos y asesinatos son “hechos aislados”. El pitorreo. El desdén y el menosprecio en el decibel más alto. Las tribus gobernantes. Los jefes máximos. Los propietarios del día y de la noche. La frase bíblica de la fiscal general: “Aquí mando yo”, como si la fiscalía general fuera una hacienda porfirista, un feudo, una parcela; el cielo para mí.
K. Aracely Salcedo en esa lucha bíblica.
L. Ahora, la fiscalía general poniendo precio a su hija Fernanda Rubí. ¡Vaya ironía! ¡Vaya desparpajo! ¡Vaya autoritarismo!
M. Pero “ni modo, exclama un personaje literario del escritor Carlos Fuentes Macías, aquí nos tocó vivir y qué le vamos a hacer”. Y quienes mandan, mandan. “Y si se equivocan vuelven a mandar” como rezan los diez mandamientos de los jefes vendidos en el mercado popular.
N. Otro paquete de recompensas de 57 (cincuenta y siete) personas no localizadas en los cuatro puntos cardinales de Veracruz. Desde Tampico Alto hasta Las Choapas y desde Maltrata hasta la ciudad jarocha, pasando por Xalapa y la Cuenca del Papaloapan y Los Tuxtlas.
O. La procuración de justicia como eje rector en un Veracruz con tanta violencia. Y tanta migración a Estados Unidos. Y tanto desempleo y desempleo. Y tantos salarios pichurrientos, ofensivos y humillantes. Y tanto analfabetismo. Y tantos niños con cáncer menospreciados. Y tantas niñas y adolescentes embarazadas. Y tantos legrados.
P. Y lo peor entre lo peor, festinando un “Veracruz de moda”.
Q. Por desventura, nunca la señora Aracely Salcedo ha podido localizar a su hija. ¿Podrá ahora la fiscalía general (y cuando todos festejan su renuncia) ubicar a Fernanda Rubí y rescatarla? El camino al infierno está plagado de buenas intenciones.
3 (“Veracruz, de moda”)
Campeón y bicampeón nacional en feminicidios.
Quinto lugar nacional en desaparecidos.
Primer lugar nacional en asesinatos de políticos. Diecisiete en la era Nahle.
Escurridero de sangre y de cadáveres en ríos, lagunas y el Golfo de México.
Uno de los primeros lugares nacionales en extorsión.
Bicampeón nacional en fosas clandestinas.
Paraíso terrenal disputado por los carteles y cartelitos. Sicarios y pistoleros. Malosos y malandros.
¡Veracruz, creemos en ti!
¡Hosanna, hosanna, te queremos Veracruz! (lv)

