Vida maravillosa
**Pero “patas arriba”
**Relaciones difíciles
EMBARCADERO: La vida es mágica... Por ejemplo, un hecho y una cosita es “cuando los hijos se van”... Y otra, “cuando los hijos regresan”... Y cuando vuelven y fracasados en la vida conyugal, divorciados y con uno o dos hijos menores... Y cuando, ni hablar, regresan a vivir en casa de los padres para ser mantenidos... Otro hecho cuando los nietos se van... Y otro cuando también retornan
Entonces, la casa familiar se vuelve un circo… Una locura… La vida “patas arriba”…
ROMPEOLAS: Además, los hijos y los nietos mandando a los padres y los abuelos… Cada uno imponiendo sus reglas… Y como jefes máximos… Y cuidado si el abuelo o la abuela se molestan e inconforman, porque entonces, salen regañados… Y con las voces alzadas… Y hasta ofendidos, humillados y vejados… Claro, claro, claro, hay abuelos asestando el manotazo drástico y firme desde un principio… Con todo y los riesgos… Como, por ejemplo, el nieto en Veracruz que cuando exigiera a la abuela los seis mil pesos de la pensión del Bienestar y se los negara, simplemente la mató… Haya estado ebrio o en trance adictivo con alguna droga…
ARRECIFES: Las relaciones conflictivas entre padres, hijos y abuelos alcanzan la plenitud en la cancha pública… Por ejemplo, en México par de películas… Los hijos migrando… Los hijos de vuelta… En el filme “El infierno”, Damián Alcázar interpreta a un migrante partiendo a Estados Unidos… Durante veinte años permanece en la nación vecina… Y le va mal… Apechugando la adversidad de empleo en empleo… Y nunca, jamás, envía a su señora madre unos dólares… Menos, mucho menos, le escribe una cartita confiándole las vacas flacas…
ESCOLLERAS: Y cuando derrotado regresa al pueblo y a la casa de su señora madre, la madre le mienta la madre y reprocha su ingratitud… Con todo, amor de madre, le sirve una sopita caliente… “Su comida extrañaba yo más” le dice Damián Alcázar… Por lo general, salvo excepciones, en la casa de los padres ancianos siempre suele existir, hay, un espacio para todos… Amor de madre… Amor de padre… Historias de siempre… Desde antes del relato bíblico… Maravillosa la historia de Homero en La Odisea, donde el hijo de Penélope, Telémaco, sale en búsqueda del padre ausente, Ulises, durante veinte años… Y seguro de encontrarlo con vida… Entre otros hechos, porque así se lo han confiado los dioses…
PLAZOLETA: En el relato bíblico, Jesús crucificado en el Gólgota, exclama: “Padre mío, por qué me has abandonado?”… Pero en ningún momento ha sido abandonado… Tal estaba escrito y era el destino… Su destino… Por eso, la historia repitiéndose cada año… Y en todas partes… Además, inevitable en la vida, la temporada de las vacas flacas y las (escasas) vacas gordas… Así cada uno se porte de lo mejor… (lv)

