Derrotas de Nahle
1 (La peor, la fiscal general sigue ahí)
Se está yendo 2025 y hosanna, hosanna, la fiscal general continúa en su silla embrujada. Ningún alud de polvo, tierra y rocas la ha podido derrocar. Resistiendo el fuego amigo y enemigo. Adversario y opositor.
Nunca pudieron tumbarla un diputado local ni un ex funcionario del gabinete ampliado de Nahle.
Tampoco el jesuita, zapatista y jefe máximo de la JUCOPO, Junta de Coordinación Política del Congreso local, Esteban Bautista, moverla del asiento mágico y maravilloso.
Incluso, por más bombardeo político, social y mediático.
Sin duda, y el visto bueno de Nahle, pues ni modo los conspiradores se muevan solitos.
Serán los brujos de Los Tuxtlas…
Serán sus mecenas, padrinos y madrinos, de talla superior…
Será el blindaje de “las flores más bellas del ejido”…
Será un padrino superior del altiplano…
Será ella misma operando con su eficacia como abogada defendiendo el principio básico de su nombramiento por nueve años…
Será, quizá, quizá, quizá, el aura protectora de su hacedor, el poderoso secretario General de Gobierno del ex, Cuitláhuac García, Éric Patrocinio Cisneros Burgos…
Incluso, y con todo y el arropamiento de algunos de los cuarenta Colectivos, integrados con padres con hijos y parientes secuestrados y desaparecidos, con la intentona para su destitución…
La fiscal general ahí sigue.
Terminando el año.
Y hasta inventando un Código de Ética y otro Código de Conducta y hasta con la advertencia de castigar con el despido cualquier desacato del burócrata correspondiente.
La fiscal general, pareciera, inamovible.
La gran sobreviviente política del llamado Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
Lo dijo desde los primeros segundos de su toma posesión:
“Aquí mando yo”.
Y ha mandado.
La gran derrota política, social y moral de Nahle.
Además, ninguna conspiración la ha doblado ni arrodillado.
Ni siquiera, vaya, el rafagueo del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, con tantas denuncias penales por desvíos de recursos públicos y desoídas en la fiscalía general.
Ni cosquillas le ha hecho el bombardeo de la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Ni las observaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Tampoco ninguna protesta social y callejera.
Menos el bombardeo mediático de los interesados y obsesionados con su silla embrujada.
La talla de una Estadista.
En el tiempo de la liberación femenina.
Ella se ha impuesto a la tribu sexenal de la 4T.
Ella, en la tribu sexenal de Cuitláhuac García, anexos y conexos.
Los otros, en la tribu sexenal de Nahle.
La fiscal general, con madera de gobernadora.
2 (Padrinos poderosos)
Desde la llegada de Nahle al palacio de Xalapa, ene número de ocasiones las intentonas fallidas para su despido.
Pareciera, pero nadie valoró las circunstancias y la posibilidad.
Ni tampoco auscultó ni hurgó los puentes y cables tendidos de la Fiscal en la ciudad de México, la sede de los poderes federales.
Sus padrinos y/o madrinas, más fuertes y poderosos que el sexenio 2024/2030.
¡Ay, el jesuita Esteban Bautista alardeando la decisión final en su cancha!
Veracruz, en el tobogán de la impunidad.
Y ni así, la Fiscal removida.
Ahora sí, como asegurara aquel, “haiga sido como haiga sido”.
La fiscal general como Simone de Beauvoir: “Acepto la gran aventura de ser yo”.
3 (Una gobernadora sin operadores)
En Veracruz, Ocho Círculos del Infierno.
Primero:
El operativo de Nahle en contra de la Fiscal, sin cuajar.
La fiscal general, en el trono.
Segundo:
El senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, en el palenque disparando el charpe contra Nahle.
En el equipo de Nahle, ningún operador político para sumar.
Tercero:
En las Lomas del Estadio, trío de ex Rectores de la Universidad Veracruzana, empujando la carreta destartalada contra el sociólogo Martín Aguilar Sánchez.
Y el maestro Aguilar Sánchez, usufructuando la silla.
Cuarto:
En el Congreso local, el diputado priista, Héctor Yunes Landa, con la mecha prendida.
Y en el lado del jesuita, zapatista y jefe máximo de la JUCOPO, aquella manejando el erario, Esteban Bautista, sin habilidad ni destreza política para convencerlo.
Cinco:
Esteban Bautista, derrotado por su antecesor Juan Javier Gómez Cazarín, pues olvidó el principio universal de la Ley Nahle.
Y Gómez Cazarín, asestando de golpe en golpe.
Seis:
Veracruz, en medio del fuego. Feminicidios. Secuestros. Desapariciones. Extorsiones. Crímenes. Fosas clandestinas. Impunidad.
En contraparte, la secretaría de Seguridad Pública, en el principio de Peter.
Siete:
Veracruz, con un millón de paisanos migrantes en Estados Unidos.
La secretaría de Desarrollo Económico, sin animar ni reanimar la creación de empleos en las regiones indígenas, campesinas y obreras para, entre otros hechos y circunstancias, arraigar a la población en sus pueblos.
Y ocho:
En la secretaría de Educación, fuego amigo.
El subsecretario de Educación Superior, David Agustín Jiménez Rojas, obsesionado con tumbar a la titular, Claudia Tello, de acuerdo con videos transmitidos y reseñados por la periodista de Notiver, Noemí Valdez.
Y Claudia Tello, rebasada por tantos pendientes magisteriales.
La jefazaza del Poder Ejecutivo estatal, sin operadores políticos en los frentes de batalla. (lv)

