Y fuego cruzado.
Un policía muerto.
Lo peor entre lo peor, indicativo y significativo:
Los malos robaron armamento oficial a los polis estatales.
Y en tanto robaban sus armas, los polis, atónitos y perplejos.
Incapaces de reaccionar.
Luego, los malosos agarraron camino y se perdieron en el día violento del “Veracruz está de moda”.
Todos los días, todas las noches, Veracruz en un tsunami descarrillado. Sin control.
Horas memorables y citables con los peores jinetes del Apocalipsis:
Secuestros. Desapariciones. Extorsiones. Feminicidios. Crímenes. Fosas clandestinas.
Y su horrorosa majestad, la Señora Impunidad.
La vida cotidiana, a la orilla del precipicio.
Rodando en la ladera, derecho, derechito, al fondo del abismo.
Y sin ninguna esperanza ni posibilidad de una vida mejor.
Cierto, desde Javier Duarte, la violencia.
Tiempo cuando los malandros entraron a Veracruz por el norte y tiraron unos diez cadáveres en el puente entre Veracruz y Tamaulipas.
Y tiempo cuando los sicarios rafaguearon un autobús de pasajeros en la carretera de Tantoyuca a Pánuco y mataron a un bebé en brazos de su señora madre.
Pero hoy, hoy, hoy, llevamos once meses de la era Nahle y la vida continúa en el infierno.
Duros y rudos los feminicidios.
Y las extorsiones.
Pero igual de canijo el asalto masivo en las Cumbres de Maltrata.
Y hasta donde se recuerda si recuerda bien, primera ocasión en quince años.
La incertidumbre, la zozobra y la inseguridad, el pendiente número en la tierra de Agustín Lara, Paquita la del barrio, Yuri y Salma Hayek.

2 (Choque entre policía y vecinos)

En otras versiones, un enfrentamiento en el poblado Xúchitl, de Maltrata, entre vecinos y la policía.
Todo, porque la poli revisaba al conductor de un Tsuru.
Y los vecinos entraron al quite.
En otra versión, la policía agredió a un taxista.
Y los vecinos solidarios.
Y hasta robando armamento a la poli.

3 (Veracruz, campeón en tortura oficial)

Por lo pronto, si los policías, en efecto, fueron “la manzana de la discordia” en las Cumbres de Maltrata, entonces, los pelos se erizan con la estadística del Registro Nacional del Delito de la Tortura.
Veracruz, casi casi, liderando la tortura nacional.
En la tortura del fuero común.
La tortura del fuero federal.
Y en los tratos crueles e inhumanos.
De los años 2018 a 2025 (el último año de Miguel Ángel Yunes Linares, los seis años de Cuitláhuac García y el año de Nahle), Veracruz, en el descrédito nacional por la tortura policiaca.
Y por regla general, la Policía Ministerial.
4 (Veracruz truculento)
En la tierra jarocha, otro feminicidio.
Una mujer asesinada en un motel de Las Choapas.
Reyna Esther Martínez Reyes.
26 años.
Mesera en restaurante en la autopista Las Choapas – Ocozocoautla.
Y en Tuxpan, otro asesinato.
El licenciado Hiram Vízcano Vázquez, ejecutado desde una motocicleta.
En Coacoatzintla, otro feminicidio. Otra mujer asesinada y delante de su hijo de siete años.
La COPARMEX, encorajinada por tanta violencia y tanta impunidad y la ausencia del Estado.

5 (Pescaditos de oro)

En nuevo trascendido de Maltrata, el policía asesinado por los vecinos.
Ta’cañón.
Palabras mayores.
De ser así, ¿el policía asesinado así nomás porque sí?
Las versiones soltadas como pescaditos de oro sin un boletín concreto y específico. (lv)