responsables y busca estabilidad, fortalecimiento de los ingresos y certeza para contribuyentes y empresas.

La propuesta estima 8.72 billones de pesos de ingresos presupuestarios y consolida a los ingresos tributarios como principal fuente de financiamiento, con una proyección de 5.8 billones (15.1% del PIB). Para mejorar la eficiencia recaudatoria y la equidad, se actualiza el tratamiento a plataformas de intermediación y FinTech, se homologa la deducción de créditos incobrables y se acota la deducibilidad de las cuotas que la banca paga al IPAB. También se mantiene el programa de regularización fiscal con referencias al ejercicio 2024.

En el componente financiero, se plantean una retención provisional de 0.90% sobre intereses y una tasa de recargos de 1.38% mensual para saldos insolutos. Con fines extrafiscales, se fortalecen impuestos saludables y se proponen ajustes focalizados —entre ellos, un ad valorem de 8% a servicios digitales de videojuegos con contenido violento y un aumento al gravamen de apuestas en línea—.

“El objetivo es proteger la estabilidad, respaldar el crecimiento y asegurar que cada peso se traduzca en mejores servicios e infraestructura. La política fiscal no es un fin, sino un medio para mejorar la vida de las personas”, señaló Yunes Márquez.
El dictamen aprobado en la Cámara de Senadores, prevé recursos sociales robustos y mayor progresividad sin crear nuevos impuestos generales.